Fuentes de La Libertad Avanza (LLA) en el Senado aseguraron a Letra P que estarían las firmas para ambos pliegos, aunque hay un destino incierto en el recinto. Sin embargo, en Unión por la Patria y la UCR, los bloques más numerosos, aportaron cautela.
UP tiene un Zoom este jueves para debatir qué postura tomará; mientras que fuentes del radicalismo aseguraron a Letra P que se reunirán la semana próxima para acordar sus próximos pasos. En ambas bancadas especulan con abrir la negociación, en temas como el proyecto para la ampliación de la Corte o la incorporación de mujeres. También está en juego cubrir las vacantes de la justicia federal, que es otra moneda de cambio.
Los dictámenes son trámites necesarios, pero no decisivos. En el recinto se requieren los dos tercios de los presentes para nombrar un juez, una mayoría imposible de alcanzar por el Gobierno sin la ayuda de UP, donde sus voceros habituales niegan cualquier negociación con la Casa Rosada.
Este miércoles, la bancada volvió a exhibir su división: mientras que el kirchnerismo atacó a García-Mansilla, por su posición en contra de la ley del aborto; el jefe de la bancada, José Mayans, no asistió y por lo tanto perdió la firma para ese pliego. El formoseño no tendrá que anticipar una posición antes de ir al recinto.
La comisión de Acuerdos tiene 17 miembros y se requieren nueve firmas para despachar. Según el bosquejo al que accedió Letra P, en el oficialismo aseguran que están las nueve firmas justas para despachar el pliego de García-Mansilla, mientras que para Lijo tienen los votos de sobra.
El optimismo libertario no contrasta con la mesura que aportan desde la UP y la UCR. En cambio, sí se muestran más dispuestos a firmar aliados como Carlos Arce (Frente de la Concordia de Misiones), Carlos Espínola (Unidad Federal) y Juan Carlos Romero (Cambia Federal). Aunque estos dos últimos exigen algún compromiso de UP para sumarse. No les gusta el rol de aliados fallidos.
En LLA aseguran que los dictámenes están asegurados y hasta se jactan de tener 12 firmas para el pliego de Lijo, con el respaldo de buena parte de UP. El oficialismo sólo cuenta como confirmado el rechazo al juez de la catamarqueña Lucía Corpacci. También adelantó que no lo firmarán la radical Carolina Losada y la macrista Carmen Álvarez Rivero.
El resto es plausible de negociación. UP, por caso, podría retacear firmas como mensaje al Gobierno de que avance en una ampliación de la Corte para sumar mujeres. Hay dos miembros de esas bancadas que pidieron firmar lso dos pliegos: el sanjuanino Sergio Uñac y la santiagueña Claudia Ledesma. Para el pliego de García-Mansilla las adhesiones para dictaminar es más difícil de alcanzar y sólo es posible para el oficialismo llegar a los dos tercios en el recinto con una división de Unión por la Patria.
“Estamos justos porque los dialoguistas nos dan la espalda”, dijo a Letra P una autoridad del bloque libertario. En este caso, descartan contar también con la firma de Guadalupe Tagliaferi (PRO) y Martín Lousteau (UCR), quienes acorralaron a García-Mansilla en la audiencia.
De todos modos, fuentes de la comisión de Acuerdos aseguraron a Letra P que no hay dictámenes presentados y pueden recibirse hasta el próximo recambio legislativo. Tiempo es lo que sobra.
Una traba en la negociación, como explicó Letra P, es que el Gobierno quiere firmar ambos dictámenes o ninguno. Tampoco acepta tratar los pliegos por separado en el recinto. Nada de eso será posible.
“Se impone otra negociación: ampliación de la Corte o reparto de cargos judiciales. Sino va a ser difícil”, sostuvo ante este medio uno de los radicales que se fue sin firmar. No parece hacer otra alternativa.
García-Mansilla, acorralado
Como se esperaba, el candidato García Mansilla no la pasó bien en la audiencia y chocó con referentes de distintos bloques que le recriminaron haber militado contra la ley de interrupción voluntaria del embarazo.
“No hablé de toda la ley. Creo en que hay que distinguir entre despenalización y legalización”, aseguró el candidato a la Corte. “Si tuviera que decidir cualquier caso, se debería fallar conforme a derecho”, respondió ante la consulta de la kirchnerista Anabel Fernández Sagasti sobre qué votaría si le tocara decidir sobre el aborto en la Corte.
Un dato de color que dejó García-Mansilla fue que la candidatura a la Corte se la ofrecieron en la Casa Rosada el asesor presidencial Santiago Caputo y el vice ministro de Justicia, Sebastián Amerio. Lo confesó ante un duro interrogatorio que le hizo el kirchnerista Oscar Parrilli.
Otro momento incómodo para el académico fue cuando tuvo que explicar por qué alguna vez dijo que la dolarización puede ser anticonstitucional, un argumento que sostiene el presidente de la Corte, Horacio Rosatti.
“Si se confiscan todos los ahorros, sería inconstitucional. Pero no así si se hiciera un tratado de integración en el marco del artículo 75, inciso 24, debido a que el Mercosur asume que la moneda común es el dólar”, respondió a una pregunta de Martín Lousteau.
El radical también lo acorraló sobre su postura respecto al cambio climático, otro de los temas en los que García-Mansilla supo mostrarse reticente. “Es irrelevante lo que crea yo sobre el cambio climático, el Congreso ha legislado en la materia. No soy experto. No puedo más que aceptar lo que los expertos dicen que hay cambio climático”, se escabulló.
Luego el académico tuvo que aclarar que hay leyes vigentes que se deben cumplir. Una respuesta similar usó para diferenciarse del ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, quien este martes desconoció la legislación sobre diversidad sexual.
Fernández Sagasti también lo obligó a responder ante una eventual planteo de inconstitucionalidad del Registro de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI). “Una ley no puede dejar atrás un artículo de la Constitución”.
La kirchnerista Juliana Di Tullio incomodó a García-Mansillla cuando le preguntó su opinión ante una hipotética ley que pene el negacionismo. “Es una pregunta complicada. Nuestro sistema constitucional tiene una legislación robusta sobre libertad de expresión. Los delitos de negacionismo que se tipifican en Europa tienen una concepción distinta”, respondió.