LA PLATA (Corresponsalía Buenos Aires) La intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, reunió en el Palacio Municipal a concejales del oficialismo y la oposición para repudiar en conjunto el ataque a la vicepresidenta Cristina Kirchner. Fuera de las cámaras y los micrófonos, la sensación de conmoción era unánime. “Pudo ser un desastre”, coincidía la dirigencia sin importar a qué lado de la grieta se ubique cada uno. A la jefa comunal y referente de La Cámpora se la vio impactada por lo sucedido. Mendoza estuvo con la vicepresidenta antes del ataque, en el Senado de la nación, y posteriormente, en su casa en el barrio de Recoleta. “No podemos perder la humanidad cuando hacemos política”, aseguró.
Temprano por la mañana y antes de partir a la movilización en Plaza de Mayo, la jefa comunal convocó a todos los concejales y concejalas del distrito para repudiar el intento de asesinato de la vicepresidenta. En conferencia de prensa, la totalidad del cuerpo deliberativo se mostró unido. Tuvieron la palabra el presidente del Concejo, Fabio Báez; el presidente del bloque de Juntos por el Cambio, Ignacio Chiodo, y el presidente del bloque del Frente de Todos, Ariel Burtoli. En esa instancia, sin la presencia de Mendoza.
El presidente del bloque opositor aseguró sin medias tintas: “No hay que hacer otra cosa que adherir. Repudiamos enérgicamente el gravísimo suceso que tuvo como víctima a la vicepresidenta de la nación. Todas las diferencias deben darse en el marco de la constitución, las leyes y la paz social. En el 83 dijimos nunca más a la violencia y generamos un consenso, que las discusiones políticas sean dirimidas en el debate político y después en las urnas. Exhortamos a toda la población a seguir ese camino y eliminar la violencia”.
Luego de las palabras de los concejales, ubicados en el hall de entrada del Palacio Municipal, Mendoza bajó de su despacho acompañada del jefe de Gabinete para sumarse a la conferencia de prensa. Luego de adherir a las palabras vertidas anteriormente y tras agradecer a la oposición por estar presente, relató que pasó la noche prácticamente sin dormir; no se puede “perder la humanidad” cuando se hace política, dijo. “Cristina es una mujer con enorme corazón, es una estadista, es para algunos la mejor presidenta, pero es una mamá, es una abuela, es una persona como sus madres, como ustedes y creo que hay que poder tener en cuenta eso a la hora de ejercer las responsabilidades, es lo necesario, hay que dejar de personalizar, generar tanto odio, al carecer de ideas se buscan argumentos violentos” afirmó.
En el mismo sentido le pidió a la comunidad quilmeña hacerse eco de las palabras de los representantes, discutir en el marco del respeto, sin perder la unidad. “Somos personas que representamos ideas e intereses, tenemos hijos y familia, la violencia no conduce a ningún lugar”, insistió.
La intendenta de Quilmes había estado poco tiempo antes del ataque junto a la vicepresidenta en el Senado de la nación. Según relató, hablaron de la importancia de la generación de gas licuado para comenzar a exportar y de las movilizaciones en la puerta de la casa de Recoleta. Dijo que Cristina estaba “bien” y “contenta”. Después del intento de asesinato volvió a reunirse con CFK, esta vez en su casa. “Tuve la oportunidad de verla, estaba muy conmocionada, bien, pero reflexionando sobre la gravedad del hecho y siempre pensando en cómo algo así no le suceda a nadie más, poniendo ella el cuerpo para lo que necesita el país y todo dirigente político”, relató. Luego, en diálogo con la prensa, contó que para la vicepresidenta “fue un momento de muchísima tensión” cuando vio las imágenes del disparo, “fue muy impactante”, insistió.
Consultada sobre si considera que este hecho pueda bajar las agresiones con la oposición afirmó que quiere imaginar que sí y que espera que este gesto y actitud (en relación al repudio de toda la dirigencia quilmeña) se traslade a la sociedad en su conjunto. “No se puede ser indiferente”, cerró.