La jefa de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, se sumó al coro defensivo que Juntos por el Cambio montó alrededor del ministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Marcelo D'Alessandro, luego de que el funcionario porteño se viera involucrado en el escándalo por la filtración ilegal de chats y la denuncia por el viaje que compartió a la estancia de Joe Lewis, en Lago Escondido, con jueces, fiscales y directivos de Clarín.
“No sostener a funcionarios acosados por las mismas mafias que asesinaron a (fiscal Alberto) Nisman, con escuchas falsas e ilegales, no habla muy bien del gobernante que no sostiene al funcionario, ni enfrenta a las mafias”, aseguró la exdiputada a través de su cuenta de Twitter, en la que apuntó contra el kirchnerismo que exige la salida de D'Alessandro de la administración porteña y también contra el propio alcalde Horacio Rodríguez Larreta por no respaldar a su colaborador inmediato.
Con el mismo libreto de D'Alessandro, la excandidata presidencial denunció que el ministro fue víctima de un hackeo de su celular personal mediante el cual -considera- le habrían creado los mensajes que se difundieron y en los que se escucha al funcionario porteño negociar maniobras mediáticas para esconder el viaje que realizó a Lago Escondido y también las conversaciones que mantuvo con Silvio Rosales, el vocero del presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti.
“Ya se ha hecho la denuncia penal correspondiente”, remarcó Carrió, y consideró que D'Alessandro es víctima de una “mesa militar” de inteligencia que comandaría desde las sombras el exjefe del Ejército César Milani a través de la estructura de la Administración Federal de Inteligencia (AFI).
“Si para discutir o echar a un ministro, te basás en escuchas ilegales de Milani, no podés gobernar. Este es un principio elemental”, afirmó Carrió hace unos días en una entrevista con el diario La Nación en referencia al alcalde porteño.