CONGRESO

Diputados: la CGT apoyó la reducción de la jornada laboral y la UIA advirtió que aumentará la inflación

El gremialista Héctor Daer pidió avanzar con una ley, pero los dirigentes industriales alertaron que bajarán los salarios y subirán los precios.

La segunda reunión de la Comisión de Legislación Laboral de la Cámara de Diputados para debatir los proyectos presentados para reducir la jornada laboral volvió a tener fuertes cruces entre los gremialistas, que apoyan la medida; y los representantes industriales, que advirtieron que si prospera podrían bajar los salarios y aumentar la inflación.

Entre los representantes sindicales que expusieron estuvo Héctor Daer, titular del gremio de sanidad y uno de los secretarios generales de la CGT, quien consideró que la reducción de la jornada laboral es una asignatura pendiente ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que recomienda dar ese paso a los países que tienen 48 horas semanales de tope, como Argentina.

Como explicó Letra P, el proyecto que más chance de prosperar tiene es el de Hugo Yasky, del Frente de Todos, que propone reducir la jornada laboral a 40 horas semanales y fue respaldado por la ministra de Trabajo, Raquel Kelly Olmos. Hay otras iniciativas que plantean reducirla a 36 y hasta a 30 horas. Daer se molestó con uno de los argumentos de rechazo del empresariado, que es la pérdida de productividad.

"La Argentina tuvo seis millones de trabajadores en la formalidad, con un PBI que era la mitad que el actual, ¿Quién se la llevó entonces? Porque los salarios cayeron y el trabajo también. Si hablamos de productividad, hablamos de todo", se molestó.

Daer propuso debatir "la distribución de la jornada" y sostuvo que "la adecuación tiene que ir por la vía de los convenios colectivos, estableciendo una jornada mínima, plazos para articularla, y además profundizar el debate”.

El sindicalista también propuso avanzar cuanto antes con la ley cuanto antes y sin condicionamientos. "Hay que tender un camino y acelerarlo. Sino, no sale más. Argentina tiene que dar un paso para disminuir su jornada laboral y sin bajar los salarios. Tampoco queremos un banco de horas, que elimina el riesgo empresario", diferenció.

Le contestó Mónica Frade, diputada de la Coalición Cívica. "Si hablamos de redistribuir la riqueza, deberían hacerlo los sindicalistas, que no pueden explicar sus patrimonios", atacó y pidió copiar un sistema de Brasil en el que hubo pruebas piloto para definir la reducción de horas de trabajo.

Dobló la apuesta Mario Manrique, de Smata. "Yo podría poner en la lista a los políticos. Pero no me gusta generalizar", respondió. "Muchos dicen que no es el momento de tratar la ley, pero si estuviéramos hablando de achicar derechos, estaríamos al revés, porque los empresarios estarían justificando por qué sí y nosotros los sindicalistas explicando el no", agregó.

Resistencia industrial

Al igual que en la reunión anterior, los representantes industriales se turnaron para cuestionar una baja de la jornada laboral, esta vez con advertencias, que no hicieron más que aumentar el respaldo a la medida de los sindicalistas.

Marcelo Uribarren, vicepresidente de la Unión Industrial de Córdoba, consideró que la discusión "no es ética cuando el 40% de los trabajadores son informales. Además, 3,6 millones de asalariados que no poseen descuentos jubilatorios”.

Pero el más enfático en el rechazo fue Juan José Etala, presidente del departamento de política social de la Unión Industrial Argentina (UIA), quien advirtió por una pérdida del 36% de la productividad si se baja la jornada semana, con consecuencias en la cantidad de puestos trabajo y en los precios.

“No sólo no habrá más empleo, sino que se va a generar más inflación. Suponer que reducir la jornada aumentará la contratación de empleados es una expresión de deseo. No se aumenta el empleo por ley, sino cuando las condiciones económicas del país lo permiten", reclamó.

También se expresó en contra de la iniciativa Juan Pablo Diab, asesor de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME). "En las pymes no se habla de ganancias, se habla de subsistencia. Vemos con asombro proyectos que hablan de jornadas de 30 o 40 horas. Esto lleva un mayor análisis y en mayor profundidad”.

Les respondió el exdiputado y abogado laborista, Héctor Recalde. “No es cierto que no está probado que la reducción de la jornada aumenta la productividad y disminuye los accidentes de trabajo”.

El ministro de Trabajo de la provincia, Walter Correa, sostuvo que la Argentina tiene la jornada laboral más grande de la historia. “Esta medida permitiría la recomposición salarial, mejoras en la salud y en la calidad de vida; la disminución de la ART para las empresas y la redistribución de los cuidados. Aumentará la productividad, se reducirá la combustión, la generación de energía, de circulación de personal y se crearán más puestos de trabajo", pronosticó.

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