En su columna de los domingos, Gabriela Pepe contó este fin de semana que Cristina Fernández de Kirchner tomó la decisión de mantenerse en silencio, al menos por ahora. Preocupada por la escalada de violencia que tuvo al atentado en su contra como punta de un iceberg que quiere saber qué más esconde, la vicepresidenta esperará a contar con más información sobre el episodio y su trasfondo para ser "muy prudente" a la hora de expresarse al respecto. Este lunes, la exmandataria habló, aunque sin palabras, apurada por un título brutal que publicó el diario Clarín en la tapa de su edición impresa. Solo una imagen posteó en su cuenta de Twitter: la de esa portada con el encabezado agrandado y destacado en un círculo rojo: "La bala que no salió y el fallo que sí saldrá".
En el artículo, que integra la saga de enfoques que escriben los editores del diario -las autoridades de la redacción- bajo la etiqueta "Del editor", el autor, Pablo Vaca, advierte que el Gobierno intenta darle al atentado contra CFK el carácter de "conspiración" con el fin de obtener de allí un rédito político, aunque para eso "se necesita de algo más que la banda de los copitos de nieve". "Claro: no se le puede sacar mucho rédito a un intento de magnicidio perpetrado por un par de marginales alucinados vaya a saber uno con qué", explica e ironiza: "Lamentablemente para el oficialismo, es lo que hay".
El autor señala que el oficialismo trabaja a partir de la premisa de que "el ataque a Cristina Kirchner sería producto de 'los discursos del odio'" y de que "en consecuencia la democracia argentina está en peligro". Vaca describe esta argumentación como un "relato".
La nota se refiere a la sospecha -al temor- que crece en el entorno de la vicepresidenta, donde "enumeran -escribió Pepe- distintos hechos de violencia política de los últimos dos años y apuntan contra Patricia Bullrich por los supuestos vínculos con grupos radicalizados. Entre otros, cuentan el ataque al despacho de Cristina en el Senado, las protestas violentas frente a la Casa Rosada - lanzamiento de antorchas incluido - y el Congreso, las agresiones a Massa el día de su asunción, las amenazas frente al Instituto Patria y la explosión de un local de La Cámpora en Bahía Blanca".
Entre otros puntos de conexión con Bullrich -profundiza la periodista de Letra P- exhiben el proyecto que presentó Gerardo Milman - mano derecha de la exministra- el 18 de agosto, en el que le pidió al Ejecutivo información sobre la custodia del Presidente y la vice con un curioso texto. 'No vaya a ser que algún vanguardista iluminado pretenda favorecer el clima de violencia que se está armando, con un falso ataque a la figura de Cristina, para victimizarla, sacarla de entre las cuerdas judiciales en las que se halla y no puede salir, y recrear un nuevo 17 de octubre que la reivindique ante sus seguidores', decía. (...) El mismo texto fue firmado por Francisco Sánchez, el diputado del PRO que pidió pena de muerte para la vicepresidenta".
La nota a la que este lunes hizo referencia CFK en su cuenta de Twitter abona la teoría Milman sobre una supuesta estrategia para sacar a la vicepresidenta del foco judicial. Conecta, para abonarla, con el derrape del senador José Mayans, que pidió parar el juicio de la causa Vialidad para ayudar a la construcción de la paz social.
Vaca calcula que "probablemente antes de fin de año los jueces emitan su fallo" y pronostica: "Si fuera adverso a Cristina, el relato del discurso del odio habrá cumplido su verdadero cometido: lo harán funcionar de profecía".