El domingo electoral en la ciudad de Córdoba terminó con el abanico nacional de Juntos por el Cambio (JxC) expuesto en un escenario totalmente inesperado. La derrota de Rodrigo de Loredo empañó la foto idealizada por quienes pensaban disputarse el voto antikirchnerista en la provincia, pero vendrá la revancha. La penúltima semana de campaña rumbo a las PASO será intensa y estará patrullada por quienes quieren llegar a la Casa Rosada.
Horacio Rodríguez Larreta confirmó su visita para este viernes 4 de agosto. Prepararán el clima su compañero de fórmula, Gerardo Morales; el secretario de Asuntos Públicos del gobierno porteño, Waldo Wolff, y el ministro de Salud, Fernán Quirós. Se distribuirán el mapa provincial estratégicamente.
Patricia Bullrich no tiene agenda prevista en la provincia. Trascendió que regresará recién para el cierre de campaña que podría ser, como hizo Mauricio Macri en 2015, la clausura nacional de JxC en el corazón del país.
Sin embargo, no todo es color amarillo. El candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa, llegará este jueves. Trascendieron algunos detalles de la agenda y también los nombres que serán de la partida esa jornada. Una de las mujeres que lo acompañará en algunas de las recorridas es Gabriela Estévez, primer precandidata a diputada de extrema confianza de Cristina Fernández de Kirchner. Junto a Massa y el resto de la comitiva visitarán una fábrica de los triciclos más rápidos del mundo. En un primer momento, el desembarco estaba previsto para el martes.
Ya pasó Javier Milei con una foto un poco más escuálida que la de hace ochos meses; también Juan Grabois, que se entrevistó con el padre Mariano Oberlín, dedicado a la contención de jóvenes en barrios atravesados por el flagelo de la droga. Manuela Castañeira (Nuevo Mas) agitó por la ciudad su propuesta de un salario mínimo de $500.000; también Jesús Escobar de Libres del Sur dijo presente con una gira que incluyó la próspera Río Cuarto.
Esto no para, esto sigue.
La incomodidad de Picat
¿Más bullrichista que deloredista? ¿O al revés? El intendente de Jesús María, Luis Picat, prefiere responder que no pertenece al núcleo radical Evolución, que lidera Martín Lousteau y apoya a Larreta.
El pronunciamiento de De Loredo a favor de la fórmula “paloma” de Juntos por el Cambio colocó en una situación incómoda al primer candidato para la Cámara de Diputados de la lista de los halccones.
Nadie desconoce la cercanía de Picat con De Loredo ni, incluso, su admiración política. Ambos siempre tuvieron en claro sus respectivos encolumnamientos. Business to business.
Picat jugará a muerte por Bullrich, a la espera de la nueva configuración del recinto que promete renovación. Sin embargo, detrás del apoyo orgánico de De Loredo a Larreta no pasó desapercibido el llamado a un trabajo conjunto desde el 14 de agosto.
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Luis Picat, intendente radical de Jesús María.
“Fue un desbande. El radicalismo de Córdoba quedó en dos listas, pero hay un dato positivo que permitirá achicar diferencias con el resultado puesto: vamos a fiscalizar para los dos”, resumió un optimista de la vida que sabe que, en pocos días, los saltos como pochoclo a una u otra sartén de JxC perderán su encanto.
Pituquitos necesarios
Martín Llaryora se limpiaba la nariz con un papel tisú, mientras le pedía a su asesor estrella la agenda de medios de la semana. Era obvio, después de los “pituquitos de Recoleta” los medios con base en Buenos Aires exigirían explicaciones sobre el presunto agravio lanzado en medio de la algarabía por el triunfo de Daniel Passerini en la capital. También era esperable una gripe cuando las defensas del cuerpo bajaran con el nivel de cortisol propio de la campaña electoral.
El intendente y gobernador electo (que quiere ser presidente) se preocupó por las repercusiones de su discurso, pero se dispuso a sacarle provecho. “Durante toda una semana le hicimos campaña al modelo Córdoba y a nuestro candidato nacional Juan Schiaretti”, evaluaban positivamente las participaciones del sanfrancisqueño en los prime time televisivos.
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Cuando el buen humor impera, cualquier acontecimiento se celebra. “Les ganamos a Luis Juez y a Rodrigo de Loredo y vamos por sus sillas en los grandes medios”, chicaneaba un peronista del Palacio 6 de Julio que ya empezaba a estornudar.
El copyright mestrista
El contraste fue evidente. El ex intendente de la ciudad de Córdoba, Ramón Mestre, trabajó con bajísimo perfil para la campaña en la ciudad de su correligionario De Loredo. El día después de la derrota, explotaron las publicaciones en las redes sociales con muestras de apoyo y acciones de campaña para tributar en las canteras de Larreta y Morales, la fórmula “paloma” de Juntos por el Cambio.
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Ramón Mestre apoyará a Larreta para las PASO.
“Ramón se portó muy bien con nosotros”, admitían en las filas del deprimido deloredismo. Una confesión que antecedió a una revelación. ¿Los motivos de chispazos entre los socios electorales de 2019 fue por los lugares en las listas? Todo llevaba a pensar que era un origen posible, porque Mestre pedía dos lugares en el Concejo Deliberante de la ciudad, pero terminó obteniendo solo uno de cuatro que tenía.
El motivo de la puja entre radicales es más insólito. Mestre le reprochó a De Loredo que muchas de las propuestas que detalló en la campaña eran la continuidad de su plataforma electoral de 2011 y 2015. “Tenés razón, pero no podemos convalidar el relato de la continuidad”, pulverizó el candidato el incipiente pataleo.
Mestre cosechó un 8% en la ciudad que gobernaba cuando compitió por la gobernación en 2019. Esa marca le pesa, pero no lo inmoviliza. La derrota de De Loredo le da aire.