PRETEMPORADA 2023

Con una última foto en 2022, Bergoglio se despidió de la política argentina

Recibió al secretario Pietragalla en mayo y cerró la agenda de citas coterráneas. En veda de audiencias por año electoral, hay una posible excepción a la regla.

En los últimos días de mayo de 2022, el papa Francisco recibió en audiencia privada en el Vaticano al secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla, junto a la embajadora argentina ante la Santa Sede, María Fernanda Silva. Hubo foto oficial y fue la última difundida con un representante de la dirigencia política argentina. Desde entonces, Jorge Bergoglio cerró las puertas vaticanas a sus compatriotas en el contexto de una conveniente veda de reuniones a raíz del año electoral en el país.

Aunque se trata de una medida protocolar que cumplen diplomáticamente todos los pontífices, Francisco impone la medida con la pretensión –revelan sus colaboradores- de que la dirigencia argentina no lo meta “de prepo” en la contienda electoral vernácula ni tampoco lo utilice con fines partidarios. Hay antecedentes.

A fines de 2022, Bergoglio verbalizó las motivaciones que lo llevaron a no recibir más a referentes de la política local en años electorales, y hasta expresar su malestar con quienes –según dice- lo “usan” sacando de contexto sus palabras para llevarlas a su molino partidario. "A veces lo hacen desde una hermenéutica anterior a lo que dije, para llevarme adonde quieren. 'El papa dijo esto' … Sí, pero lo dije en un contexto. Si lo sacas de contexto es otra cosa", se quejó el pontífice en declaraciones al diario español ABC.

En esa entrevista, el papa también se quejó puntualmente del comportamiento de un dirigente, al que no identificó: "Hace seis o siete años vino a misa un candidato argentino. Hicieron una foto a la salida de la sacristía y le dije: 'Por favor, no la use políticamente'. Quédese tranquilo, me respondió. A la semana estaba (la Ciudad de) Buenos Aires empapelada con esa foto, trucada para que pareciera que había sido una audiencia personal", graficó Bergoglio. Fuentes eclesiásticas dejaron trascender que el apuntado papal sería el intendente Martín Insaurralde.

Más allá del encuentro con Pietragalla, el 2022 fue un año con escasas reuniones con la dirigencia política argentina. Hubo pocas y menos imágenes que retratarán el instante. En mayo, los últimos “bendecidos” con audiencias fueron el entonces jefe de asesores de Alberto Fernández y actual vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos, quien viajó a Roma junto a María Rosa Muiños, titular de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires. También estuvieron, aunque en actos masivos y no en audiencias privadas, el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich y el intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray.

A principios de abril el desfile por la Casa Santa Marta, donde Bergoglio reside desde que llegó al papado, incluyó reuniones “reservadas” –sin fotos- con el ministro del Interior Eduardo de Pedro y el entonces todavía secretario de Asuntos Estratégicos Gustavo Beliz. En tanto, el 22 de ese mes, el papa le canceló a último momento una audiencia que tenía agendada al canciller Santiago Cafiero, alegando los mismos dolores de rodilla que lo obligaron a modificar los ritos de Semana Santa. A falta de suspicacias por la cancelación, el Vaticano difundió una imagen del pontífice reunido con jóvenes argentinos fechada ese día.

Hay que remontarse al 13 de mayo de 2021 para encontrar una foto oficial de Bergoglio con un dirigente argentino y es precisamente de la audiencia que le concedió al presidente Fernández; y otra reunión exactamente un mes antes con el entonces ministro de Economía Martín Guzmán, en medio de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Las audiencias de Bergoglio con dirigentes de su país fueron casi una constante desde que el arzobispo de Buenos Aires fue proclamado papa el 13 de marzo de 2013. Entre quienes vivieron en la Quinta de Olivos, Fernández y Mauricio Macri se vieron oficialmente dos veces con el pontífice. Pero Cristina Fernández de Kirchner, una confesa bergoglista conversa, tiene el récord: cuatro audiencias, entre ellas la de septiembre de 2014, cuando Andrés Larroque le regaló al papa una remera de La Cámpora, generando malestar en el entorno del pontífice por la politización del momento. La actual vicepresidenta también aprovechó viajes apostólicos a Brasil, Paraguay y Cuba, para encontrarse con su compatriota el papa.

La excepción a la regla de no visita de argentinos en un año electoral podría ser Fabiola Yáñez. Con agenda propia, en noviembre pasado la primar dama participó de una actividad pública de Scholas Occurrentes y en su calidad de embajadora de esa red educativa global que fomenta el papa. En igual contexto podría ser la única en repetir en 2023, si bien no hubo foto ni encuentro en el 2021, en pleno calendario de las legislativas.

Desde mayo de 2022 no hubo más nada: no más reuniones ni más imágenes con referencias de la política argentina. Una regla que se mantendrá durante los meses que vienen.

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