La campaña, que ya se había insinuado en noviembre, empezó formalmente el domingo pasado con una liturgia clásica y modesta: algunos pasacalles, panfletos y pintadas, un encuentro de las agrupaciones opositoras en la previa del debut en la Bombonera, cantos y fotos. Al otro día, siguió con una reunión del equipo de campaña de la oposición xeneize, que tiene como principal objetivo instalar al exministro macrista Andrés Ibarra como el principal candidato y convertirlo en el próximo presidente de Boca. Una tarea que parece difícil, pero que en ese sector analizan como posible.
Como toda campaña, en el camino electoral se darán algunos movimientos urticantes que llegarán desde las sombras. De hecho, la fiscal Celsa Ramírez inició de oficio una investigación por el posible exceso de aforo en la Bombonera en la primera fecha de la Liga Profesional. El gobierno porteño, a través de su Comité de Seguridad del Fútbol, le pidió al club arbitrar las medidas necesarias para no repetir algunos desmadres que se vieron ante Atlético Tucumán. El primero -y más importante- es que Boca vuelva a utilizar el ránking para habilitar la entrada a personas asociadas de acuerdo a la cantidad de presencias en partidos anteriores.
“El tiempo nos está dando la razón: no respetaron el sistema de adherentes, hicieron a dedo nuevos socios, y el domingo hubo riesgo de vida”, remarcó, a Letra P uno de los dirigentes que conforman la mesa de campaña del macrismo xeneize. Ese sector denuncia que la gestión de Jorge Amor Ameal y Juan Román Riquelme pasó a “activos” con fines electorales a 12.900 personas, y que eso ocasionó el desborde del pasado domingo.
Las imágenes que circularon en redes sociales -el hincha que se desmayó por los cortes de los alambres de púa que dividen plateas y tribunas, o las rajaduras de las populares altas- sirvieron como argumento para semblantear los primeros trazos de un horizonte que no promete ser del todo limpio.
Tras la actuación policial y la judicial, en algunas oficinas de Brandsen no dudan en sospechar de la influyente mano de Daniel Angelici, el expresidente xeneize que camina y opera los juzgados. A diferencia de lo que ocurría hasta no hace mucho, ahora Angelici promete ayudar y consolidar la candidatura de Ibarra para derrotar a Riquelme en las elecciones de diciembre.
Además de Angelici, en la órbita judicial que incide en la cotidianidad bostera están el fiscal General de la Ciudad Juan Bautista Mahiques y el ministro de Justicia en uso de licencia Marcelo D’Alessandro. Los dos fueron parte de la comitiva que viajó a Lago Escondido invitados por el Grupo Clarín, lo que generó un escándalo político-judicial de dimensiones aún desconocidas.
Diseños
Es la primera vez en casi tres décadas que el sector que lideró históricamente Mauricio Macri deberá afrontar una campaña como espacio opositor, y no desde las oficinas del club. Boca fue para el PRO -o para Juntos por el Cambio- una suerte de laboratorio que formó y promovió a Macri y a diferentes dirigentes.
Construir una alternativa electoral desde afuera es una novedad que supone un desafío: el latiguillo que repiten a toda hora desde hace varios meses –“recuperar el club”– ahora tendrá que transformarse en un programa que cautive a las más de 50 mil personas que podrían votar en diciembre. Ibarra todavía está lejos de alcanzar el nivel de conocimiento necesario para concretar eso.
Enfrente tendrá, seguramente, a un ídolo como Riquelme, querido por todo el mundo Boca como jugador, pero a quien el macrismo le cuestiona su impronta personalista y su manera de conducir el club. El “Boca está por delante de las personas” que repite Macri y el grupo que lo rodea se sintetiza en el “Boca primero” ploteado en unos de los bunker del espacio opositor, que en los días de partido se utilizará para afiliar hinchas y fidelizar votos.
Aún es temprano y resta tiempo: las listas quedarán cerradas después de mitad de año. Y en el macrismo, además de concebir a Riquelme como rival, también advierten que deben persuadir a otros posibles candidatos para que se sumen: el empresario Jorge Reale (además de Ibarra, el otro formalmente lanzado), Mario Pergolini y José Beraldi son solo algunos de los nombres de una lista que se seguirá agrandando cada semana.
A la usina judicial y los recursos económicos, desde la mesa macrista le suman una carta que nadie sabe si finalmente usarán: incluir a Macri dentro de la lista. Todo dependerá de cómo se desarrolla la pulseada electoral en estos meses de barro y rosca.