A pesar del cambio en la presidencia de la Cámara de Diputados, la estrecha paridad que surca al recinto no ha sacado el freno para reactivarlo. La flamante titular del cuerpo, Cecilia Moreau, lleva doce días en el cargo y teje en silencio. Tenía previsto reunirse con los jefes de todos los bloques esta semana y el encuentro no pudo concretarse, pero ya mantuvo contactos individuales para explorar un temario común que permita realizar una sesión el 31 de agosto. Hasta ahora, habría acuerdo para tratar la ley de enfermería, la de alcohol cero para conductores con alcance para todo el país y el consenso fiscal que aprobó el Senado este miércoles.
No han sido días fáciles para ninguno de los dos grandes conglomerados. Es el mar de fondo de una agenda legislativa que todavía no encuentra una definición concreta cuando falta un mes para que el jefe de Gabinete, Juan Manzur, asista a dar informes sobre la gestión del Gobierno. En el oficialismo calculan que la postergación por 15 días de la visita del ministro coordinador ofrece un margen para planificar una sesión el 31, que era el día original de su comparecencia. Manzur hablará un día antes de que venza el plazo para presentar el proyecto de ley del Presupuesto 2023. Desde el 15 de septiembre comenzará la etapa previa al trámite en la Comisión que preside Carlos Heller, pero la instancia de presentaciones y debates posiblemente comiencen en octubre con el regreso de Sergio Massa al cuerpo, pero calzado en el traje de ministro de Economía.
La previa de ese momento es parte de los diálogos reservados que mantiene Moreau con cada cacique parlamentario. Por ahora, no hay fecha para la reunión con todos. Integrantes optimistas del bloque del FdT, que lidera Germán Martínez, apuestan a un encuentro la semana próxima. En el despacho de la presidenta de la Cámara no ofrecieron precisiones. Sólo detallaron que mantuvo reuniones con las áreas de funcionamiento del cuerpo y se reunió con la ministra de Mujeres, Género y Diversidades, Elizabeth Gómez Alcorta. "Tuvo charlas con los presidentes de bloque para ponerse a disposición y que le lleven la agenda legislativa que les parece pertinente tratar y garantizar el funcionamiento de la Cámara. Hay que organizar debates en comisión y armar una agenda que incluya los temas de los distintos espacios, además del presupuesto", señalan.
De esos intercambios surgió la posibilidad de que llegue al recinto la iniciativa que busca jerarquizar a los enfermeros y enfermeras a nivel nacional y también federalizar la prohibición de conducir luego de beber bebidas alcohólicas. Rige en ocho provincias. La norma buscaría nacionalizar esa restricción y dependerá de la adhesión de cada distrito, aunque tendrá cumplimiento efectivo en todas las rutas y caminos nacionales.
Otro punto es el Consenso Fiscal que votó el Senado, pero contó con un respaldo dividido de JxC que podría demorar el trámite en Diputados. La voluntad del oficialismo es tratarlo en comisiones antes de la llegada del Presupuesto.
Esta semana ya comenzó el trabajo en distintas comisiones, pero la atención está concentrada en el avance del proyecto de ley agrobioindustrial que establece beneficios fiscales y un plan de desarrollo para los próximos diez años. La iniciativa lleva la firma del presidente Alberto Fernández y ya contó con la visita del entonces ministro de Agroindustria, Julián Dominguez, para defenderla. Ahora el área fue degradada a secretaría y es conducida por Juan José Bahilo, que posiblemente asista para continuar con el debate que por ahora desembocará en dos dictámenes: uno del oficialismo y otro impulsado por JxC. El plan del FdT es buscar acuerdos para consensuar pero eso depende directamente de la negociación silenciosa que lleva adelante Bahilo con la Mesa de Enlace.
Cada trazo de la futura agenda surge con mucha cautela. Los dos grandes bloques del cuerpo han transitado dos semanas de mucha turbulencia. Dos días después de suceder a Massa, a Moreau le tocó advertir los primeros riesgos de la llegada del tigrense al Palacio de Hacienda.
Luego de la primera conferencia de prensa que ofreció el flamante ministro, el Frente Patria Grande amagó con separarse de los bloques del FdT en cada cámara y concejo deliberante donde tiene presencia. En Diputados cuenta con tres bancas. El amague puso en estado asambleario al bloque oficialismo, pero el cristinismo contuvo las críticas contra Massa sobre la ausencia de medidas económicas para los sectores más golpeados por la inflación. El gesto llegó desde el Senado, con la firma de Juliana Di Tullio, que presentó un proyecto para crear un ingreso complementario para personas por debajo de la linea de indigencia. La propuesta frenó parte del amague de distanciamiento y quitó un nubarrón para el horizonte inestable del oficialismo. No es el único, porque los dos diputados de la Corriente Clasista y Combativa, fijaron dos meses de plazo para definir si se quedan o se van del Frente de Todos.
Cuando parecía ordenarse la dinámica del oficialismo, el road show mediático que protagonizó la fundadora de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, puso a JxC en igualdad de debilidades con sus antagonistas. Denunció a figuras del PRO y la UCR de compartir amistad y negocios con Massa y cargó duro contra el titular del bloque macrista en la Cämara Baja, Cristian Ritondo. Sin mencionarla, también apuntó contra la exgobernadora bonaerense y actual diputada nacional María Eugenia Vidal. Su colega de bancada, Rogelio Frigerio, también fue sacudido, al igual que el extitular del cuerpo, Emilio Monzó y el radical Facundo Manes. Lilita repartió sospechas para todos e impactó duro en la vida interna del interbloque opositor, que tampoco está en los mejores días para sentarse a negociar la agenda.