El Círculo Rojo atravesó su primera jornada de trabajo este jueves en el Foro Llao Llao con una agenda completa de análisis de la situación actual y de futuro, a través de la mirada liberal del mercado. Se centró en el impacto de la guerra de Ucrania en los negocios mundiales y su efecto en la Argentina, aunque sin hacerlo de ex profeso, lo central fue el diseño de un plan económico que sustente un cambio de perfil político en 2023. La lógica de Carlos Melconian, con sus recetas de ajuste y reformas del Estado para darle vía libre a la actividad privada, fue el plato fuerte de un día con visitas que marcaron la tendencia política: almuerzo con el expresidente Mauricio Macri, merienda con el libertario Javier Milei, después del veto de JxC, y una cena con el jefe de Gobierno porteño y líder de Juntos por el Cambio, Horacio Rodríguez Larreta. El viernes será el turno del ministro de Economía, Martín Guzmán.
Según pudo saber Letra P, de fuentes dentro del exclusivo encuentro en el hotel de Bariloche, los empresarios más ricos del país siguieron con atención los paneles que llevaron hasta la Patagonia el grupo organizador, que además se encargó de sugerirles a los integrantes un estricto silencio de las charlas. "Me pidieron que no hablemos con nadie de esto", se excusó una de los empresarios consultados por este medio. Lo hermético del contenido dio cuenta de la importancia que le da el sector privado a un acuerdo de cúpulas entre pares para poner condiciones de gobernabilidad y condiciones económicas, de cara al calendario electoral que se avecina.
En casi plena distensión, casi sin rastros de trajes ni corbatas, la mayoría de empresarios y las muy pocas dueñas de compañías se acomodaron en los cómodos sillones del salón Llao Llao, el más importante que tiene el Resort Golf & Spa de cinco estrellas de Bariloche, que además cuenta con vista a los lagos Nahuel Huapi y Moreno. Con mismo look fue Macri, quien lució una camisa celeste arremangada, un jean azul y zapatillas negras. "Sigue con el mismo discurso de 2015. Parece que no aprendió nada", dibujó la escena ante Letra P uno de los asistentes al evento, una definición de la "simpatía" por el expresidente, pero un augurio de condena a su futuro de parte del Círculo Rojo.
El mensaje "apartidario" que ofreció Melconian desde su "Plan económico federal para la Argentina" abrió el paraguas blindado para cobijarse debajo al Círculo Rojo. La Fundación Mediterránea, think thank de las políticas liberales del país, desde donde surgió, por caso Domingo Cavallo, salió de su perfil bajo cuando coronó en la presidencia del Instituto de Estudios sobre la Realidad Económica (IERAL) al expresidente del Banco Central en la era Cambiemos. Desde ese momento, el economista salió a recorrer el país para evangelizar con un decálogo de medidas que apuntan al achique del Estado, la quita de subsidios y la implementación de reformas profundas, a partir de un shock inicial en la próxima gestión.
Entre las características esenciales que deben rodear al programa Melconian, instó a seguir el rumbo de un "capitalismo moderno y formando parte del mundo"; con implementación y acuerdo "desde la política, coordinando Ejecutivo, Legislativo y Judicial"; y una coordinación especial en aspectos legales, que incluye "destrabar y y resolver temas estructurales (reforma previsional, relaciones laborales, reforma administrativa del Estado, Coparticipación, reglas fiscales estructurales y endeudamiento", entre otros puntos.
El plan que le ofreció al Círculo Rojo, según pudo reconstruir Letra P, también incluye la necesidad de una gestión con ejecución diaria, para lo que es necesario la "conformación de un equipo importante, con especial atención en remuneraciones, amenazas y denuncias". En la ítem denominado "Conciliación", el documento presentado dice que "el programa debe ser técnicamente consistente, políticamente aceptado y socialmente posible". Para ello, plantea un eje de "persuasión y cambio cultural", que necesitará "compromiso con el programa, empatía en la comunicación, persuasión a la mayoría de la sociedad". Todo con el objetivo de lograr "una posibilidad cierta de transformación de la Argentina a partir del 2024".
La élite empresaria busca, con estos consejos, mostrar cuál es el plan que estarán dispuestos a acompañar en 2023, más allá de los candidatos que presenten las fuerzas. Si bien falta un año para sentir el clima electoral, la movida intenta "poner las bases" de lo que vendrá, según se sinceró ante Letra P uno de los participantes del cónclave patagónico. No los frenó ni el frío invernal, con nieve incluida, para prever una continua tensión en el frente económico nacional, arrastrado por las tensiones internas del frente oficialista. También creen que la oposición deberá zanjar sus diferencias para que el futuro de los negocios.
El cóctel de bienvenida fue utilizado para poner en común las broncas y necesidades. Poco salió de esas charlas mano a mano entre dueños y dueñas de las empresas más poderosas del país, pero sirvieron para llegar a la primera jornada de trabajo con tranquilidad. Escucharon a los analistas Julieta Zelicovich y Esteban Actis, ambos expertos en relaciones internacionales e integrantes del Conicet, y Francisco de Santibañez, vicepresidente del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales, hablar sobre el contexto internacional.
La espera está centrada cuando este viernes cierre el cónclave el ministro Guzmán. En primera fila estarán, entre otros, Eduardo Marcos Galperin, fundador de Mercado Libre; los fundadores de Globant, Martín Migoya y Guibert Englebienne; Carlos Miguens (Miguens Bemberg Holdings) y el anfitrión Eduardo Elsztain, el dueño de IRSA y Banco Hipotecario. Todos con la expectativa de saber si el titular del Palacio de Hacienda dará respuestas por el proyecto sobre "renta inesperada".