Rarísimo. El superministro Sergio Massa montó este viernes una escena de transición ordenada con su enemigo íntimo que concitó la atención de la prensa para una conferencia conjunta que duró menos de un minuto.
El nuevo hombre fuerte del Gobierno se presentó con el renunciante ante las cámaras, le agradeció la cortesía, le dio un abrazo, inmediatamente otro abrazo con beso más sonoro por si el primero no hubiera alcanzado y se fue. "Los dejo con Daniel", dijo y partió. Antes, el designado ministro de Economía, Producción, Agricultura, Ganadería y Pesca se había reunido con el flamante dos veces embajador en Brasil para hacer el traspaso de la cartera que el exgobernador bonaerense condujo por 43 dias.
Entre Scioli y Massa está todo mal. Históricos rivales en la interna peronista, el primero volvió al país con la esperanza, que nunca la pierde, de tener revancha en la pelea por la presidencia, que en 2015 perdió por un punto y medio con Mauricio Macri. El empoderamiento del segundo lo eyectó del gabinete y, al menos por el momento, de esa carrera por la Casa Rosada, a la que se anota ahora el hincha de Tigre.
Antes, el todavía presidente de la Cámara de Diputados, rompió el silencio con una táctica muy propia del bilardismo, que tiene como una de sus reglas de oro jamás ponerse el traje de candidato, de banca. Es una manera de sacarse presión de encima. Tras la reunión que mantuvo con el presidente Alberto Fernández en Olivos, negó ser el "salvador" de la patria y aseguró que trabajará "con alma y vida" para lograr las soluciones que el país necesita, en tanto evitó definiciones sobre la confirmación de su equipo y prometió que el miércoles anunciará medidas.
"No soy ningún salvador. La política no necesita salvadores, sino servidores. Y no lo soy porque los problemas económicos de Argentina no se resuelven con una persona. Se resuelven con trabajo en equipo. Voy a trabajar con alma y vida, sin prejuicios, y dispuesto a hablar con todos los sectores políticos, económicos y sociales de la Argentina para contribuir al orden, la certidumbre y el crecimiento", sostuvo a través de su cuenta de Twitter.
En esa línea, consideró que "orden, coordinación y planificación son los pilares para poder conseguir ese objetivo".
"Soy consciente de las dificultades y de los desafíos, como bien señala el Presidente, del presente y el futuro del país", agregó.
Finalizada la reunión que mantuvo con el jefe de Estado en la residencia presidencial, el todavía presidente de la Cámara de Diputados anunció que "el próximo miércoles" dará a conocer "un conjunto de medidas" y aseguró que hasta entonces no va a "designar ni a correr funcionarios". Recién el 1 de agosto empezará a haber novedades.
"No anticipen los funcionarios que van entrar y los que salen porque hoy no voy a designar ni a correr funcionarios. El miércoles vamos a anunciar un conjunto de medidas, después de que se realice la sesión especial el martes en la Cámara de Diputados", señaló en declaraciones a la prensa.
De esta forma, hizo referencia a la sesión especial que convocó para ese día para tratar su alejamiento de la Cámara baja para pasar a formar parte del Ejecutivo.
La reunión con el Presidente
Massa arribó pasadas las 10.50 a la quinta presidencial para reunirse con el primer mandatario, con quien analizó los pasos a seguir tras los cambios en el gabinete.
El líder del Frente Renovador llegó este jueves al lugar que siempre quiso ocupar desde que el Frente de Todos asumió el gobierno: el Ministerio de Economía. Como contó Letra P, desde ese lugar pretende construir su trampolín hacia la candidatura presidencial.
Por estas horas se definen los nombres de los funcionarios que acompañarán a Massa en el unificado ministerio, aunque todavía no salió ninguno a la luz.
Al ser consultado sobre el nombre de su sucesor en el Congreso, Massa dijo que "es una decisión que le corresponde al Frente de Todos".