VIEDMA (Corresponsalía Patagonia) El presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, llegó este lunes a la capital de Río Negro en el momento más álgido de la interna en la Casa Rosada. Arribó a esta ciudad acompañado del ministro de Transporte, Alexis Guerrera, para monitorear la remodelación de la terminal de ómnibus y a ratificar su acompañamiento a sus alfiles que conformaron un interbloque en la Legislatura con el sello del Frente Renovador. En ese propósito, afianzó la relación con el partido del senador nacional Alberto Weretilneck y bendijo a una tropa que crece en la provincia. Todo se dio después de un cruce con el titular del Palacio de Hacienda, Martín Guzmán, por la suba del piso de Ganancias. Después del acto en el frío mediodía patagónico, dejó un mensaje para el Frente de Todos: “Hay que abrazar la idea del diálogo, nadie se salva solo y destruyendo al otro en términos políticos”. Enseguida, balanceando, auguró: “Quédense tranquilos, vamos a resolver nuestros problemas (en el FdT) y vamos a ser gobierno en 2023”.
"Hay que abrazar la idea del diálogo y el trabajo. Nadie se salva solo. Nadie se va a salvar destruyendo al otro en términos políticos. Aquellos que hacen de la política una pelea permanente, lo único que hacen es destruir los sueños de los argentinos", afirmó el tigrense en un mensaje teledirigido al interior de la coalición de gobierno.
Su aparición lejos del Congreso se produjo tras suspender la reunión nacional del Frente Renovador en Mar del Plata. Como explicó Letra P, la cancelación del acto sirvió para amortiguar los caldeados ánimos en el Gobierno y, por sobre todas las cosas, retrasó el lanzamiento presidencial que definiría el rumbo del partido que tercia en el oficialismo nacional.
Cosechar lo sembrado en el último tiempo. Con ese propósito bajó Massa a la Patagonia. El primer paso fue recomponer la relación con Weretilneck, hoy dueño del capital político en el distrito. Lo hizo a través de los diputados Luis Di Giácomo y Agustín Domingo, representantes de Juntos Somos Río Negro (JSRN) en el interbloque Provincias Unidas en la Cámara baja. Al mismo tiempo, dejó construir a quienes –atentos a la crisis de conducción en el peronismo rionegrino– dieron vía libre a la tercera opción de la alianza con un interbloque en la Legislatura o sumando bancas en los concejos deliberantes de diversas localidades.
Con la diáspora del PJ, el massismo creció a través de concejalías en San Antonio Oeste, Sierra Grande, General Fernández Oro, Dina Huapi y Villa Regina, además de ratificar credenciales en Cipolletti. “Este momento nos encuentra en franco crecimiento, con una propuesta que deja la grieta de lado. Trabajamos para construir el Frente Renovador en Río Negro, algo que Massa respalda absolutamente”, coincidieron los representantes del partido que se movilizaron a Viedma este lunes.
Además de volver a mostrarse con las personalidades de su esquema, el tigrense se reencontró con el intendente local, Pedro Pesatti (JSRN), uno de los gestores del desembolso de $572.987.319 para dejar como nueva la terminal viedmense. Pesatti, vicegobernador en el segundo mandato de Weretilneck (2015-2019), es un exdirigente del PJ que se sumergió en el partido provincial después de la muerte de Carlos Soria. Desde la comuna alimentó la relación con Massa, al que definió como “un amigo” de la política. “Fue muy importante para poder lograr los fondos”, reconoció en la previa. “Estoy agradecido de que Sergio haya aceptado nuestra invitación y que se hiciera un espacio en su agenda para acompañarnos”, celebró el intendente de la capital patagónica.
Después de bajar un mensaje conciliador, Massa llevaba una apretada agenda que incluía diálogo con autoridades de la Universidad Nacional de Río Negro, el vicegobernador Alejandro Palmieri, a cargo del Ejecutivo por el viaje a Europa de la gobernadora Arabela Carreras, y un encuentro con dirigentes, integrantes de su bloque en la Legislatura y un paso por Carmen de Patagones con el exconcejal Ricardo Marino.