ELECCIONES 2023

Juntos se frota las manos en la Sexta, una sección que podría cambiar el Senado

Se ponen en juego seis bancas y la proyección indica que se rompería la paridad de tres y tres. Enroque Gay - Moirano y fragmentación de las tribus del FdT.

LA PLATA (Corresponsalía Buenos Aires) Por el histórico perfil de voto conservador de la región, por la multiplicidad de candidatos competitivos o porque sus rivales están metidos en una intensa rosca interna. Por alguno de estos tres motivos -o por los tres a la vez-, en Juntos se entusiasman con sacar en la Sexta sección electoral bonaerense un triunfo en las urnas por una amplia diferencia que les permita romper la paridad actual en el reparto de bancas de senadores con el Frente de Todos (FdT).

 

Salvo que el peronismo mejore muchísimo su performance respecto a la elección de 2021, la coalición opositora recuperará a fin de este año el control de la mayoría de las seis bancas que se ponen en juego, que hoy están repartidas tres y tres entre las dos fuerzas.

 

La región de 22 municipios ubicada al sur de Buenos Aires va a las urnas con dos batallas centrales: la renovación en el Senado bonaerense y la disputa de la intendencia que representa casi el 50 por ciento de los votos de la sección, la de Bahía Blanca.

 

Las bancas que se renuevan en el Senado son las que se eligieron en la elección 2019, donde, a caballo del triunfo a nivel nacional, el peronismo hizo una de sus mejores elecciones históricas. El Frente de Todos sacó aquella vez 40 puntos contra 51 de JxC, con lo que el reparto de seis bancas quedó tres y tres, cuando habitualmente suele ser 2 para el peronismo y cuatro para la alianza del PRO y radicales.

 

Pero en los últimos comicios de 2021, donde se eligieron diputados provinciales, Juntos volvió a recuperar su amplia hegemonía en la sección. Sacó 52 puntos contra 28 del FdT. Por eso, el escenario es muy cuesta arriba para el peronismo. Si quiere retener los tres senadores que tiene, debería sacar en toda la sección al menos 10 o 12 puntos más que en 2021. Parece improbable.

 

En el arranque del año electoral, con muchas definiciones pendientes, en la Sexta la oposición se prepara para enfrentar una interna casi segura tanto a nivel seccional como en la pelea por las intendencias, con Bahía Blanca como protagonista principal de la batalla.

 

En el PRO, todo se encamina a plantear un enroque de dos de las figuras más importantes del espacio, el actual intendente bahiense, Héctor Gay, y Nidia Moirano, la histórica senadora del espacio. Gay, que este año terminará su segundo mandato con altos índices de adhesión en la ciudad, ya anunció que no irá por un tercer período por motivos familiares. En el macrismo la idea es que la candidatura del espacio quede en manos de Moirano, quien en diciembre terminará su cuarto mandato en la Cámara alta, donde hace 12 años es eje por el que se discuten todas las designaciones en el Poder Judicial desde la estratégica Comisión de Acuerdos y Asuntos Constitucionales.

 

En el PRO ya se frotan las manos. “Venimos trabajando en este esquema desde hace dos años. Tenemos todo muy ordenado”, dicen. Con los apellidos Gay y Moirano encabezando dos tramos de la boleta, se sienten invencibles en Bahía y muy fuertes en el resto de los municipios que componen la región.

 

Pero antes deberán sortear las PASO, donde promete tener protagonismo otro conductor de radio bahiense llegado a la política -como el intendente Gay-, el diputado bonaerense Lorenzo Natalí. Llegado a la política en 2020 de la mano de Emilio Monzó, en la interna de 2021 logró la hazaña de derrotar a nivel seccional a la lista que encabezó un funcionario de Gay, Fernando Compagnoni.

 

Con el radicalismo alineado detrás suyo, Natalí competirá por la interna de Bahía frente a Moirano y, probablemente, a otro senador de esa ciudad que termina su mandato, el lilito Andrés De Leo. De Leo quiere pelear por la intendencia, aunque todavía no está claro si la Coalición Cívica presentaría una lista seccional. De no hacerlo, ir a las PASO con una boleta corta sería una opción, aunque bastante improbable.

 

En el campamento del Frente de Todos, el río está revuelto y a la espera de las grandes definiciones, que llegarán en abril, con las certezas sobre cómo se acomodará el escenario de las candidaturas nacionales y bonaerenses.  Por lo pronto, los últimos intentos de armar una mesa de discusión con todos los sectores fracasaron.

 

A fin del año pasado, el actual diputado y exintendente de Monte Hermoso Alejandro Dichiara fue el anfitrión de un encuentro en el que se pretendió mostrar una foto de unidad. El encuentro tuvo como presencia fuerte al excandidato del FdT en Bahía Blanca y hoy titular del Puerto, Federico Susbielles, y el senador Marcelo Feliú, más algunos intendentes. Pero hubo ruidosos faltazos, como el del jefe de La Cámpora en la región, Gabriel Godoy, y de la mayoría de los jefes comunales.

 

El viejo acuerdo que mantenían Susbielles con La Cámpora en Bahía Blanca parece resquebrajado, pero nadie duda de que el actual director del Puerto y el camporista serán dos de los que definan. Susbielles ya avisó que quiere competir de nuevo por la intendencia de Bahía. Pero como nadie sabe si habrá o no internas, todos los campamentos buscan sumar músculo para llegar a la mesa de negociaciones mejor posicionados.

 

En esta sección del sur bonaerense, el peronismo sabe que tendrá que hacer una performance excelente para retener tres senadurías. La unidad debería ser un requisito básico para ir a la pelea con chances.

 

muteado para afuera, massa baja mensaje de unidad a su tropa
Martín Llaryora y Juan Schiaretti, durante la inauguración de un puente en la Ciudad de Córdoba. 

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