El ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, desembarcará este lunes en La Plata para un acto de alto impacto en medio de la campaña electoral: se mostrará junto a los 300 gendarmes que serán enviados a la capital bonaerense para enfrentar el delito, como parte del operativo de saturación de fuerzas federales en el conurbano bonaerense. De la actividad, que estaba prevista originalmente para el jueves pasado, pero se postergó por cuestiones climáticas, participará el ministro de Justicia bonaerense y candidato a intendente local, Julio Alak, pero no Sergio Berni, protagonista de polémicas con su par nacional por el envío de federales a territorio provincial.
La excusa será la firma de la cesión, por parte del organismo nacional de tierras, de un terreno de 30 por 50 metros ubicado en la esquina de las calles 39 y 30, en el barrio La Loma, en casco urbano platense. Allí funcionará una de las cinco unidades móviles de Gendarmería que se instalarán en distintos puntos del Gran Buenos Aires, tal como anunció Aníbal F. en marzo pasado, en medio de la polémica con el gobierno de Axel Kicillof por la coordinación entre la Bonaerense y las fuerzas federales.
Los tironeos parecen haber quedado atrás por la dinámica de la campaña. El desembarco de los gendarmes en La Plata fue coordinado entre el ministro Fernández y el gobernador sin mayores sobresaltos. La presencia de Alak prevista en el acto es una muestra de eso.
El evento, que tendrá un despliegue de gendarmes, motos y patrullas que se utilizarán en las tareas, busca generar impacto. Además de ser una de las preocupaciones principales de la población junto a la inflación, la (in)seguridad es uno de los caballitos de batalla con los que la oposición viene llevando adelante la campaña en Buenos Aires. A su vez, es el tema sobre el que se mueve el gobernador Kicillof, que viene repitiendo en su agenda los actos vinculados al tema seguridad, como las inauguraciones de bases operativas de UTOI de la Policía Bonaerense y las alcaidías para descomprimir las comisarías de las zonas calientes del delito.
Por eso, el oficialismo busca capitalizar el anuncio de una movida sin precedentes. Nunca antes funcionó en La Plata una base operativa de Gendarmería como fuerza de combate del delito urbano. En el caso de la capital bonaerense, serán 300 efectivos repartidos en turnos rotativos que cubrirán no solo La Plata, sino también Berisso, Ensenada, San Vicente y Cañuelas. Según estiman en el Ministerio de Seguridad nacional, los gendarmes estarán patrullando en un plazo de dos meses.
La primera parada de la agenda de Aníbal Fernández en la inauguración de bases operativas de Gendarmería en el conurbano fue el sábado en La Matanza, donde en abril pasado el asesinato del colectivero Daniel Barrientos generó una enorme conmoción y una crisis de gobierno, con Berni atacado a piñas por los compañeros de la víctima durante una protesta. Allí, el que capitalizó la foto con fuerzas federales fue Fernando Espinoza, que viene pidiendo a la Nación que apure las gestiones para poder contar con esa foto antes de las elecciones del domingo 22 de octubre, donde se juega su reelección.