El Senado aprobó en la madrugada de este viernes la creación de cinco universidades nacionales, entre ellas la de la Asociación Madres de Madres de Plaza de Mayo, que tuvo el respaldo de tres figuras de la oposición: Luis Juez (PRO), Pablo Blanco (UCR) y Alejandra Vigo, esposa del gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti.
El proyecto, impulsado por el diputado oficialista Hugo Yasky, fue sancionado en la Cámara alta con 40 votos, tres más que los necesarios para la mayoría. Convirtió en Universidad el Instituto de Derechos Humanos creado hace 10 años, también por ley, en tiempos en que la Asociación fundada para recuperar a desaparecidos de la última dictadura era denuncia por corrupción en los planes de vivienda con fondos públicos que controlaba Sergio Schoklender. En los debates legislativos de este año, esas historias no resurgieron.
“Es el mejor homenaje que podemos ofrecerle a quien soñó, luchó y gestionó la concreción de este largo sueño: Hebe de Bonafini”, celebró la ley la senadora oficialista Nora del Valle Giménez.
La iniciativa estuvo tres años a la espera de tratarse en Diputados, donde recién se aprobó la semana pasada también con el respaldo de cordobeses cercanos a Schiaretti. En esa Cámara hubo dos votos de Evolución, la bancada del senador Martín Lousteau, quien este jueves no la respaldó. No era necesario.
El apoyo a la Universidad de Madres tuvo una moneda de cambio: la creación de otra en Río Tercero, promovida por la diputada Gabriela Brouwer de Koning, de Evolución y nacida en esa ciudad, quien desde temprano siguió la sesión del Senado desde las gradas. La acompañó Marcos Ferrer, intendente de dicha ciudad, que también revista en la tropa lustosista.
Las otras universidades que se crearon son de la provincia de Buenos Aires, con sede en Pilar, Delta (Tigre, Escobar y San Fernando) y Ezeiza. Esta última fue resistida porque se trata de la nacionalización de una casa de estudios de la provincia. Obtuvo 41 votos, entre ellos dos de JxC: la cordobesa Carmen Rivero (PRO) y la chubutense Edith Elizabeth Terenzi (Cambio Federal).
A diferencia de lo ocurrido en Diputados, los aportes de la oposición no eran necesarios, por lo que no quedó claro si fueron genuinos o se trataron de confusiones de madrugada. Sobre todo, porque antes de la votación, el radical Blanco anunció que el interbloque no iba a respaldar las universidades de Madres de Plaza de Mayo y Ezeiza, pero luego se aprobaron con votos de JxC. Entre ellos, el suyo, en el primer caso.
Vigo sí apoyó las cinco universidades y se convirtió en una aliada clave para el Frente de Todos, que no contó con la ayuda de la misionera Magdalena Solari Quintana, al igual que ocurrió en la votación del pliego de la camarista Ana María Figueroa.
La Universidad de Río Tercero fue otra vez la más votada: reunió 59 apoyos y sólo un voto en contra, el de José Torello, del PRO, ex jefe de asesores de Mauricio Macri, que sólo quiso votar la creación de la casa de estudios de Pilar. El senador no hizo más que alentar la fractura entre el PRO y la UCR, que parece inminente si la candidata presidencial de JxC, Patricia Bullrich, se queda afuera del ballotage.
La Universidad de Río Tercero será una reparación histórica por la explosión de la fábrica militar en 1995, que alentó la migración y redujo la población. "Se va a mejorar la movilidad, la productividad y el desarrollo. Por otro lado, es cierto que además de crear universidades, hay que mejorar la permanencia de los estudiantes, la graduación y la relevancia de los temas”, sostuvo Lousteau.
La oficialista Juliana Di Tullio cerró el debate con una reivindicación del kirchnerismo. “En los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner creamos por ley 17 universidades, gratuitas y de calidad, muchas de ellas en el Conurbano. En la gestión macrista no se votó ninguna. Hoy se están creando cinco universidades más y ya hay, en Diputados, otras tres en tratamiento. Vamos a crear ocho universidades más”, se entusiasmó.