LA PLATA (Corresponsalía Buenos Aires) Referentes del garrismo puro emergente, el concejal Darío Ganduglia y la diputada provincial Julieta Quintero Chasman son dos piezas clave en la ingeniería electoral que pergeña el intendente de La Plata, Julio Garro, que incluye las chances de una mudanza al Congreso o competir por la gobernación de Buenos Aires en 2023. Ambos sobresalen en el lote de dirigentes que sueñan con la conducción ejecutiva de la capital provincial, no sólo porque acompañan al jefe comunal desde el inicio de su proyecto, sino también porque son quienes mejor sintetizan sus intereses políticos.
Hay quienes especulan con que, pragmático en su visión de futuro, el dirigente amarillo podría ceder parte del poder local a alguno de sus aliados partidarios si eso lo arrima al sillón de Dardo Rocha. En ese caso, entran en juego allí otros nombres, entre los que se destaca el de Fabián Perechodnik, elegido en 2021 para encabezar la boleta de aspirantes al Senado provincial en representación de la Octava sección.
El concejal y la diputada tienen perfiles completamente distintos, pero aun así ambos responden a la lógica de conducción de Garro. Ambos son parte de la mesa chica del jefe comunal y armadores colaborativos del reciente partido Hacemos Juntos, con el que algunos intendentes de Propuesta Republicana (PRO) -con Néstor Grindetti (Lanús) y Garro a la cabeza- pretenden ampliar sus márgenes de influencia territorial y persuadir a electorados más proclives al perononismo no kirchnerista.
Darío Ganduglia, el elegido para 2023 en La Plata.
Ganduglia es especialista en derecho administrativo egresado de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), con más de dos décadas de experiencia en la gestión pública, después de haber pasado por la Secretaría de Derechos Humanos y el Ministerio de Justicia bonaerense. También fue secretario en el bloque Unión PRO en la Cámara de Diputados de Buenos Aires en tiempos en que Garro se sentaba en una banca de ese frente electoral que también incluía al Frente Renovador de Sergio Massa. Después de 2015, cuando su jefe político ganó las elecciones municipales, fue designado secretario de Seguridad. Hoy se desempeña como presidente del deliberativo platense, luego de haber encabezado la lista de candidatos y candidatas oficialistas en los comicios de 2019.
Julieta Quintero Chasman, la otra opción para la continuidad de Garro.
Quintero Chasman es coach ontológico “profesional” y militante del partido amarillo desde sus inicios. De hecho, integró La Generación, aquella agrupación que supo ser la primera cantera de dirigentes que respondían a Mauricio Macri. Fue titular de la Secretaría Privada de Gobierno de Garro, concejal de la bancada Juntos por el Cambio en momentos que la presidía Claudio Frangul y secretaria de Desarrollo de la Comunidad local. En la actualidad ocupa una banca en la Cámara baja bonaerense, después de haber ocupado el segundo lugar de la nómina seccional que encabezó Perechodnik el año pasado.
En el equipo de trabajo diario de Garro insisten en que, si avanza con su proyecto electoral para pelear por la gobernación y desiste de ir por un tercer mandato en La Plata, estos dos referentes son sus sucesores naturales. “Darío es la opción A y Julieta, la B, pero también hay otras opciones más abajo”, dijo a Letra P un hombre de confianza de Garro. Se refiere, puntualmente, a la posibilidad de que el mandamás amarillo encumbre una opción C que no provenga de su círculo íntimo, si eso le garantiza un acuerdo en la cúpula de Juntos para ser el candidato del PRO en la provincia, para lo cual Horacio Rodríguez Larreta ya eligió a Diego Santilli.
En ese hipotético plan C, suena con más fuerza Perechodnik, un legislador del PRO que fue secretario de Gobierno durante el periodo vidalista y que por su actividad privada -es analista, consultor político y fundador de Poliarquía- mantiene vínculos estrechos con figuras destacadas del amplio espectro opositor, desde el mencionado Santilli hasta el exjefe de Gabinete vidalista Federico Salvai, el expresidente Mauricio Macri y el jefe de Gobierno porteño, a quien asesora en temas de la gestión en la Ciudad. De todos modos, el exsocio de Sergio Berenzstein, Eduardo Fidanza y compañía parece más concentrado en volver a tener una oportunidad de estar al frente de un ministerio en un eventual gobierno de Juntos en 2023.
Si bien en los pasillos de las dependencias municipales aclaran que aún falta mucho para definir el futuro electoral, está claro que el dedo de Garro será el que determine el rumbo a seguir en la Sección Capital. Con unos 97 mil votos, La Plata fue el distrito de la provincia que más aportó al triunfo de Santilli en las PASO contra el radical Facundo Manes. En las generales, los 183.044 sufragios obtenidos le garantizaron el triunfo y una distancia de 11.5 puntos sobre el Frente de Todos.