La empresa Caledonia fue inhibida este martes por el gobierno de Javier Milei para operar en el mercado de las aseguradoras. Detrás existe una extensa historia que combinó negocios millonarios meteóricos y relaciones con el poder vía Alfredo Lijo, hermano del juez federal Ariel Lijo y exaccionista de la compañía.
Mediante la resolución 111/2024, la Superintendencia de Seguros (SSN) ordenó la inhibición general de bienes y le prohibió continuar operando a Caledonia Argentina, una tradicional aseguradora que supo acumular horas de televisión y centímetros en los diarios por su vinculación con el poder. La decisión se produce en medio del escándalo por el entramado de contrataciones en la ANSES que compromete al expresidente Alberto Fernández, imputado en una investigación impulsada por el fiscal federal Ramiro González.
En rigor, no es la primera vez que la empresa es inhibida. En 2017, la SSN ya había ordenado una medida idéntica, concluida en 2020, al considerar que la empresa no tenía liquidez ni solvencia para afrontar sus deudas.
Antecedentes
Si bien funciona desde hace décadas, en 2014 Alfredo Lijo, el operador judicial y hábil jugador que supo combinar negocios y lobby, desembarcó en la firma cuando compró el 20% del paquete accionario de Caledonia. La maniobra la hizo asociándose a un variopinto equipo que conforman empresarios ligados a Julio de Vido, exfuncionarios bonaerenses del macrismo y Fernando Dapero, presidente de la empresa, que estuvo condenado en una causa vinculada al PAMI menemista.
Según una investigación del diario La Nación, Cadelco, la firma controladora de la aseguradora, declaró un capital en 2014 de 17 millones de pesos, que tres años después se había multiplicado por diez. El crecimiento exponencial se debió a una ofensiva comercial que combinó la apertura de locales en el Gran Buenos Aires y la publicidad en la vía pública, con la contratación de seguros por parte de destacados integrantes del Poder Judicial.
Durante ese período, la compañía adquirió una docena de coches de alta gama para los que se expidieron cédulas azules que habilitaron a que fueran usados por otras personas. Entre ellos, figuraba el juez federal Lijo como uno de los adjudicatarios de los autos.
La segunda caída de la aseguradora
Tras los escándalos provocados por las relaciones promiscuas de la aseguradora y el poder, Lijo se alejó de la firma, pero la inercia de problemas fue imparable. Este martes el superintendente de seguros, Guillermo Plate, un abogado que ya había recalado en el organismo durante el gobierno de Mauricio Macri, ordenó la suspensión de las funciones de Caledonia.
La decisión la tomó en virtud de que la aseguradora no presentó los balances contables necesarios, algo que podría "poner en peligro la solvencia de la entidad, su regular funcionamiento y/o los intereses de los asegurados y asegurables, dotando a laautoridad de control de los instrumentos preventivos necesarios para conjurar el riesgo indicado y que el legislador procura evitar".