La Iglesia esboza una dura crítica a la clase política al lamentar que “parezca imposible generar proyectos comunes” para afrontar la crisis político social, marcada por una inflación que considera “asfixiante”, y al exhortar al oficialismo y a la oposición a dialogar para buscar “soluciones honestas y realistas que prescindan del uso clientelar de las necesidades de la gente”.
La mesa ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) que preside el obispo Oscar Ojea (San Isidro) se desmutea tras meses de silencio para predicar sobre el agravamiento de la situación económica, con inflación por las nubes y dólar fuerza de control; la interna en el Frente de Todos (FdT), la grieta política y los reiterados cambios en el Gabinete de Alberto Fernández que derivaron en el desembarco de Sergio Massa con funciones de superministro.
La cúpula episcopal inicia su declaración recordando que el próximo 7 de agosto es la fiesta religiosa de San Cayetano, considerado el patrono del pan y del trabajo, y haciendo hincapié en que “pedir por trabajo es pedir que todos los trabajadores y trabajadoras tengan derecho a vivir dignamente del fruto de sus esfuerzos cotidianos ya desplegar sus potencialidades y talentos para aportar al crecimiento de nuestra patria”.
En cuanto a la gran demanda popular por el pan de cada día, la Iglesia advierte que en el país “diariamente se hace cada vez más inalcanzable a causa de la inflación asfixiante que padecemos y que genera miseria”. “¿Cómo no pensar en la cantidad creciente de hermanos y hermanas que se acercan cotidianamente a los comedores, en adultos mayores que no pueden comprar sus medicamentos, en las familias cuyos ingresos son cada vez más insignificantes?”, se preguntan los obispos católicos.
Tras subrayar que “el pan que se pide para todos, el que se logra con el propio trabajo, es un clamor de Justicia”, critican la eterna grieta política pidiendo “también el pan de la fraternidad porque el pan no se come en soledad, se comparte en la mesa de la familia, en comunidad”.
“¡Cuánto necesitamos de ese pan en una sociedad agrietada y enfrentada, donde no acabamos de entender que ‘nadie se salva solo’ y parece imposible generar proyectos comunes, donde la verdadera brecha se agiganta cada vez más en relación a los últimos, a los que padecen la pobreza y, peor aún, la indigencia!”, aseveran en el pronunciamiento. “¡Cuánto bien nos haría dialogar y compartir el pan de las ideas y de las prácticas que construyen una fraternidad política para pensar prioritariamente en quienes más sufren esta crisis y para buscar soluciones honestas y realistas que prescindan del uso clientelar de la necesidad de la gente”, proponen.
El episcopado argentino sostiene que “se necesita más que nunca en los políticos un ejercicio de la responsabilidad que vaya más allá de los propios intereses”, al presagiar que “así aparecerá en nuestro horizonte la paz y la amistad social, que también están incluidas en ese pedido sencillo y a la vez esencial de paz, pan y trabajo”. “En tiempos complejos, en que ningún sector parece dispuesto a ceder en sus intereses, nos hará bien a todos los que somos dirigentes en distintos ámbitos, políticos, sociales, sindicales, empresariales, religiosos, etc., dejarnos interpelar por las palabras del papa Francisco”, sugiere la cúpula episcopal.
“La profundidad de la crisis reclama proporcionalmente la altura de la clase política dirigente, capaz de levantar la mirada y dirigir y orientar las legítimas diferencias en la búsqueda de soluciones viables para nuestros pueblos”, plantea.
El episcopado concluye su declaración pidiendo a “la Madre de Luján que nos impulse a trabajar juntos para que el pan cotidiano no falte en nuestras mesas argentinas”.