Tras patear el hormiguero en el bloque de Juntos por el Cambio (JxC) en la Cámara de Diputados, Mauricio Macri dio inicio a una agenda que lo tendrá afuera del país hasta fin de mes, mientras sigue jugando al misterio sobre una eventual candidatura. "No está en campaña", aclaran desde su entorno para diferenciarlo de las recorridas que realizan el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, dos de las figuras del PRO que ya blanquearon sus intenciones de competir en la carrera presidencial.
Sus compromisos con la Fundación FIFA y el mundo académico en los Estados Unidos asoman como las prioridades de su tiempo, al menos, en mayo. Antes de viajar, Macri cobró centralidad política en los últimos días y se metió de lleno en la interna de JxC. Además, se reunió con la cúpula del partido amarillo y participó de la cena anual de la Fundación Libertad. Eso sí, el fundador del PRO sigue sin dar indicios si dará pelea o no en la contienda electoral del próximo año.
Por lo pronto, esta semana dará charlas en dos universidades de Estados Unidos y regresará al país el fin de semana. Entre el 20 y el 27 estará en Arabia Saudita y Qatar para cumplir labores de la Fundación FIFA. Para poder viajar, la defensa del exmandatario tuvo que solicitar un permiso en el juzgado federal a cargo de Julián Ercolini en el marco de la causa de espionaje ilegal a los familiares del ARA San Juan, en la que se encuentra procesado.
Mayo será un mes en donde casi no estará en el país, pero comenzó a sentar las bases para su regreso. Según sus colaboradores, el expresidente quiere que el PRO recupere la centralidad dentro de JxC. Por ahora, se siente cómodo en ese rol de “gran elector” que aspira a consolidar al menos hasta fin de año.
Quienes estuvieron con él durante los últimos 15 días remarcan que el concepto de “pérdida de identidad” del PRO es algo que repitió casi de forma constante. Sobre todo al hacer referencia al funcionamiento dentro de JxC. Según pudo saber Letra P, Macri habla de una "triple crisis" del partido marcada por la pérdida de identidad, la mala comunicación y la falta de conexión con los problemas de la sociedad. De hecho, en el almuerzo con dirigentes macrista del pasado lunes, Macri le reprochó a Larreta que no debían enfocarse solamente en el “juntos” porque era importante seguir teniendo presente la parte de “cambio” en la coalición.
“Perdimos el verbo de ´cambio´. Perdimos la definición de ´cambio´. ¿El cambio es eficacia? ¿Es equilibrio fiscal? ¿Es una nueva cultura de poder?”, se preguntó uno de los dirigentes amarillos que habló con Macri. A eso se le suma otra cuestión que preocupa también al expresidente: el rol del partido que fundó en 2003 en la alianza opositora. A su entender, el PRO terminó cediendo ante la UCR en cuestiones que considera centrales.
“A veces parece que quiere que se rompa la coalición”, fue la critica que realizó contra Macri un diputado nacional habituado a negociar leyes para JxC. Antes de partir rumbo a los Estados Unidos, se comprometió con su mesa chica a elaborar un programa para “recuperar la innovación, la disrupción política y la centralidad”, según pudo reconstruir Letra P. Una especie de hoja de ruta.