El alfil de Ramón Mestre, Pablo Farías, asumió con críticas a Javier Milei y a Luis Juez. El duro mensaje a Martín Llaryora. El pedido de Marcos Ferrer.
Marcos Ferrer y Ramón Mestre cuando se reencontraron, después de algunos chispazos, en la asunción de la autoridades de la UCR de la ciudad de Córdoba.
Marcos Ferrer rodeado por Diego y Ramón Mestre en la asunción de autoridades de la UCR de la ciudad de Córdoba. Les pidió "
abuenarse".
Pablo Farías, flamante presidente de la UCR de la Capital, es el mestrista que lleva la voz cantante.
Diego Mestre, presidente saliente del Comité Capital de la UCR de Córdoba hizo un repaso por su gestión.
La renovación de autoridades de la UCR de la ciudad de Córdoba llegó este lunes con la asunción de Pablo Farías. El alfil de Ramón Mestre le apuntó a Martín Llaryora, a Javier Milei y a Luis Juez. Participó Marcos Ferrer, presidente del Comité Provincia, quien en un acto mayoritariamente mestrista, pidió a la dirigencia “abuenarse”.
Cargado de mensajes, llegó el segundo tiempo de asunciones, tras un acuerdo sellado entre el diputado Rodrigo de Loredo y la alianza interna referenciada en el exintendente. En los papeles, Confluencia se quedó con el Comité Capital y el deloredismo, como se sabe, con el comando general del partido con el intendente de Río Tercero a la cabeza.
Hace ocho días, Mestre pegó un portazo y no participó de la asunción de Ferrer. Distinta fue la historia de este lunes por la noche, cuando Ferrer no sólo se hizo presente, sino que aceptó dar unas palabras en las que no ahorró valoraciones positivas. Elogió la trayectoria política del dos veces intendente y su gestión en la ciudad, a la que consideró “injustamente castigada”.
Una vez que asumieron las autoridades de la Juventud Radical de la ciudad -con el pasamanos entre Belén Panichelli, del sector que conduce Marcelo Cossar; y Rodrigo López, integrante de las filas del legislador Miguel Nicolás- llegó el turno de los encendidos discursos de Diego Mestre y Farías, presidente saliente y entrante respectivamente.
El exdiputado y hermano del líder de Confluencia, Diego Mestre, dejó la conducción del Comité Capital y valoró las acciones llevadas a cabo en su gestión, entre las que destacó los debates dados, la urna de participación vecinal para recorrer los 14 circuitos y el Instituto de Políticas Públicas Municipales.
A su turno, Farías, quien fue secretario de Servicios Públicos en la gestión capitalina de Mestre, habló de las “patologías políticas de la UCR”. Destacó la multiplicidad de tribus internas, el funcionamiento del centenario partido en clave de “alianza” que dejarían de lado las discusiones profundas como la identidad partidaria y el envejecimiento del padrón electoral.
“Somos como un club de fútbol sin divisiones inferiores”, expresó de manera autocrítica.
Desde su trinchera, el flamante presidente del Comité Capital presentó un discurso en clave conciliadora, al mismo tiempo que no ahorró críticas a los gobiernos capitalinos anteriores al de Mestre (2011-2019). En otras palabras, institucionalizó las bases del discurso que el mestrismo viene sentando a través del líder de Confluencia.
Una vez que comenzó a hablar, Farías le agradeció al exintendente y dijo: “A pesar de heredar el desgobierno más absoluto, durante su gestión hizo para la ciudad de Córdoba mucho más de lo que se le reconoce dentro y fuera del partido”. Fue una sutil y al mismo tiempo clara crítica a los gobiernos del Frente Cívico de Luis Juez y Daniel Giacomino; un dardo más que claro que pone en jaque el mantra de De Loredo: "La alianza con Juez no se toca".
Más adelante, Farías le dio continuidad a la resistencia mestrista cuando criticó con el mismo tono a las administraciones de la provincia de Córdoba, encabezada por Martín Llaryora y la radical Myrian Prunotto. También hubo palos para Javier Milei.
Respecto al gobierno provincial, hizo un recorrido por las denuncias contra la cúpula policial y se refirió a los casos de “violencia institucional” cometidos en los últimos años. Además, expresó que “la provincia administrada hace más de 20 años por el peronismo aporta a esta crisis, índices de desocupación y pobreza más altos de la argentina, niveles de inseguridad propios de los distritos más violentos”.
Frente a la mirada atenta de Ferrer, que en su asunción de la semana pasada dejó entreabierta la puerta a una alianza con La Libertad Avanza, Farías dijo: “El mismo gobierno que en una ventanilla dice que no hay plata para las universidades públicas, por la otra disponen de cientos de millones de dólares para comprar aviones usados”.
Invitado a pronunciar unas palabras frente a todo el arco del mestrismo de la capital, Ferrer parece haber comenzado a trabajar en sintonía con lo que la semana pasada anunció: “unir al radicalismo”.
En ese sentido, valoró las obras del último gobierno radical en la ciudad y deslizó una crítica contra el gobierno de Milei: “Mientras se discute la educación pública en Argentina, Ramón (Mestre) construía los parques educativos, que son las obras más trascendentes que tiene la Capital”, dijo, consiguiendo el aplauso de todo el salón Macario Carrizo, adornado con enormes cuadros con los líderes radicales cordobeses y del país.
Ferrer pidió que se terminen las internas partidarias y que se redoblen los esfuerzos para “abuenarse”. “Somos muy injustos los radicales a veces y hemos dañado mucho a nuestro partido con las internas. Hemos sido más críticos con nosotros que con los de afuera. Somos una gran familia y tenemos que cuidarnos todos”, repitió algunas líneas del discurso de asunción.
El presidente de la UCR de Córdoba pidió avanzar en acuerdos a pesar de las diferencias y dijo que no hay posibilidad de construir un proyecto provincial sin la capital. Finalmente, "puso música en los oídos" del auditorio cuando dijo que el centenario partido debe encabezar las listas para Diputados de 2025 y, en 2027, las de intendente y de gobernador de la provincia de Córdoba.
Ferrer y Farías tienen el desafío de superar la interna partidaria que le pegó fuerte al radicalismo de Córdoba, aunque ambos comenzaron sus gestiones con fuertes posicionamientos políticos.
Mientras Farías le cierra la puerta a un entendimiento electoral con LLA, Ferrer no quita la posibilidad de diálogo. Hasta el momento coinciden en trabajar para la unidad y hacer oposición al Partido Cordobés de Llaryora. El tiempo dirá si alambrar Córdoba para provincializar la discusión política le es suficiente a Ferrer. O bien, si el mestrismo insiste en romper esa malla y poner el rechazo al gobierno de Milei en la discusión partidaria.
¿El detalle? La política de alianzas del radicalismo será una decisión del Congreso Provincial de la UCR, que aún no ha estrenado sus nuevas autoridades.
Calma, radicales.