El titular del PRO, Mauricio Macri, se pone al frente de la pelea de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) con el presidente Javier Milei por la coparticipación: en la reunión de la mesa ejecutiva del partido, que el expresidente encabezó este lunes, ganó espesor la idea de pedir el embargo de las cuentas de la Casa Rosada para obligarla a cumplir con el fallo dictado por la Corte Suprema en 2022, según el cual la administración central debe enviarle al gobierno porteño el 2,95% de los recursos coparticipables, por goteo y de manera diaria. El Estado nacional incumple esa medida.
En efecto, en el encuentro de este lunes, del que participaron gobernadores, intendentes y parte de la tropa legislativa, se conversó sobre la posibilidad de solicitarle al máximo tribunal judicial que trabe un embargo sobre las cuentas de la Casa Rosada para que se transfiera todos los días el monto reclamado.
Lentamente, en las usinas del partido amarillo gana fuerza la idea de equiparar a La Libertad Avanza (LLA) con la administración de Alberto Fernández, durante la cual el coeficiente fue lleavado a 1,4, en detrimento de la Ciudad y arguyendo la necesidad de incrementar los salarios de la Policía de la provincia de Buenos Aires, gobernada por el peronista Axel Kicillof. Antes, había sido Macri quien, durante su presidencia, había aumentado el porcentaje a 3,5% con el argumento del traspaso de la Policía de la Ciudad.
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La guerra por los recursos tuvo un capítulo cercano en el tiempo que parecía encaminar el asunto. Fue en enero, cuando en una reunión entre el jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, y el ministro de Economía, Toto Caputo, se acordó transferir a partir del 1 de agosto el 2,95% de los fondos coparticipables, tal cual lo ordenó la Corte en la cautelar. Sin embargo, el Tesoro sólo envió el 1,4% y, ante la queja de la Ciudad, se ofreció enviar semanalmente y vía ATN la suma de $20.000 millones. Macri rechazó esa propuesta, que implica quedar expuesto al envío discrecional de fondos.
El temario del PRO de Mauricio Macri
La cumbre de la mesa ejecutiva del PRO no fue convocada por la situación de la coparticipación, pero sirvió para darle más fuerza al reclamo. Macri estableció que debe reunirse al menos una vez al mes con el objetivo de darle más vida institucional al espacio que pretende poner a salvo de la avanzada libertaria. Las autoridades partidarias empezaron a diagramar el próximo evento en donde estarán todos juntos a fin de mes en Entre Ríos.
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La nueva conducción del PRO bajo el ala de Mauricio Macri.
También se evaluó la agenda legislativa. Macri quería saber la opinión de las principales figuras del partido en Diputados y en el Senado sobre diversos temas, entre otros, la declaración de la Educación como servicio esencial para bajar la cantidad de paros docentes.
“El objetivo es empezar a darle un poco más de orden a todo lo que tenga que ver con la vida institucional del PRO. También sus posturas”, afirmó un asistente al encuentro en la sede del partido.
Los integrantes de la mesa ejecutiva
A lo largo de una hora y media Macri expuso sus ideas. Lo escucharon la vicepresidenta primera del PRO e intendenta de Vicente López, Soledad Martínez; la titular de la Fundación Pensar, la diputada María Eugenia Vidal; sus pares de la Cámara Baja, Cristian Ritondo y Diego Santilli; el secretario general del partido, Facundo Pérez Carletti; el jefe comunal de Mar del Plata, Guillermo Montenegro; y Fernando De Andreis. Vía Zoom se sumaron el gobernador de Chubut, Ignacio Torres, y su par de Entre Ríos, Rogelio Frigerio. También, el jefe de Gobierno porteño, el primo Jorge.
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Macri eligió hacer la reunión en la sede del partido, ubicada en calle Balcarce, a pocas cuadras de la Casa Rosada. Solía utilizar sus oficinas en Olivos para esas reuniones, pero, al haber formalizado su llegada a la conducción del espacio, decidió modificar ese aspecto. No hubo foto oficial por pedido de los asistentes.
Patricia Bullrich también juega
Quien volvió a quedar afuera del encuentro fue el vicepresidente segundo del PRO, el diputado Damián Arabia, mano derecha y armador de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, quien, ni lento ni perezoso, decidió presentar antes del encuentro un proyecto de ley junto a Silvana Guidice y otros halcones para eliminar la pensión vitalicia que recibe Fernández, después de la denuncia en su contra que realizó su expareja Fabiola Yañez por violencia de género.
El bullrichismo, fiel a la estrategia que planteó cuando Macri evitó que Bullrich asumiera como presidenta de la asamblea del PRO, responderá con “agenda anticasta”.
