Las recientes jugadas de Cristina Fernández de Kirchner generaron un sinfín de especulaciones dentro de Juntos por el Cambio (JxC) mientras prepara su tablero para 2023. Con una centralidad que hasta sus rivales políticos elogian, la vicepresidenta volvió a ser también el eje de los debates en la coalición opositora, pero ahora no por sus embates contra la Justicia sino por el manto de dudas desplegado en torno a su eventual candidatura. Sin una postura unificada, cada partido de la coalición saca sus propias primeras conclusiones, al tiempo que plantea diferentes ecuaciones sobre el impacto de la posible decisión de la exmandataria. La única variable que comparten todos los análisis es que una postulación de CFK no representaría un problema para sus objetivos, sino todo lo contrario.
En el PRO están los que ven la chance de que se repita un escenario similar al de 2019, en donde la vicepresidenta logró una victoria con su reencuentro con Alberto Fernández y Sergio Massa, gracias a poder recuperar parte del electorado de clase media que perdió en 2017. En este caso sería a la inversa. Como contó Letra P, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, es el símbolo de una oferta opositora moderada que permita contener el voto del núcleo duro macrista, pero también pescar sufragios en el mar de los indecisos. Si el rival de la vereda de enfrente es una opción de un extremo del Frente de Todos (FdT), el alcalde porteño calcula que tendrá el camino hacia la Casa Rosada más allanado. Por las circunstancias de la interna, el alcalde viene endureciendo su discurso: con la vicepresidenta enfrente, podría no ir al otro extremo.
Otros matices tiene la visión que comparten los dirigentes que frecuentan a Mauricio Macri, sobre todo su segundo y tercer círculo de influencia. No hay una mera especulación sino que, incluso, alientan una postación de la vicepresidenta. Como espejo, son quienes piden que el expresidente protagonice abiertamente la disputa electoral, más aún si Fernández de Kirchner llega a ser candidata. En su razonamiento, los entusiasma un mano a mano con la mayor épica posible. Polarización al palo con la CFK encabezando la boleta, no como 2019.
Para alentar esa premisa, que ha llegado a los oídos del exmandatario, apelan como argumento a testimonios de personas que se arrepienten de no haberlo votado en las últimas presidenciales, declaraciones que su equipo viene recogiendo durante las recorridas de los últimos dos meses. El núcleo de confianza de Macri alista su propio “operativo clamor”.
Un escenario similar, pero con ella en el centro de la escena, es el que imagina Patricia Bullrich. La presidenta del PRO está convencida de que para el 2023 lo primero es asegurar los votos de JxC, antes que ir a buscar al electorado descontento con la Casa Rosada de ambos Fernández. Si la vicepresidenta fuera la cabeza de la formula a vencer, cree la exministra de Seguridad, serán menores los esfuerzos para pescar en el tercio del electorado que no se identifica con la grieta.
Sin estrategia electoral, pero tampoco sin dudas: la exdiputada Elisa Carrió descuenta que la vicepresidenta será candidata. Lo firma. Así lo expresa a viva voz no sólo ella, también su tropa. “Fernández de Kirchner necesita ser candidata por los fueros. La cuestión en todo caso es si se juega el pleno de ir por la presidencial o va a lo seguro con una banca en el Senado”, auguró a Letra P uno de los dirigentes de mayor confianza de la líder de la Coalición Cívica. Por otro lado, a la seguridad de su pronóstico, rechazan por prematura cualquier tipo de especulación que se haga dentro de JxC sobre el tema.
Por último, en la Unión Cívica Radical (UCR) hay un convencimiento de que tener enfrente a la vicepresidenta haría que el electorado propio se fidelice más rápido, escapando del otro extremo del escenario político. “Ella como candidata hace que mucha gente no dude en votarnos”, expresó un senador nacional.