Desde hacía semanas, el bullrichista Francisco Sánchez integraba una lista negra de la Casa Rosada de funcionarios que no funcionan a raíz de los viajes que realizó al exterior sin autorización de la mesa chica presidencial, que le achaca exorbitantes gastos de representación. Eso se sumó a una tensa relación que el dirigente del PRO mantenía con Javier Milei tras un acto en el Centro Cultural Islámico de Palermo a principios de junio. Según pudo confirmar Letra P, lo reemplazará el legislador libertario purasangre Nahuel Sotelo.
Hasta el cierre de esta nota, Sánchez continuaba en funciones este miércoles. Sin embargo, la mesa chica del jefe de Estado le hizo saber que es cuestión de horas para que su desplazamiento de la Secretaría de Culto, que depende de manera directa del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto que dirige Diana Mondino, quede registrado en el Boletín Oficial.
Fuentes inobjetables del Gobierno aseguraron a este medio que el jefe de Estado decidió poner en su lugar a Nahuel Sotelo, un legislador de la provincia de Buenos Aires de bajo perfil, pero de diálogo directo con los principales actores de la política libertaria nacional.
Sánchez, exdiputado del PRO, desembarcó en la administración libertaria de la mano de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. En 2022 quedó en el centro de la polémica al pedir la pena de muerte para Cristina Fernández de Kirchner, luego de que la fiscalía pidiera 12 años de prisión para la entonces vicepresidenta, en el marco de la causa de obra pública en Santa Cruz. "El año pasado presenté un proyecto de ley para que este tipo de delitos sean considerados traición a la Patria. Merecen la pena de muerte, no una liviana prisión domiciliaria", apuntó el por ahora secretario de Culto en Twitter.
Francisco Sánchez Patricia Bullrich
Las razones de Javier Milei para echar a Francisco Sánchez
Una de las primeras advertencias que recibió el todavía funcionario nacional fue como consecuencia de sus polémicos viajes a Italia, España, Chile y Azerbaiyán e incluso una participación en la cumbre del partido de ultraderecha Vox, en el país ibérico, en las que dejó correr numerosos gastos de representación, tal como reveló Letra P mientras los principales voceros de la Casa Rosada se esforzaban en repetir el mantra del déficit cero y la motosierra del gasto público.
De hecho, Sánchez tomó un vuelo de Aerolíneas Argentinas con destino a Madrid el 16 de mayo y regresó el 22, lo que representó al Estado gastos por $ 3.247.039, que junto con los millonarios gastos de representación, los utilizó en su gran mayoría para participar del Festival VIVA 24, organizado por Fundación Disenso España, donde brindó un discurso de apenas tres minutos.
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Francisco Sánchez, el secretario de Culto de Javier Milei.
Ese viaje, con su correspondiente presupuesto, no había sido consultado con Presidencia, ya que Sánchez lo tramitó directo a través del Ministerio bajo el que se mueve. Es por eso que el aún secretario no fue parte en aquella oportunidad de la comitiva oficial que se trasladó en el avión presidencial ARG-01, en el viajaron los hermanos Milei junto a un reducido grupo de funcionarios.
En términos políticos, lo que terminó de detonar el vínculo entre la mesa chica presidencial y Sánchez fue un acto religioso a mediados de junio. Según pudo saber este medio, el jefe de Estado tenía agendado con varios días de anticipación que participaría el 7 de junio de un acto en el Centro Cultural Islámico, en el barrio porteño de Palermo, pero no estaba al tanto que en ese lugar se encontraría también Alhalabi M. A. Riyad, encargado de negocios de la Embajada de Palestina. Para el entorno de Milei, quien debía advertir sobre la presencia del representante palestino era Sánchez.
Las diferencias de La Libertad Avanza con este país, sobre todo por su alineamiento político a Israel, provocaron que el jefe de Estado se negara a asistir a la reunión cuando ya se encontraba en camino al templo islámico. Esto provocó nuevas tensiones con la canciller Diana Mondino, que de alguna forma se saldaron ahora con el desplazamiento del secretario de Culto.
Pocos días antes de ese episodio, el faltazo de Sánchez al tedeum del 25 de mayo, el principal acto político religioso del año, anticipó que el funcionario estaba en capilla. El secretario adujo "cuestiones personales" para no asistir. Sin embargo, según la información que le proporcionó a este medio, por esos días tenía agenda protocolar en Chile.