GÉNEROS

Cuidados: un sector que está solo y espera (y es clave para disminuir la pobreza)

Representa el 16% del PBI, pero no es reconocido económicamente. La ampliación del régimen de licencias, una luz al final del túnel.

“Sé que deben estar pensando que es un tema de impacto pequeño”, dijo la directora ejecutiva de Cippec, Gala Díaz Langou, en el discurso que abrió la cena anual del think tank, y cerró la frase: “Pero en Argentina el sector de cuidados representa el 16% de nuestro PBI”. La audiencia, como todos los años, reunió al Círculo Rojo de la Argentina, esta vez con notable diferencia a favor de la oposición y muy poca representación del oficialismo. La referencia de Díaz Langou a la importancia de quienes realizan tareas de cuidado en la Argentina forma parte de las 10 recomendaciones de la entidad para las próximas cuatro décadas de democracia.

Para el discurso, eligieron hablar de una demanda de los feminismos que genera consensos en organizaciones de la sociedad civil y también resistencias o condescendencia en sectores empresarios, del sindicalismo y de la política. El cuidado, como problema estructural, fue puesto a la par del sistema previsional, de los subsidios energéticos y de la educación.

Con el foco en las infancias, la propuesta de Cippec apunta, por un lado, a modificar el régimen de licencias por paternidad y extenderlas a un mes: hoy es de sólo dos días, una de las más cortas de América Latina, lo que implicaría en 2023 un 0,08% del PBI, según sus cálculos. Además, propuso “generar más y mejores espacios de crianza, enseñanza y cuidado”. “Esta política sí sale más”, aclaró Díaz Langou, “aunque se trata de una inversión recuperable en un 57% en una gestión de gobierno y puede generar 1,3 millones de puestos de trabajo”.

La preocupación de Díaz Langou sobre el reconocimiento del sector de los cuidados y su importancia como motor de la economía está en su agenda desde mucho tiempo antes de conducir Cippec, pero desde el escenario y frente a unas mil personas, varias con gran poder de decisión, el tema reviste otra jerarquía.

Fantasías de lo posible

El planteo, entonces, no es nuevo. De hecho, fue eje de las conversaciones de la XV Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe cuya sede fue Buenos Aires y la creación del Sistema Integral de Cuidados fue, también, una de las promesas del presidente Alberto Fernández en la asamblea legislativa 2022. Cuando parecía que el Ejecutivo iba a cumplirla con el envío de del proyecto de ley "Cuidar en igualdad" al Congreso, no hubo nadie ni del oficialismo ni de la oposición que militara ese texto en ninguna de las dos cámaras.

Con la falta de consensos sobre el proyecto dentro del bloque del Frente de Todos, más la imposibilidad de acuerdos con la oposición y el cambio de titular en el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad, el proyecto parecía más empantanado que nunca. Sin embargo, una luz de esperanza se encendió en noviembre, cuando en el Foro Parlamentario de la XV Conferencia Regional, Mónica Macha, la presidenta de la Comisión de Mujeres y DIversidad de la Cámara de Diputados anunció que la ley empezaría a ser discutida en comisiones, mediante foros y encuentros con distintos sectores de la sociedad civil. Efectivamente, la primera reunión del ciclo "Debates sobre la jerarquización y el reconocimiento del trabajo de cuidado" se concretó en noviembre del año pasado y la segunda hace dos semanas. Allí estuvo la ministra Ayelén Mazzina y un grupo pequeño de parlamentarias, porque gran parte del bloque estaba en ese momento en otra comisión, la de Juicio Político. Fue Vanesa Siley la que puntualizó una de las principales objeciones del proyecto: el financiamiento, un tema que no contempla el texto y que provocó cuestionamientos dentro de la coalición gobernante. “Cuando queramos financiar los Cuidados ¿qué va a decir el FMI? Lo mismo que con la Moratoria Previsional o va a impedir que sea una realidad efectiva”, apuntó la referente del gremio judicial.

Que el proyecto salga tal cual fue enviado por el Ejecutivo es, a esta altura, una fantasía. Algunas de las personas presentes en la jornada del 14 de marzo en el Congreso le dijeron a Letra P que “la sensación fue de ‘cierto consenso’ con respecto a la ampliación de licencias por maternidad y paternidad”. Es decir que se baraja la idea de partir el proyecto y trabajar sobre lo posible. En un contexto electoral, lo posible está cada vez más lejos.

Deuda con las infancias

También en estos días Unicef presentó la campaña #GuardavidasDeLaInfancia, que alerta sobre algunas de las principales problemáticas que afectan a la niñez y adolescencia en el país, como la pobreza monetaria que impacta en la mitad de las chicas y los chicos, la violencia que sufren seis de cada diez, las situaciones de cuidado inadecuado que perjudican al menos a 300.000 niñas y niños, y las dificultades que enfrentan la mitad de los y las jóvenes de sectores vulnerables que no completan la escuela secundaria. Una de las piezas audiovisuales está protagonizada por María Ramírez, una cocinera de una escuela de Las Llanas, un paraje salteño al que asisten niñas y niños en su mayoría de la comunidad wichí. Ella participó de los talleres de cocina saludable que promueve la organización de Naciones Unidas en esa provincia para emplear los alimentos de manera nutritiva. “Yo sé que la comida de este comedor es muy importante para estos chicos, quizás la única”, sostiene María.

En la Argentina, alrededor de 70 mil cocineras comunitarias trabajan sin percibir un salario. La organización La Poderosa impulsa un proyecto de ley para que se las reconozca a través de un salario ligado al Mínimo Vital y Móvil como base; acceso al aguinaldo, vacaciones, seguridad social, cobertura contra riesgos en el trabajo por enfermedades y maternidad, por invalidez y vida, retiro, acceso a la jubilación y guarderías.

En el mismo sentido justificaba Díaz Langou frente a mil comensales: “Siempre decimos que las niñas y los niños del presente son nuestro futuro. Todos coincidimos en esta hermosa frase, pero no nos olvidemos que, en su mayoría, esos niños y niñas hoy viven en la pobreza. Cada vez que una familia argentina tiene un bebé es más probable, estadísticamente, que caiga en la pobreza y la familia tiene que elegir si dedica su tiempo a trabajar remuneradamente o a cuidar. Especialmente las mujeres”.

Lo refrendan los datos del Indec del segundo semestre de 2022: más de 5,5 millones de niños, niñas y adolescentes no pudieron acceder a los productos que conforman la canasta básica alimentaria. La pobreza asciende a 54,2% entre menores de 15 años.

La evidencia sobre el impacto de los cuidados en el desarrollo de los países está disponible. Proyectos, sobran. Impulso de quienes toman las decisiones, falta.

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