LIZ TRUSS

La nueva Thatcher: de Malvinas ni hablar

Neoliberal y defensora de la ocupación ilegal de las Islas, reemplazó al saliente Johnson. La Cancillería argentina, en silencio y a la espera.

La (ahora) excanciller del Reino Unido, Liz Truss, viajó este martes hasta Escocia, donde la esperó la Reina Isabel II, y cambió de cargo para jurar como nueva primera ministra de la quinta economía más importante del mundo. De esta manera, reemplazó al saliente Boris Johnson, quien abandonó el cargo antes del tiempo estimado luego de una serie de escándalos que le costaron el puesto. Truss se convirtió en la tercera mujer en ocupar las oficinas del número 10 de Downing Street. A pesar del cambio, en la isla seguirán soplando vientos neoliberales y la negativa a dialogar sobre la ocupación ilegal de las Islas Malvinas.

 

Luego de que le soltara la mano el propio Partido Conservador, al que en 2019 supo llevar a su mejor elección histórica desde 1987, Johnson abandonó el cargo luego de que sus filas internas dirimieran a su reemplazante en un proceso interno en el cual Truss se impuso en última instancia ante el exministro de Economía Rishi Sunak con el 57,4% de los votos. “Hice campaña como conservadora y gobernaré como conservadora”, afirmó este lunes, luego de que se confirmara que fue la vencedora de una carrera interna que contó con otras diez candidaturas.  

 

Ante las consultas de Letra P, distintas fuentes de la Cancillería argentina rechazaron brindar declaraciones y manifestaron que el gobierno de Alberto Fernández “esperará los primeros movimientos” de Truss para desarrollar la relación bilateral, que estará marcada, como ocurre desde la guerra de 1982, por la ocupación ilegal y la soberanía de las Islas Malvinas. El vínculo entre Buenos Aires y Londres registró un fuerte roce en junio, cuando el mandatario argentino cruzó por esta disputa a Johnson. “Hasta que no solucionemos este tema no podremos avanzar en otras cuestiones”, le manifestó en el marco de la Cumbre del G7.

 

Los antecedentes de Truss, su reciente campaña y sus primeras palabras como mandataria electa, presagian que la postura argentina sumará otro capítulo en una política de rechazo. Su llegada al poder no es una sorpresa en Londres porque se esperaba desde hace semanas y su política exterior hacia las Malvinas tampoco: es una férrea defensora de la ocupación ilegal, una dura halagadora del accionar armado del Reino Unido durante la guerra y una negadora del diálogo bilateral como mecanismo pacífico para resolver el conflicto. A raíz de estas características, de sus políticas neoliberales y de la defensa que hace de la “libertad” -a tal punto que nombró Liberty a su hija- es conocida en la isla como “la nueva Margaret Thatcher”, la premier británica durante la guerra de 1982.

 

Si bien la política exterior hacia las Islas Malvinas quedará relegada por las urgencias nacionales de Inglaterra y la guerra en Ucrania, que impacta con más fuerza sobre Londres, la continuación de la ocupación ilegal británica no está en duda para Truss. Como canciller de Johnson, apuntó contra el apoyo de China al reclamo soberano de Buenos Aires que el premier asiático le manifestó a Fernández durante su visita de marzo. "Rechazamos completamente cualquier cuestionamiento sobre la soberanía de las Falklands (como las llaman en Inglaterra)", aseguró a través de su cuenta de Twitter, donde calificó a las Islas como “parte de la familia británica”. “China debe respetar la soberanía”, agregó y anunció que su país defenderá el derecho a la autodeterminación de las personas que viven en dicho territorio.

 

En abril, cuando se cumplieron 40 años de la Guerra que dejó un saldo de 649 argentinos muertas, Truss publicó un video en sus redes sociales, donde manifestó que en la actualidad las Islas “prosperan como parte de la familia británica” y que son “un faro brillante de la libertad y la democracia”. Truss fue elegida -a través de un mecanismo interno partidario- como nueva primera ministra por 81 mil votos, la cantidad de personas afiliadas al Partido Conservador que la eligieron como sucesora de Johnson, es decir, apenas el 0,25% del total del padrón electoral que se formó para las últimas elecciones generales de 2019. En dicha aparición, la próxima primera ministra volvió a rechazar “cualquier pregunta” sobre la soberanía y advirtió: “Mientras algunos discuten sobre el pasado, nosotros nos enfocamos en el futuro. Hemos dado un paso al frente para defender el derecho de autodeterminación de las Malvinas antes y nunca dudaremos en hacerlo de nuevo”.

 

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