La ausencia de una aliada clave para llegar al cuórum obligó al oficialismo a buscar otro apoyo en la sesión que este jueves concretó el Senado, cuando la senadora Magdalena Solari Quintana, del Frente de la Concordia Misionero, reveló que no votaría a favor de la creación de un fondo para pagarle la deuda al Fondo Monetario Internacional (FMI). Esa negativa, anticipada por Letra P, terminó siendo reemplazada por la riojana Clara Vega. La exintegrante del interbloque de Juntos por el Cambio (JxC) aportó el voto número 37 que le permitió al Frente de Todos aprobar la iniciativa presentada por el senador neuquino Oscar Parrilli, que establece un gravamen para los bienes de argentinos en el exterior que no han sido declarados ante el fisco. En Diputados, donde recalará ahora el proyecto, su futuro es aún más incierto.
La senadora del bloque Hay Futuro Argentina aportó su voluntad en el cierre de una sesión en la que fue protagonista desde el principio, cuando se levantó a izar la bandera del recinto y luego su banca fue ocupada por la senadora puntana Gabriela Riollo, de JxC. De ese modo, la bancada opositora concretó la jugada que tenían sus autoridades de alejarla físicamente para que se sentara finalmente con quienes votó, del lado de las bancas oficialistas. El momento marcó toda la sesión y reveló que JxC había buscado dejarla en evidencia en vísperas de una votación adversa para la oposición.
El dictamen de mayoría tuvo los votos justos. En el recinto, el oficialismo puso sus 35 bancas y llegó a los 37 con el respaldo de Alberto Weretilneck de Juntos Somos Río Negro y de Vega, que desde el año pasado se constituyó como monobloque y dejó el espacio de JxC. El distanciamiento maduró este jueves y fue determinante para equilibrar la ausencia de Solari Quintana. Si la riojana no ponía su voto, la iniciativa habría naufragado.
El ajustadísimo apoyo superó a los 31 votos en contra, que se combinaron entre los 30 senadores presentes de JxC y la negativa de Alejandra Vigo, del monobloque Córdoba Federal, que responde a su pareja, el gobernador Juan Schiaretti.
El texto fue aprobado dentro de 20 dictámenes que, en su mayoría, cosecharon respaldos. Las discrepancias estallaron en el arranque se la sesión con el escandalo de Vega y por un momento muy incómodo protagonizado por el cordobés Luis Juez (PRO), cuando presentó una cuestión de privilegio para repudiar que no fue electo como integrante del Consejo de la Magistratura. Enojadísimo, mantuvo un contrapunto con la titular provisional del cuerpo, Claudia Abdala de Ledesma, que lo cuestionó por irrespetuoso, La senadora santiagueña condujo casi toda la sesión en remplazo de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, a cargo del Poder Ejecutivo por la gira europea del presidente Alberto Fernández
La sesión comenzó después de las 14 y el debate por la creación del fondo, luego de las 17; y se extendió hasta minutos antes de las 22. Los cuestionamientos de la oposición buscaron justificar la negativa, aunque los integrantes del bloque apuntaron a no quedar pegados con los evasores. "Pensamos que esto es un blanqueo. Porque aquel evasor, una vez que pueda ser identificado y se le haga una determinación de deuda, con solo el 20% de esa determinación de deuda ya va a poder normalizar su situación fiscal", sostuvo el chaqueño Víctor Zimmerman (UCR). Su par porteño, Martín Lousteau, fue en la misma línea y repitió que para el espacio sólo se trata de "lisa y llanamente de un blanqueo".
La cordobesa Vigo no fue tan áspera ante la idea de Parrilli, pero la rechazó. "Creo que este proyecto en tratamiento tiene intenciones que se contradicen, es un proyecto inconsistente y me resulta inconstitucional en muchísimos de los puntos esenciales, más allá de la buena intención de hacer traer fondos que han llevado afuera", justificó.
En el oficialismo, las defensas corrieron por cuenta de las principales figuras de los dos bloques que conforman el interbloque del FdT. Por caso, Juliana Di Tullio, jefa del bloque Unidad Ciudadana, castigó a quienes se negaron a respaldar el proyecto. “Me cuesta mucho entender cómo volvieron a pedirle a ese acreedor después de haber recibido un país absolutamente desendeudado. Si recibieron un país en esas condiciones, nosotros recibimos el país sobre endeudado”. Y destacó que el objeto del proyecto es “decirle chau al Fondo”.
El texto aprobado apunta a conformar un fondo con la recaudación del 20% de los bienes de ciudadanos argentinos en el exterior no declarado que deberán pagar en dólares. Si declaran las posesiones fugadas seis meses después de que el proyecto se transforme en ley, la alícuota sube del 20 al 35%, de acuerdo al texto de la iniciativa. También introduce un mecanismo de delación premiada con la figura del "colaborador". Fue definido como "cualquier individuo, sea persona humana o jurídica, residente en el país o en el extranjero, que actuando en forma personal o conjuntamente, proporcione información relacionada con una violación de las leyes impositivas y de lavado de activos".