La oposición consiguió este miércoles cuórum para tratar el DNU que aumenta en 100 millones de pesos los gastos reservados de la SIDE, con aportes sueltos de la UCR, del PRO y de las libertarias Rocío Bonacci y Lourdes Arrieta, quienes están enfrentadas al gobierno de Javier Milei desde que denunciaron que fueron engañadas para ir a Ezeiza a reunir a represores.
Se trata de un golpe fuerte contra Santiago Caputo, asesor del Gobierno y a cargo de controlar estas partidas. El pedido de sesión fue realizado por referentes de Encuentro Federal, liderados por Nicolás Massot, la Coalición Cívica y siete radicales.
Si bien el partidos centenario había anunciado que darían cuórum, sólo una parte ocupó sus bancas. Sólo asistieron 16 de sus 34 miembros: los rebeldes, como Facundo Manes, y el grupo vinculado a Martín Lousteau. fue clave la ayuda de cinco integrantes del bloque PRO, entre ellos Álvaro González, cercano a Horacio Rodríguez Larreta. Del PRO se sentaron Florencia De Sensi, Sofía Brambila, Ana Clara Romero, Diana Molero y Héctor Stefani.
Sin embargo, en el PRO informaron que por orden de Mauricio Macri, la mayoría del bloque PRO decidió votar en contra del DNU, que de esa manera tiene un rechazo garantizado. El Gobierno supo de la rebelión de sus aliados este martes y metió una fuerte presión a los gobernadores de todas las fuerzas políticas para vaciar la sesión.
También ayudaron para abrir la sesión tres exmiembros del PRO: Oscar Zago, Eduardo Falcón y Cecilia Ibáñez. Junto a Bonacci y Arrieta, ingresaron al recinto cuando había 124 bancas ocupadas, 5 menos que el cuórum, y se sentaron para ayudar.
La ayuda clave del PRO
El Gobierno casi logra vaciar la sesión no asistieron los referentes del bloque radical cercanos a los mandatarios provinciales como tampoco los referentes de Córdoba y Entre Ríos que integran Encuentro Federal. El resto de los partidos provinciales también dejó sus bancas vacías y pudo frustrar la sesión. Macri fue clave para que la sesión no cayera y en este tema se mostró más rebeldes que los gobernadores radicales.
Otro dato fue la cantidad de ausencias que hubo de Unión por la Patria, que no llegó a 90 de sus 99 bancas ocupadas.
El oficialismo planteó una estrategia de resistencia, que consistió en pedir una votación por dos tercios para habilitar el debate, que finalmente fue rechazada por la oposición.