Tras las incendiarias críticas del camporista Andrés Larroque, el presidente Alberto Fernández salió a responder los cuestionamientos a su gestión con un nuevo llamado de unidad: "Yo no soy el dueño del Gobierno, nadie es dueño del Gobierno. El dueño es el pueblo, nosotros sólo representamos a ese pueblo y ese pueblo lo que quiere es que trabajemos juntos y cumplamos con las palabras empeñadas".
El jefe de Estado se mostró este martes en La Pampa con el ministro del Interior y referente de La Cámpora, Eduardo De Pedro, y desde el escenario dejó en claro que su intención es calmar las aguas y no confrontar con el sector que responde a su vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner.
Horas antes, el ministro de Desarrollo bonaerense había renovado sus críticas hacia el equipo económico y, en especial, contra el jefe de Estado, a quien acusó de querer romper el Frente de todos (FdT) con "operaciones de desgaste sobre la figura de Cristina y el sector que representa". "El Gobierno es nuestro", le recordó el funcionario kirchnerista.
"Todos nuestros ministros tienen que trabajar ahora para que los bolsillos de nuestra gente se llenen de plata. Les aseguro que vamos a poder hacerlo porque este no es mi gobierno, es el gobierno de ustedes y sé que me van a ayudar a hacerlo", repitió el mandatario en General Pico, donde se reunió el gabinete federal que forma parte del programa Capitales Alternas.
En su mensaje, el mandatario defendió el rumbo económico del país, tan cuestionado en los últimos días por dirigentes que forman parte del Frente de Todos. Sin embargo, esta vez remarcó que, además del "crecimiento" hay que lograr también "el desarrollo del país".
"El crecimiento, si no alcanza a todos, es injusto, una sociedad donde pocos acumulan y millones distribuyen pobreza es una mala sociedad. Tenemos que lograr que la Argentina se desarrolle, crecer se crece pero no estamos logrando que el desarrollo se de en todos los lugares de la patria. Para cambiar esto no voy a gobernar yo, sino que lo voy a hacer con todos los gobernadores y gobernadoras", aseguró.
"Si se quieren quejar de mi peronismo, quéjense pero estoy orgulloso de ser peronista. Porque donde hay una necesidad, hay un derecho, eso me lo enseñó Evita", remarcó.
Previo a su discurso, el gobernador pampeano, Sergio Ziliotto, manifestó su acompañamiento al Presidente, le dio "las gracias por cumplir con la palabra" y definió a los anuncios para su provincia "como un claro ejemplo del valor de la política y el respeto a la palabra empeñada".
"Hay que ir por más y nosotros sabemos ir por más. No tengo ninguna duda que el pueblo pampeano se encolumnará detrás de usted para buscar cada vez más justicia social. Cuente con este pueblo y con este gobernador, es necesario ir por mucho más", reiteró el mandatario local.
El jefe de Gabinete, Juan Manzur, en el tono "neutro" adquirido luego del pedido presidencial de "no hablar de política", remarcó los inconvenientes atravesados por la gestión pero ratificó el camino una vez más.
"Acá está el equipo que acompaña a nuestro querido presidente, con todas las dificultades... acá estamos, firmes, no perdimos nunca las convicciones, tenemos claro a donde vamos a ir y seguimos trabajando a la par de la gente", destacó después de que el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, dijera que "este es un gobierno que se ocupa de hacer y no de hablar".