LOS PERFILES DEL PODER

Paolo Rocca, un Rambo argentino contra la amenaza roja

El ceo de Techint batalla solo en Vaca Muerta: hasta YPF se sube al compre chino. Con precios 30% más caros, pide proteccionismo a Javier Milei. Los enemigos.

El país que quiere Paolo Rocca parte del ajuste del Estado y las reformas laboral y tributaria que empujan desde dentro del gobierno de Javier Milei engranajes de su maquinaria, pero requiere expulsar a China. Eso le abrió un frente de conflicto en Vaca Muerta. Petroleros dicen que Techint es un proveedor caro, con sobrecostos de hasta 30%.

El jueves pasado se realizó el seminario ProPymes, el encuentro anual que arma el magnate con su cadena de proveedores y clientes, conformada por más de 1100 empresas del país. Es una demostración de poder territorial, como la del intendente o el gremio que lleva gente y banderas a los actos. En este caso, Rocca juega de local e invita a algún referente del Gobierno para que lo escuche.

Sentó ante él a Patricia Bullrich. La felicitó por la reforma laboral de Milei, que ella impulsará desde el Senado y en la que el exabogado de Techint Julio Cordero y el estudio Bruchou Funes de Rioja tuvieron mucho que ver. Pero le pidió frenar el avance de China.

Paolo Rocca y Patricia Bullrich

“Una introducción, como siempre, para compartir con Patricia lo que fue ProPymes”, empezó Rocca. “La fuerza de las empresas está en la capacidad de construir una cadena de valor y un fuerte vínculo con las comunidades. Participan hoy de ProPymes 1108 empresas. El empleo en todas estas empresas, clientes y proveedores, supera las 50.000 y, si sumamos a las 25.000 personas que trabajan en el grupo Techint en Argentina, somos casi 80.000 empleados en una cadena sustancialmente formal. Una cadena industrial”, dijo delante de la senadora.

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Paolo Rocca recibió a Patricia Bullrich en ProPymes.

Paolo Rocca recibió a Patricia Bullrich en ProPymes.

Luego, fue al punto: “El año pasado dije que había que nivelar la cancha. Hoy, como demostró Donald Trump, hay que contrarrestar fuertemente a China”. Recordó que Canadá y México acaban de alinearse con el presidente de Estados Unidos con aranceles de 50% al acero chino, a contramano de Argentina.

Antes, el vicepresidente institucional del grupo, Javier Martínez Álvarez, había usado la depredación china del mar argentino como metáfora de lo que está ocurriendo más acá de las 200 millas marinas. "Trump no es el problema, es la reacción al problema”, enfatizó.

Bullrich siempre afina su instrumento para que suene en armonía con el poder y respondió abriendo un diálogo que está cerrado con llaves que ella no tiene. “Argentina ha tenido una experiencia de aperturas aceleradas y apresuradas y ha tenido problemas con esto. Estamos tratando de no ir a ese modelo. No queremos una economía cerrada. Si no lo consideran así estamos por supuesto dispuestos a abrir un diálogo”.

Federico Sturzenegger, Toto Caputo y el secretario de Coordinación de Producción, Pablo Lavigne, no atienden el reclamo de Rocca por China. Sus pares de la industria petrolera -socios de Tecpetrol en varios proyectos- tampoco.

La amenaza en Vaca Muerta

Rocca hizo correr la advertencia de que su fábrica de tubos con y sin costura para la industria energética ubicada en Valentín Alsina, SIAT Tenaris, podría cerrar si el consorcio del proyecto Southern Energy, el más acelerado para exportar GNL, no le otorgara el contrato como proveedor de los ductos necesarios para llevar el gas desde Vaca Muerta al puerto. Ningún alto ejecutivo de Techint confirmó la versión, que sí le extendieron a los trabajadores de la planta.

Southern Energy es la empresa que conformaron PAE (30%), YPF(25%), Pampa Energía (20%), la británica Harbour Energy (15%) y la noruega Golar (10%) para exportar GNL desde dos buques licuefactores anclados en Río Negro a partir de 2027.

Los socios de Southern están furiosos con Rocca, con quienes comparten el oleoducto VMOS, al que Tenaris entró como proveedor luego de que Tecpetrol se sumara al proyecto. Mastican bronca porque creen que Rocca les copó la agenda con lo que consideran una operación muy básica. La licitación privada internacional para abastecer al proyecto, dicen, está en curso, y tiene competidores de distintos países, además de China y Techint.

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Siat Tenaris, la empresa que Paolo Rocca, amenaza con cerrar porque importan los tubos de China

Siat Tenaris, la empresa que Paolo Rocca, amenaza con cerrar porque importan los tubos de China

“Toda la obra son u$s 1000 millones de inversión y para la construcción del gasoducto y la provisión de caños hay una licitación en la que participan 15 compañías”, le dijo a Los Perfiles del Poder, el newsletter semanal de Economía de Letra P (la suscripción es gratis, acá), una fuente del proyecto. “En licitaciones similares, presentaron precios 30% superiores a los de la competencia. Para proyectos de este tipo, eso es inviable”, añadió.

Paolo empezó una discusión por los medios con Bulgheroni (socio de la china CNOOC en PAE) para que le dé el caño de GNL” contó otra fuente del sector. “Ni siquiera se hizo la licitación y está diciendo que, si no gana, echa a 300 familias, encima a fin de año”, interpretó. “Está 30% arriba de la cotización… no lo tomo como un ruido hacia la licitación, sino que aprovecha la situación para hablarle a su personal”, añadió y reforzó: “Está buscando una excusa para cerrar la planta”.

Tecpetrol también tiene un proyecto de GNL, que todavía no oficializó. “Ahí pueden hacerse una adjudicación directa”, sumó una tercera fuente, que también defiende la apertura para bajar costos. “¿Cómo es que la planta de Valentín Alsina depende del proyecto de Southern?”, se preguntó.

China e YPF

El duelo de titanes puso de manifiesto el mayor protagonismo de China en la industria petrolera. El RIGI, que ahora se ampliará a la perforación en Vaca Muerta, habilitó la importación de equipos usados y la apertura comercial, el ingreso de piezas a precios que les son imposibles para la industria local, también afectada por la caída de la producción convencional.

Hubo un cambio en YPF que afectó sensiblemente el humor de las fábricas pymes que proveen insumos para la industria petrolera. La semana pasada, llevó adelante una licitación internacional para proveer válvulas por dos años, por unos u$s 10 millones. De los nueve oferentes que pasaron el análisis técnico, cuatro fueron importadores. YPF distribuyó el 80% de ese contrato entre empresas importadoras. “Es la primera vez en la historia que sucede eso”, dijo uno de los fabricantes que obtuvo una pequeña cuota del contrato.

Una cláusula impide a YPF otorgar más del 30% de las unidades a un solo proveedor. Para sortear ese escollo, siguió ese proveedor, otorgó las unidades “peso pluma” (las más insignificantes en términos de precio) a los productores locales y el 50% de las unidades “peso pesado”, las importadores. “A nosotros nos tocó algo que nos significa diez días de producción”, resumió.

“YPF es una empresa privada y sus accionistas merecen respeto”, respondieron desde la petrolera. “Compramos más barato, está pasando en toda la industria, porque el costo argentino es grande. Marín (Horacio, el presidente de la firma) lo dice públicamente. Estamos haciendo que la compañía sea eficiente; YPF compró a pérdida toda su vida y ahora compramos lo que es más conveniente y más barato, sea nacional o importado”. Este cambio, que parece racional desde el excel, afecta a las comunidades en las que opera YPF o cualquier otra compañía.

Una primarización a contramano de Estados Unidos

Es la primarización a la que se refiere Rocca, promovida irónicamente por la empresa que controla el Estado para bajar costos y ser más competitivos con Permian, el megayacimiento de shale de Estados Unidos. Con el precio del crudo a la baja, las empresas grandes canibalizan para bajar costos como sea. El proveedor que quedó a mitad de camino en la licitación de YPF ofreció precios 20% superiores a los de su competidor chino.

Una importante petrolera, por ejemplo, envió hace unos meses una comunicación a sus proveedores en la que les informó que, luego de un accidente sucedido con una válvula, revisará con mayor atención el cumplimiento de especificaciones técnicas. “Lo que no dijo es que esa válvula no se produce en el país, es china”, advirtió el fabricante que pierde terreno por el avance del gigante.

La guerra comercial de Trump con Xi Jinping complejizó el panorama, porque China comenzó a colocar sus excedentes de producción en otros mercados. “En los últimos meses, aparecieron traders chinos que ofrecen compras financiadas o a plazo; eso no pasaba”, ejemplificó otro empresario pyme que empezó a traer de afuera parte de lo que antes producía.

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Javier Milei y Xi Jinping. El libertario le abre el mercado al líder comunista.

Javier Milei y Xi Jinping. El libertario le abre el mercado al líder comunista.

Luciano Bonomi, gerente general de ADITA, que provee válvulas y accesorios, resumió el panorama. “El trabajo nos repunta de a poquito, pero están entrando bastantes cosas chinas”, dijo. “Sí impacta en lo que son más commodities, como bridas o espárragos. Ahí, las mismas compañías que fabricaban están trayendo desde China”, añadió.

El diferencial, piensa, está en la calidad. “Una unión de baja presión, que vendo a 190 dólares, llega a Argentina por 80 dólares. En las de más de 6000 psi (presiones máximas, para tareas más exigentes), estoy un 15% arriba, pero la calidad juega distinto porque puede haber riesgo para la vida y tenemos respuestos y presencia permanente”, agregó.

Es algo en lo que Rocca machaca, en su batalla con China. “Tecpetrol te dice directamente: ‘Chino, no’ en algunas cosas”, dijo Bonomi.

Paolo Rocca cobra y paga más caro

Rocca privilegia a su cadena de proveedores y convalida sus mayores precios, pero también reclama que sus clientes acepten pagar más. No sólo ocurre ahora con la industria petrolera. Es un modus operandi del grupo.

Lo recuerda otro industrial que quiso importar acero de Brasil, que llegó a ser hasta 50% más barato hace una década. “Él siempre presionó para ser el único proveedor de sus clientes. Si querías traer algo de afuera, hacía un procedimiento en la Secretaría de Industria y, en paralelo, te dejaba de vender”, recordó.

La Secretaría de Comercio e Industria ya no le es funcional. Sturzenegger y Lavigne abrieron la importación de acero. La caída de líneas de producción de lavarropas y heladeras y la fabricación de autos eléctricos chinos -incluso ensamblados en Brasil- dan la sensación de partido liquidado.

Martín Berardi, presidente ejecutivo de Ternium Argentina, lo dijo en ProPymes: “China aumentó sus exportaciones de acero, pasando de 54 millones de toneladas a 132 millones de toneladas, el doble del acero que consume toda Latinoamérica”.

Hace unos meses, Rocca le pagó sus buenos honorarios a Robert Lighthizer, un halcón de la primera gestión de Trump, para sentarlo a su lado a defender los aranceles contra China. Como Ronald Reagan, dijo que había que "elegir entre estar con el comunismo o con Occidente".

Pero Sturzenegger, El Coloso, le hace bullying. Abrió la exportación de chatarra, un insumo que Rocca monopolizaba, y chicaneó al último exponente de una generación de industriales que él emparenta con la casta. “Perdón, Paolo, abrimos la importación de acero, cayó el acero 40-50%, muchas gracias”, dijo hace poco en la Universidad de San Andrés, donde él y su equipo juegan de locales.

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