Ni una palabra de la dirigencia peronista presente en el microestadio de Ferro tras conocerse los resultados. Cambio de planes tras la derrota electoral.
El búnker de Leandro Santoro
El búnker de Leandro Santoro
En el microestadio Héctor Etchart, el lugar elegido como búnker de Es Ahora Buenos Aires (EABA), reina el silencio tras conocerse que el batacazo del candidato libertario Manuel Adorni en las elecciones legislativas porteñas. El vocero de Javier Milei ganó por 30,04% de los votos al peronista Leandro Santoro que obtiene el 27,46%.
Santoro entró a Ferro pasadas las 19, acompañado por la diputada Cecilia Moreau, y recibieron con sorpresa el triunfo del vocero presidencial.
Luego llegaron la diputada nacional Paula Penacca, el senador Mariano Recalde y un grupo de dirigentes y militancia escasa.
En un primer momento había una expectativa prudente sobre un triunfo peronista en la Ciudad de Buenos Aires, pero al conocerse los resultados se desactivó la idea de sentar a los candidatos rodeando a Santoro.
Tras la jornada electoral, la dirigencia había llegando por goteo. Una de las primeras fue la presidenta del bloque de UP en la Legislatura porteña, Claudia Neira, quien ingresó a Ferro acompañada por Juan Manuel Valdés, uno de los diputados locales que no renueva su banca por haber completado dos mandatos.
En la sala de prensa del búnker de Santoro, el panorama era todo lo contrario. Pasadas las 16, empezaron a llegar los móviles de los medios principales que se ubicaron en la cancha de handball que hay debajo de la nueva tribuna local del estadio Ricardo Echeverri del club Ferrocarril Oeste.