"Corre riesgo la ley". Esa frase se repitió una y otra vez entre los gobernadores de Juntos por el Cambio (JxC) en las últimas 48 horas por las sorpresas que se encontraron durante la negociación con el presidente Javier Milei por la ley ómnibus. Ninguno de los seis cambios que habían acordaron en la previa del plenario de comisiones en la Cámara de Diputados, se encontraron en el dictamen final, firmado de madrugada y redactado después. Eso no sólo encendió las alarmas, sino que generó bronca al punto tal de que los mandatarios provinciales están a un paso de correr su apoyo a la normativa para la votación en general, ya no sólo para artículos puntuales como la suba de retenciones. Para completar el cocktail, las amenazas del ministro de Economía, Toto Caputo, de menos recursos para los distritos de no acompañar al Gobierno en el recinto, fueron como echar nafta al fuego.
El show en torno al dictamen de comisión, el cual no incluía los cambios negociados entre los gobernadores Ignacio Torres (Chubut), Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Claudio Poggi (San Luis), Marcelo Orrego (San Juan), Alfredo Cornejo (Mendoza), Jorge Macri (CABA), Leandro Zdero (Chaco), Gustavo Valdés (Corrientes) Carlos Sadir (Jujuy), Maximiliano Pullaro (Santa Fe) y el ministro de Interior, Guillermo Francos, finalizó con una respuesta que hizo entrar en cólera a los mandatarios. Desde el Gobierno les aseguraron que todo lo que no estaba en el documento se podía incluir durante el debate en el recinto en una especie de garantía que ninguna figura de la coalición opositora aceptó.
Al malestar provincial de los gobernadores de JxC se sumó el cordobés Martín Llaryora, que comparte un bloque y una postura dialoguista para con Milei, con Frigerio y Torres, Hacemos Coalición Federal, pero que también encontró un límite en la forma de negociar que tiene la Casa Rosada. El enojo no escalará, al menos por ahora, en una ruptura diplomática entre Nación y Córdoba, una salvedad no menor para un Ejecutivo que sólo cuenta con 36 diputados y 7 senadores.
"No se nos agotó la paciencia porque si este Gobierno fracasa estamos en problemas", respondió un gobernador de la UCR ante la consulta de Letra P de sí había margen para cortar todo dialogo con la Casa Rosada. En JxC no quieren quedar pegados a la oposición acérrima que encarna Unión por la Patria (UP). Mientras terminan de definir internamente el perfil que moldearán para los próximos años, priorizarán sus demandas internas, como el rechazo a la suba de las retenciones.
"Hay es desconcierto, mucha sorpresa por el desmanejo, la desprolijidad y el amateurismo con el que se manejó en las últimas 48 horas el oficialismo en el Congreso. El enojo que hay, y que se basa en la falta de cumplimiento de los acuerdos consensuados, hace que corra riesgo la ley", agregó un gobernador del PRO.
Durante dos semanas, los diez mandatarios provinciales negociaron seis puntos para modificar de la ley ómnibus:
- Anulación del incremento en los Derechos de Exportación
- Cumplimiento del fallo de la Corte por la Coparticipación que reclama la Ciudad de Buenos Aires.
- Blanqueo sin Asignación Específica
- Bloquear la eliminación del Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial (FFDP) y del Fondo Fiduciario Federal de Infraestructura Regional (FFFIR)
- Determinación del Salario Mínimo Docente
- Fondo de Garantía de Sustentabilidad
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El enojo de los gobernadores, que originaron las críticas contra el Gobierno, se ve potenciado por las tres veces previas en la que Milei no respetó los términos de las negociaciones. A eso se le sumaron luego las amenazas del ministro de Economía que utilizó su cuenta de Twitter para anunciar que de no aprobarse la ley ómnibus se recortarán aún más las transferencias que reciben las provincias de parte de Nación. Para colmo, Caputo terminó en una pelea tuitera con el diputado Miguel Ángel Pichetto.
Para el titular del Palacio de Hacienda la suba de las retenciones en el artículo más importante del todo el paquete y, ante la negativa de JxC de acompañarlo, depende ahora de fractura el bloque del kirchnerismo que se debate entre reconciliarse con el agro (después de 16 años del conflicto por la Resolución 125) o mantener su postura de rechazo total a la ley ómnibus.
En el Gobierno apostarán, según pudo reconstruir este portal, a las negociaciones con distintos actores de los bloques del PRO y de la UCR ante la resistencia que hay en algunos sectores de ambos partidos de acatar las órdenes de los gobernadores. De esta forma el oficialismo quiere que la pelea que se hizo más pública entre los mandatarios del macrismo y los integrantes de ese espacio en la Cámara baja se replique en el radicalismo.
