Hay fecha, el jueves 16 de febrero; hora, las 19; y lugar, la sede del PJ Nacional en el barrio de Balvanera. Mientras se espera que se cursen las invitaciones, la Casa Rosada confirmó cuándo y donde se realizará la mesa del Frente de Todos que Alberto Fernández convocó por Twitter el domingo. Como contó Letra P, el encargado del protocolo es el vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos, y fue el también apoderado del justicialismo, el vocero del anuncio de este martes.
Este medio adelantó que el escenario que evaluaba la Casa Rosada para la cumbre sería la renovada sede porteña del Partido Justicialista, no la residencia presidencial de Chapadmalal como había trascendido en los últimos días.
"A la reunión concurrirán los representantes de los distintos espacios políticos del Frente de Todos", reza el mensaje que distribuyó el Gobierno al confirmar la fecha de la mesa. El listado de invitados todavía no fue difundido y en el kirchnerismo se llamaron a un llamativo silencio desde que Fernández aceptó llamar a la mesa que reclamaban distintos sectores internos hace bastante tiempo. "Como presidente del PJ, el partido más importante de nuestra coalición de Gobierno, he decidido convocar en los próximos días a la conformación de una mesa que diseñe las reglas electorales del Frente y la estrategia a seguir con miras a las distintas elecciones de este año”, fue el mensaje del Jefe de Estado.
En su breve mensaje, Fernández le marcó la cancha al kirchnerismo, que pide ampliar el temario del debate y no dejarlo circunscripto a una estrategia electoral. El sector referenciado en Cristina Fernández de Kirchner se había anotado como victoria el llamado al dialogo, después de meter presión a la Casa Rosada con una foto de Máximo Kirchner, Sergio Massa y un grupo de intendentes en Merlo la semana pasada.
Después de la convocatoria, el ruido interno regresó. En una entrevista, Fernández apuntó contra el ministro del Interior Eduardo Wado de Pedro, protagonista del último capítulo del culebrón oficial, al dejar trascender su enojo por haber quedado afuera de una reunión de Luiz Inácio Lula Da Silva con organismos de Derechos Humanos. "Yo se con quién puedo gobernar y con quién no”, sentenció el Presidente, al admitir que "hace meses" no habla con el funcionario.