El candidato progresista Gustavo Petro ganó este domingo las elecciones en Colombia con el 40,44% (7.819.297 votos), pero no le alcanzó para convertirse en el primer presidente de izquierda en la historia del país. Ahora, deberá enfrentarse en la segunda vuelta electoral, prevista para el 19 de junio, con Rodolfo Hernández, la gran sorpresa de la jornada. El aspirante outsider pasó de los últimos lugares de las encuestas a pelear en un mano a mano -donde la derecha tradicional no competirá por primera vez en casi 20 años- por la presidencia.
En la previa se anticipaba una jornada histórica por la posibilidad de que la izquierda confirme su buen momento y se convierta en gobierno y, a pesar de que -todavía- no lo logró, los comicios de este domingo marcaron tendencias que impactarán con fuerza en el futuro nacional. El ballotage entre Petro y Hernández evidencia las demandas de cambios que existen en gran parte de la población ante un escenario social, económico y político marcado por el inmovilismo de un sistema liberal que ,desde la independencia de España, beneficia a un puñado de grupos económicos en desmedro de las grandes mayorías. En junio se definirá si dichos cambios serán desde la izquierda, bajo la candidatura de Petro y su compañera de fórmula, Francia Márquez, o desde la antipolítica que encabeza Hernández, conocido como el Donald Trump colombiano.
"Hemos ganado. Hoy es una noche de festejo", dijo Petro para destacar un resultado que le dejó -de todas maneras- un gusto agridulce ante la necesidad de tener que ir a un ballotage con un rival incómodo. Con un discurso que duró casi media hora y que contó con poco clima festivo, el candidato del Pacto Histórico volvió a prometer un cambio con "justicia social y estabilidad económica" y comenzó la polarización con su nuevo rival. "A la corrupción no se la combate con frases de Tik Tok", manifestó al apuntar a la utilización de las redes sociales que hizo Hernández, uno de sus grandes activos en esta carrera, y recordó que el exalcalde de Bucaramanga enfrenta una imputación por un hecho de corrupción durante su gestión municipal. "Se define qué clase de cambio queremos. Si suicidarnos o avanzar. Es tiempo de la vida, no de suicidarnos", afirmó para empezar a evidenciar la estrategia que utilizará en las próximas semanas en las que convocó a conquistar un millón de votos más para "cambiar a Colombia para siempre".
Por su parte, Hernández fue el primer candidato en hablar públicamente. "Ha perdido el país de la politiquería y la corrupción. Ganó la ciudadanía. Ganó Colombia”, aseguró a través de las redes sociales, luego de que se conocieran los primeros resultados. “Cuento con ustedes para ganar y concretar este camino que han votado”, afirmó al leer su discurso, algo que no se vio durante la campaña, donde optó por la improvisación. Esa falta de libreto le costó, en varias oportunidades, serias equivocaciones como cuando se declaró fan del dictador Adolf Hitler y luego tuvo que salir aclarar que se refería a Albert Einstein.
El tercer puesto de las elecciones fue para el exalcalde de Medellín Federico Gutiérrez, el candidato de la derecha tradicional que logró aglutinar al establishment a pesar de no haber sido el aspirante más puro del oficialismo. Llegó al 23,95% gracias a 4.630.692 votos. De esta manera, la derecha que comanda desde las sombras el expresidente Álvaro Uribe quedó, por primera vez en casi 20 años, afuera de una definición presidencial y el status quo nacional recibió un duro revés de la sociedad que reclama barajar y dar de nuevo. El primer golpe ocurrió durante las protestas de 2021 que jaquearon al actual presidente, Iván Duque, y el segundo sucedió este domingo. El cuarto puesto fue para el candidato de Centro Esperanza, Sergio Fajardo, quien no pudo robustecer sus promesas desde la centroizquierda y se quedó en un pobre 4,20%.
El mano a mano entre Petro y el empresario millonario es un desafío grande para la izquierda porque será un rival más incómodo. Desde la alianza de Pacto Histórico apostaban por un ballotage con Gutiérrez, el candidato del Gobierno, con el cual intentarían construir una polarización entre “cambio” y “continuidad” y con el cual podían apuntar, además, a conquistar algunos votos del electorado de Hernández, que también demanda modificar la realidad nacional. Con estos números, dicha construcción discursiva no podrá ser posible porque tanto Petro como Hernández prometen modificar el escenario nacional. La diferencia está en la forma de hacerlo. Además, Hernández podrá aglutinar gran parte de los votos de la derecha que lo escogerán ante el temor y el miedo que les genera la izquierda y más aún un exguerrillero, como lo es el propio Petro.
Los juegos y las negociaciones para la próxima parada electoral ya comenzaron y, por ahora, no son auspiciosos para la izquierda. En su discurso de derrota, Gutiérrez anunció que votará por Hernández porque Petro "sería un peligro para la democracia, las libertades, la economía y las familias". "Esa opción será un peligro para el país", argumentó al anunciar una decisión que se esperaba en al previa. Por su parte, Petro tendrá conversar con Fajardo para cooptar ese puñado de votos y deberá apelar a una mayor participación electoral, que este domingo llegó al 54%, un número alto para la historia colombiana.
Desde hace años Colombia vive momentos de cambios y esta noche se manifestaron en las urnas. En junio se confirmará de qué clase serán y cómo modificarán al país de cara al futuro.