FASE B

Batakis toma la lapicera, pisa la caja y pone a prueba la paz para hoy de Todos

Cuenta única en el Estado, congelamiento de empleo, segmentación "a la Guzmán" y equilibrio fiscal. Mensajes al mercado, FMI y Cristina Kirchner. Lo que falta.

Rodeada de los funcionarios y la funcionaria que tendrán que comprometerse con sus decisiones, asertiva y hasta acelerada, Silvina Batakis dio esta mañana las primeras definiciones de su programa económico, que pueden resumirse en una premisa: "El Estado no está para ahorrar, pero sí para ser solvente". Con mensajes a varias puntas –al mercado financiero, al Fondo Monetario Internacional y, especialmente, al sector que responde a Cristina Fernández de Kirchner– enfatizó su visión de las cosas –y la de Alberto Fernández–, cruzada por una sensación de emergencia aguda; visión que, si la sintonía fina de la mesa política del Frente de Todos vuelve a fallar, amenaza con volver a tensar las relaciones en la cúpula del poder.

 

Como anticipó este lunes desPertar, el newsletter de Letra P –suscripciones, acá–, más allá de las numerosas especulaciones de las últimas horas, "primaron las señales fiscales", en especial, la búsqueda de un equilibrio que estaría, en general, en línea con lo pactado por Martín Guzmán con el FMI. Eso sí, en el contexto de “un mundo nuevo" generado por la guerra en Ucrania, en el que la disparada de los precios de la energía "triplicó la inflación" en los países centrales, algo que obligará a recalcular "a nivel técnico" las metas negociadas. Aviso para Washington.

 

A esa señal –o vocación–, la nueva titular del Palacio de Hacienda dirigió otros guiños al mercado antes de la apertura: la deuda en pesos se pagará y se respetará el cronograma de licitaciones –al revés del "reperfilamiento" de Mauricio Macri–, a la vez que habrá tasas reales positivas –mayores que la inflación– para anclar a los tomadores de títulos en la moneda nacional. Desde ahora, el veredicto de los operadores.

 

Desde ya, Batakis no podía hacerse cargo –no lo hizo– del llamamiento de Kristalina Georgieva a tomar decisiones "dolorosas".

 

Sin embargo, su contrapunto con el cristinismo y con dichos recientes de la vicepresidenta fue marcado. En lugar de la discusión de un salario básico universal –planteada explícitamente por la vicepresidenta, aunque no insistió con ello en su última aparición, el viernes en El Calafate, cuando despuntaba el deshielo en la coalición gobernante–, anunció una cuenta única de gastos del Estado nacional para planificar la caja, lo que –estimó– generará un ahorro de 600.000 millones de pesos. Así, "las erogaciones mensuales se corresponderán con la caja real. No vamos a gastar más de lo que tenemos", sentenció.

 

Mientras la exmandataria no deja de explicar, gráficos en mano, que el déficit fiscal no explica la inflación, la ministra insistió varias veces en que el mismo es "una herramienta" que solo debe durar lo que las situaciones de crisis. Pasada esta, explicó, es hora de volver al equilibrio.

 

En paralelo con la cuenta única de gasto, Batakis ampliará el congelamiento de vacantes vigente en la administración central a todo el sector público nacional. Varias cajas importantes de ese universo están en control del cristinismo, desde el PAMI hasta la ANSES.

 

Al juste de tuercas fiscal –perdón: lo de "ajuste" fue un lapsus– se sumará el pase a la órbita del Ministerio de Economía del mecanismo para el revalúo de propiedades en todo el país. Será esa una tarea hercúlea, si la urgencia no obliga a pintar con brocha gorda.

 

«Al hablar de tipo de cambio, Batakis reiteró que no piensa convalidar una devaluación y que el dólar oficial no está atrasado.»

En lo que respecta a la segmentación, ordenó continuar con el "plan Guzmán", esto es uno que sigue criterios de ingresos y no el elaborado por la línea cristinista de Energía, basada en el lugar de residencia de los usuarios. Esos funcionarios rebeldes, que se atrincheraron en sus puestos, boicotearon la gestión del anterior ministro y hasta sobrevivieron a su caída, quedan en sus cargos, pese a lo que Batakis había sugerido inicialmente, pero no serán quienes fijen la política. Conviene prestar atención a la pulseada que se reabre allí.

 

Al hablar de tipo de cambio, reiteró que no piensa convalidar una devaluación y que el dólar oficial no está atrasado. Sin embargo, al hablar de brecha, hizo trampa: enfatizó que el mercado oficial mueve 1.000 millones de pesos por día, mientras que el blue solo negocia "tres millones", pero no se refirió al billete que en verdad está moviendo las expectativas negativas, que cotiza más alto que el ilegal y que es hoy referencia para cada vez más importaciones en el marco del hipercepo vigente: el "contado con liquidación", llamado también "dólar fuga". Da toda la impresión de que ese rubro sigue pendiente de definiciones.

 

La presencia a los flancos de Batakis del ministro de Turismo, Matías Lammens, pareció por un momento responder a algún anuncio de mayor gravación, superior al 30+35% actualmente vigente, pero no fue así. También allí quedan definiciones pendientes.

 

Lo mismo ocurrió en materia de precios, algo que tendrá una cita caliente –toda atribuible a Guzmán– cuando el INDEC dé a conocer el jueves el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de junio. El de julio, que ya quema y también es atribuible al exministro o a lo intempestivo de su salida, marcará la urgencia de Batakis de atender el fenómeno con algo más que la promesa esbozada este lunes de poner en marcha la Autoridad Nacional de Defensa de la Competencia, que, se supone, algo hará contra remarcaciones recientes calificadas por la propia ministra como puramente "especulativas" y carentes de "sustento técnico".

 

Quienes que acompañaron a la funcionaria –a su izquierda, el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, y el ministro de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, Julián Domínguez; a su derecha, el titular de Desarrollo Productivo, Daniel Scioli, Lammens y la titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont– quedaron comprometidos con el cumplimiento de los nuevos lineamientos. La intención, al menos inicialmente, es que la gestión actual no muera por el raquitismo político que se cargó a la anterior.

 

Para Batakis, comienza la prueba de fuego, a la que llega casi sin aviso, pero con voluntad. Para el Frente de Todos, el desafío de dirimir con menor ruido y mayor eficacia los conflictos que anidan en los anuncios de este lunes.

 

Se vienen días decisivos en la siempre agónica Argentina.

 

Javier Milei con Cristina Fernández de Kirchner. 
Martín Menem discute con Cecilia Moreau. 

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