El vicejefe de Gabinete, Jorge Neme, consideró que la Argentina necesita "una apertura al mundo", aunque "no de forma indiscriminada, sino con un Estado que regule". Además, remarcó que las políticas implementadas deben estar orientadas a que "los flujos de capitales vayan hacia la producción y la incorporación de tecnología y no hacia la especulación financiera".
En este sentido, insistió en que la administración de Alberto Fernández "tiene que saber discriminar entre quienes están apostando a un modelo de país que se proyecta al mundo desde sus capacidades productivas y a quienes, de forma parasitaria, especulan con la concentración de la renta en pocas manos”.
“El capitalismo tiene un conjunto de facetas. En Argentina hay una vinculada a la especulación financiera, a la fuga de divisas y a la cultura de la renta. Pero también hay un conjunto de empresas y ciudadanos que apuestan a la inversión, a la producción, a la reproducción del capital, a la generación de empleo, a la innovación tecnológica y a la proyección de sus bienes y servicios a los mercados del mundo”, sostuvo en una entrevista a FM La Patriada.
El funcionario, que brindó su análisis al regreso de la gira a Israel en la que acompañó al ministro del Interior, Eduardo "Wado" De Pedro, remarcó que su idea es la de una "apertura regulada en función de proyectos e inversiones que tengan que ver con el desarrollo productivo de la Argentina”.
“Vivimos en un mundo donde domina la economía capitalista y ese modo de producción es el que gobierna. No podemos imponer al mundo unas condiciones diferentes. Tenemos que manejarnos en el mundo que está y convivir con esto que llamamos proceso de globalización”, analizó.
En esa línea, evaluó que "lo inteligente" es tener en cuenta esas condiciones "y plantear las estrategias en ese contexto para potenciar las capacidades del país"
Neme deslizó también que si el país genera dólares la macroeconomía tendrá un marco más consistente, “necesario en la economía capitalista”.
Por otra parte, puso el foco en que "Argentina tiene muchas capacidades dormidas en las economías regionales, en la economía del conocimiento, en innovación, ciencia y tecnología", con lo cual, "se necesita importar bienes de capital para incorporar tecnología".
"Esa importación es prioritaria, pero otras, como los bienes de consumo destinados a sectores minoritarios se pueden postergar o encarecer”, reflexionó.