“Quiero ir allí. Diez años está bien, está bien, puedo ir". Por primera vez en más de una década de pontificado, el papa Francisco manifestó la intención plena de visitar su tierra natal. Lo hizo en una entrevista a la televisión italiana, en la que volvió a dejar en suspenso la fecha otra vez.
Vatican News presentó ese punto de la conversación que Jorge Bergoglio mantuvo con Fabio Fazio del programa Che tempo che fa, subrayando que en Argentina -donde fue invitado oficialmente con una carta del presidente Javier Milei- el pontífice “podría ir a finales de año”.
Un poco más precisa, aunque apelando al condicionante habitual de las coyunturas sociopolíticas, fue la respuesta del papa: “Allí la gente está sufriendo mucho. Es un momento difícil para el país. Se está planteando la posibilidad de hacer un viaje en la segunda mitad del año, porque ahora hay cambio de gobierno, hay cosas nuevas... En agosto tengo que hacer el viaje a la Polinesia, muy lejos, y después de esto se haría el de Argentina si se puede hacer”, estimó.
Preparativos con campaña
En ambientes eclesiales la visita papal se viene preparando desde antes de las PASO de agosto del año pasado, porque –como ya contó Letra P- la creían potencialmente realizable entre marzo y mayo de 2024; y con un plan B que, a raíz de los problemas de salud que le aquejan, ampliaba las posibilidades hasta julio. Hasta los curas villeros lanzaron en las barriadas populares la campaña "Vení, Francisco, tu pueblo te espera"; y alentando a no votar por Javier Milei en el ballotage. La dirigencia política, en cambio, le volvió a poner el rotulo de “poco probable”, “tal vez, quizás” al viaje apostólico.
Dirigentes que recorren habitualmente los pasillos de la sede de la Conferencia Episcopal Argentina, en el barrio porteño de Retiro, dijeron a este portal que el deseo manifiesto de Francisco de venir los convencía de que esta vez sí se concretaría. Un grupo hizo, sin embargo, una lectura más política al apoyarse en la frase “segunda mitad del año” para poner en duda el regreso de Bergoglio a Buenos Aires.
“Cuanto te hablan de segundo semestre, sonamos. Mauricio Macri prometió ese plazo para que se vean sus resultados y fracasó; y ahora Javier Milei se ata a esos seis meses como punto de partida de su proyecto libertario”, graficó una persona cuyo nombre estuvo en la lista para hacerse cargo de la Secretaría de Culto.
Nombramientos que no llegan
Tal como contó Letra P, las demoras de la canciller Diana Mondino en decidir quién ocupará la representación argentina ante el Vaticano y quién estará al frente de la Secretaría de Culto, le metían más dudas al viaje del papa al país; por tratarse de nombres clave para organizarla.
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Papa Francisco con la televisión italiana
Vatican Media
Después de la carta que el presidente le envió a Francisco invitándolo oficialmente a visitar el país y la reunión que la ministra de Relaciones Exteriores mantuvo con el nuncio apostólico, Miroslaw Adamczyk; las demoras burocráticas se destrabaron y los nombramientos –o al menos uno- sería inminente.
Fuentes oficiales anticiparon que el ex diputado neuquino ultraconservador Francisco Sánchez ocuparía las oficinas del noveno piso de la Cancillería, donde se atiende la relación gubernamental con los credos representativos en el país.
Enero y el gato
En marzo de este año, en una entrevista con Daniel Hadad para el portal Infobae, el papa contó los motivos por los que suspendió la visita al país que se estaba organizando para diciembre de 2017 y detalló los condicionantes habituales que tienen estos viajes apostólicos.
"Entonces tuvimos que pasar Chile a diciembre y ya ir en enero a Argentina y a Uruguay. En enero no encontrás ni al gato, ¿viste? Entonces se cambió el programa y se hizo Chile y Perú. Y quedaron Argentina y Uruguay para después. Y ese después es lo que estamos esperando de la coyuntura”, puntualizó.
“No hay una negación de ir. No, de ninguna manera. Estuvo planeado el viaje. Yo estoy abierto a que se dé la oportunidad", sostuvo entonces y enumeró los factores que definen una visita, entre ellos la coyuntura sociopolítica. "A veces la visita de un papa puede ser usada, en todos los lugares. Que no sea usada ni para un lado ni para otro", justificó.