SEMANA SANTA FE

Vengo bancando este proyecto

Perotti se calza al hombro a los funcionarios de Massa en la provincia. Arranque renovado y sintonía fina con el tigrense. Sociedad de socorros mutuos.

El ingreso de Sergio Massa al gabinete provocó un cambio de dimensiones en la postura del gobernador Omar Perotti. Sin hacer una de más, sin adjetivar en exceso, el rafaelino le dio un voto de confianza al ministro de Economía y lo rubricó esta semana en el auditorio de la Bolsa de Comercio, donde se calzó al hombro al secretario de Agricultura Juan José Bahillo. Este es mío, palabras más, palabras menos.

 

Hace menos de un mes, el presidente Alberto Fernández trató al campo de “especulador”. No pasaron muchas horas para que el gobernador saliera a defender al sector y dejara en claro los intereses que defiende. Entre ese momento y la actualidad, hay casi un abismo de distancia.

 

Perotti ve hoy en Massa una oportunidad de trabajo, de entendimiento, en base a hechos concretos y no meras declaraciones. “Nos trasmitió una definición de productor que sin duda nos hace tener una expectativa diferente”, celebró Perotti a Bahillo el jueves. Bahillo es Massa, claro. “Sus expresiones marcan un camino”, lo mimó.

 

En otro tramo del discurso, el gobernador recordó aquel cruce al Presidente y habló de “tamaña confusión”.  “Confundir a un productor con un especulador, un terrateniente es como confundir al dueño de una estación de servicio con un petrolero”, asestó.

 

Para Perotti, Fernández es pasado hoy. Y por eso se recuesta en Massa, que es presente y quizás futuro. Y no sería extraño que el gobernador le esté dando una mano al ministro para que el sector liquide y le entregue al Gobierno los dólares que tanto desea y necesita. Si Perotti obtiene, retribuye.

 

“No importa quién esté si responde a los intereses que defiende Perotti”, dice una persona que le sigue permanentemente los pasos al rafaelino. Hoy, al menos en el inicio de esta nueva era, Massa es uno de esos.

 

Prueba de ello es la reunión, de la que se filtró poco y nada, que ambos mantuvieron en Buenos Aires hace diez días. De dicho encuentro, Perotti se trajo fecha de firma del fondo de garantías para la construcción de un acueducto biprovincial. Planteó el tema y se volvió con certezas ahí mismo.

 

Este viernes, para sumar al cúmulo de decisiones, Perotti solicitó la intervención de las fuerzas armadas por los incontrolables incendios en el Delta del Paraná, decisión que acordó luego de haberse reunido con Fernández y Massa. La Casa Rosada respondió de manera positiva rápidamente, en un pelín. Todo cerradito.

 

“Si el camino es ese, va a haber más acuerdos”, abona un funcionario perottista. De esa manera, la Rosada evitará que Perotti juegue al tira piedras o esboce un esquema para competir en 2023 fuera del Frente de Todos. Sobre la base del trabajo, el gobernador trabajará en conjunto con Nación.

 

Siempre bajo sus condiciones. “Por eje temático”, como dice uno de sus funcionarios de primer nivel. No lo cuenten para enfrentar a la Corte Suprema, por ejemplo. Sí para contener y acordar con el agro. Porque por sobre todas las cosas, Perotti es perottista. Nada más.

 

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