Después de dos intentos fallidos, el Frente de Todos (FdT) logró aprobar en la Cámara de Diputados la creación de cinco universidades, entre ellas la de Madres de Plaza de Mayo. Lo consiguió a partir de un acuerdo con Evolución Radical, que tiene como referente al senador Martín Lousteau; y con el interbloque federal, donde colaboraron los representantes del gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti. Los dos podrían aportar la mayoría necesaria en el Senado para convertir estas iniciativas en ley.
El oficialismo persuadió a esas bancadas a partir del interés que tenían en aprobar la creación de la Universidad de Río Tercero, promovida por Gabriela Brouwer de Koning, de Evolución, nacida en esa ciudad. El resto de los cordobeses de todas las bancadas acompañó esta iniciativa y, para que no se cayera, tuvo la tarea de sostener la sesión, ante varios intentos sectores del PRO y la Coalición Cívica para dejarla sin cuórum. Desde el palco, el intendente del distrito, Marcos Ferrer, siguió el debate. El jefe comunal había presionado a sus coterráneos de Juntos por el Cambio (JxC) no dejarse llevar por la grieta.
Con la garantía de tener un sector de la oposición en sus manos, el oficialismo también consiguió validar proyectos para crear universidades en el Delta (que incluye Tigre, San Fernando y Escobar), Pilar y Ezeiza, que fue la más resistida por JxC. Obtuvo 126 votos, tres menos que la mayoría simple, y se envió al Senado igual porque quienes se opusieron no se fueron de sus bancas.
Fue el tercer intento para tratar proyectos para crear universidades. El primero terminó en un escándalo, el 1 de diciembre último, cuando una parte de JxC suspendió la sesión a los gritos porque entendía que se había iniciado sin cuórum. Volvió a ser convocada 20 días después y ningún opositor quiso sentarse.
Por su cercanía con las universidades, Evolución Radical -compuesto por dirigentes de Franja Morada- siempre mostró interés en reflotar el tema y aceptó negociar con el oficialismo después de las elecciones primarias, en las que Lousteau fue derrotado en la Ciudad de Buenos Aires y ya no tenía costo político que pagar.
Experimentado en estas gestiones, el jefe de bloque del FdT, Germán Martínez, se guardó una carta: quedó para otra sesión el proyecto para crear una casa de altos estudios en Saladillo, presentado por Emiliano Yacobitti, el diputado de Evolución que además es vicerrector de la UBA y el principal coequiper de Lousteau.
Aun sí, Evolución no logró unificar una posición entres sus 12 miembros y sólo Yacobitti y Danya Tavela (también con trayectoria académica), aprobaron todos los proyectos para crear universidades. Para demostrar su voluntad, junto a compañeros Brouwer de Koning y Marcela Antola dieron cuórum al inicio de la sesión, pese a que el primer tema era la reforma de Ganancias.
La Universidad de la Madres se aprobó con 132 votos. Además del oficialismo, apoyaron los cordobeses Carlos Gutiérrez e Ignacio García Aresca, cercanos al gobernador Schiaretti y al sucesor Martín Llaryora, respectivamente. Completaron el cuadro de positivos Topo Rodríguez y Natalia De la Sota (que integran el interbloque federal, pero se acercaron al ministro de Economía, Sergio Massa); y la dupla socialista de Santa Fe, integrada por Mónica Fein y Enrique Estévez. Este grupo votó a favor de las cinco casas de estudios, al igual que los cuatro miembros del Frente de Izquierda, que fueron claves para que hubiera sesión, porque también avalaron la reforma de Ganancias.
El proyecto para crear la Universidad de Madres de Plaza de Mayo fue presentado por el diputado del Frente de Todos, Hugo Yasky, y eleva de rango al instituto creado con otra ley en 2014, cuando su líder, la fallecida Hebe de Bonafini, se encontraba cuestionada por las denuncias de desvío de fondos en los planes de vivienda, controlados por Sergio Schoklender. Nadie recordó esos hechos durante la sesión. El objetivo del proyecto es generar carreras orientadas “en la defensa, promoción y protección para el ejercicio efectivo de los Derechos Humanos”.
Debate exprés
Para evitar tensiones que pudieran complicar el ajustado cuórum, el oficialismo acordó un debate único para las cinco universidades. “Estamos creando instituciones públicas y educativas en función de un derecho que exige la decisión de un gobierno, su intervención y compromiso”, celebró la oficialista Blanca Osuna.
La diputada Brouwer de Koning destacó que la Universidad de Río Tercero cubrirá el daño de la explosión de la fábrica militar en 1995, cuando la población decreció. “Nuestra ciudad nunca bajó los brazos. Esto es una reparación histórica”, apuntó.
Como un anticipo de lo que podría ser el recinto a partir de diciembre, el jefe de bancada de Evolución, Rodrigo De Loredo, le reprochó al candidato presidencia de la Libertad Avanza, Javier Milei, su reivindicación del expresidente Carlos Menem. El libertario votó en contra de todas las propuestas de universidades. “Hubo un presidente que, para ocultar una venta ilegal de armas a Croacia y a Ecuador, hizo explotar una ciudad. Me cuesta creer que aparezcan expresiones políticas, a las que electoralmente no les va mal, y reivindican esos hechos”, lo atacó el radical.
Milei no habló del tema, pero sí su compañera de fórmula, Victoria Villarruel, quien sostuvo en Twitter que con las universidades se crean "kioscos para la izquierda hambreadora".
El momento de mayor tensión lo protagonizó Alejandro Finochiaro, del PRO, ex ministro de Educación, quien consideró un “latrocinio” la creación de la Universidad de Ezeiza porque toma la estructura de una ya existente, que es provincial. “Esta creación es, básicamente, a pedido de Massa para que el intendente de Ezeiza tenga bajo sus garras a una universidad. Una universidad no es una guarida. No puede ser un local partidario, es donde se dan los debates del conocimiento y son para luchar contra los totalitarismos”, disparó.
A Massa, en realidad, le interesaba más la Universidad del Delta, que fue defendida por la diputada Alicia Aparicio, con origen en el Frente Renovador. “Es una zona de importante crecimiento productivo, que aporta al producto interno de la provincia el 4,79% y el 1,51% al PBI del país”, destacó. Este proyecto tuvo respaldo de diez miembros de Evolución. Dolores Martínez estaba ausente y Martín Tetaz se abstuvo.
Lousteau y Schiaretti también tienen los votos para garantizar la sanción de estos proyectos en el Senado, el primero porque integra ese cuerpo y el segundo porque allí está su esposa, Alejandra Vigo. El oficialismo en esa Cámara elegirá el momento y temario para tratarlos. Sabe que podrá sostener el cuórum.