El fin de semana llegaron a los distritos bonaerenses los pertrechos enviados por el comando central de Unión por la Patria (UP) para la última gran batalla y el peronismo de Buenos Aires ya pone en marcha la maquinaria. Diez días a todo o nada con el objetivo de llevar a Sergio Massa a la Casa Rosada. El ministro candidato, el gobernador Axel Kicillof, intendentes y movimientos sociales ganan la calle en busca del número mágico, 60 puntos porcentuales, en el territorio del 37% del padrón electoral nacional.
La dirigencia y la militancia se instalan con mesas y sombrillas con la cara del ministro candidato en las esquinas de los municipios populosos del conurbano. Reparten flyers y boletas de UP. “Hay que meter en la urna la bandera Argentina”, repiten los militantes en alusión a que un voto por Massa es un voto por el país. La militancia es también barrio por barrio, casa por casa.
Los jefes y las jefas comunales tienen en las recorridas un discurso unificado: los riesgos que implica un gobierno del líder de La Libertad Avanza, Javier Milei. Repiten que si el liberatario gana, no habrá más obra pública, esa que inundó la provincia en lo que va de gestión de Alberto Fernández.
Después de dos paradas en Córdoba este lunes -la provincia más esquiva al peronismo donde Milei estaría 70-30, según encuestas-, Massa desembarcará este miércoles en Florencio Varela junto al intendente Andrés Watson. El viernes compartirá evento en Lanús con el intendente electo, Julián Álvarez, el camporista que le arrebató el distrito al PRO en la elección general. El sábado, previo al debate, visitará José C. Paz, junto al intendente, Mario Ishii. En la última semana, irá a otros tres distritos del conurbano: Morón, Esteban Echeverría y La Matanza.
Este lunes, Kicillof blande en La Plata la bandera de la victoria junto al intendente electo Julio Alak. El evento mostrará la consolidación de la alianza peronista en la región de la capital de la provincia; estarán también los intendentes Mario Secco (Ensenada) y Fabián Cagliardi (Berisso).
Con el acto en la Plaza Malvinas Argentinas inaugura la serie “Encuentros por la Patria” que llevará a las cabeceras seccionales y grandes ciudades del interior, que combinará con recorridas por el conurbano e inauguraciones de obras. “Van a ser dos semanas a full para nosotros”, dicen desde el entorno del gobernador, que se puso a disposición de lo que requiera el comando de campaña nacional.
Como contó Letra P, Kicillof va por el votante radical que rechaza el Pacto de Acassuso que sellaron Mauricio Macri y Milei. El gobernador consolidó una sintonía fina con los alcaldes boinas blancas desde el inicio mismo de la gestión.
Esta semana Kicillof visitará Bahía Blanca, Olavarría, Junín, San Nicolás y Cañuelas. Además iniciará algunos encuentros con intendentes, posiblemente divididos por sección, para seguir con ellos ajustando la campaña.
Desarmar el discurso de Milei
Los movimientos sociales también ganan la calle. Ajustaron la campaña en un encuentro de dos días realizado en Florencio Varela. Su rol es ir a hablar con el electorado en los barrios populares del conurbano donde tienen su mayor despliegue territorial. El objetivo es “desarmar” el discurso de Milei y explicar qué implica el sistema de vouchers para la educación, la privatización del sistema de salud, la venta de órganos y el fin de la obra pública. La idea de Diana Mondino para que los vecinos paguen sus cloacas resonará en cada encuentro, igual que tantos otros mensajes que generan impacto en los barrios más humildes.
De cara al ballotage nadie sobra. Es por eso que cada una de las tribus está enfocada también en sumar dirigentes y militantes de todos los espacios políticos posibles. En las últimas horas, Graciela Camaño anunció que apoya a Massa. Su tropa bonaerense nucleada en Tercera Posición ya salió a jugar; también un grupo de históricos dirigentes del peronismo que durante los últimos años no estuvo alineado al Frente de Todos (FdT). Referentes de distintas agrupaciones se reunieron en Dolores para brindar su apoyo al candidato de UP. Entre otros, estuvo el exintendente de Avellaneda Baldomero Álvarez.