LA ECONOMÍA DE TODOS

El IFE con corset, un alivio social y político que demora la pelea de fondo

Sobre los precios, "iremos viendo", dijo Fernández. Subsidios imprecisos, un impuesto en veremos y la madre de todas las recetas: que la inflación licue gastos.

No hay dudas de que la situación social le imponía al Gobierno tomar alguna medida para auxiliar a los sectores más afectados por la disparada de los precios. Tampoco, de que ese alivio es, también, un paliativo para la interna del Frente de Todos, atizada por las advertencias del cristinismo sobre una desnaturalización del proyecto oficial y un impacto electoral en octubre del año que viene. Sin embargo, llama la atención que en el país del huevo y la gallina el ministro de Economía, Martín Guzmán, haya anunciado el lunes una serie de subsidios y un nuevo impuesto extraordinario poco definido, pero sin precisar costos fiscales en momentos en que apremia el cumplimiento de las metas acordadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Más todavía, que Alberto Fernández haya asumido la ofensiva como un paliativo y señalado que, en lo que hace a la guerra contra una inflación que erosiona los ingresos, "iremos viendo" cómo ataca sus causas.

 

El concreto, el plan establece un pago de 9.000 pesos en mayo y otro tanto en junio para trabajadores con ingresos no registrados, monotributistas de las categorías A y B y personal de casas particulares. Asimismo, uno de 12.000 pesos para las jubilaciones mínimas en mayo, en un solo desembolso.

 

En paralelo, se establece el envío al Congreso de un proyecto para reformar el impuesto a las Ganancias para gravar la "renta inesperada" de compañías que hayan facturado más de 1.000 millones de pesos, lo que alcanzaría al 3,2% del total del mundo empresarial.

 

Aunque todos admiten que faltan precisiones, algunos economistas privados calculan en unos 200.000 millones de pesos el costo fiscal del Ingreso Federal de Emergencia (IFE) bonsái, lo que genera preguntas acerca de cómo lo financiará el Gobierno. La respuesta no parece radical en lo que el Estado recaude con el nuevo gravamen, ya que el mismo requerirá meses de debate parlamentario –si todo sale bien, de debates judiciales–. Además, el anunciado rechazo de la oposición no permite asegurar que, finalmente, se convierta en ley.

 

Otros especialistas, como el economista Gustavo Reija, explican que es poco lo que se sabe como para hacer cálculos en firme sobre costos para el Tesoro.

 

"La asistencia a los trabajadores de la economía informal, a los jubilados y a monotributistas resulta hoy difícil de cuantificar claramente. De hecho, ni el propio ministro Guzmán se animó a estimar el costo fiscal de la medida. Lejos de inscribirse en la mentada lucha contra la inflación, los anuncios parecen haberse diseñado como parches y no como parte de una estrategia integral de política económica", le dijo a Letra P.

 

"Una de las dificultades para hacerlo es identificar el universo de trabajadores informales a los que alcanzará, ya que todos los mensajes oficiales tienden a confirmar que esto no es un nuevo IFE", amplió.

 

El especialista enfatizó lo que definió como "la simbología del acto". "La imagen del Presidente compartiendo el escritorio con su ministro de Economía, sin la presencia del jefe de Gabinete (Juan Manzur), expuso que la máxima autoridad del Ejecutivo quiso mostrar respaldo ante la ola de rumores que circuló la semana pasada sobre el desplazamiento de Guzmán", analizó.

 

Además, eso se dio justo antes de que el ministro viajara a Estados Unidos para participar de la reunión de primavera del Fondo, a donde no podría llegar con el antecedente fresco de un plan de gasto capaz de dislocar lo acordado hace tan poco y con tanto esfuerzo.

 

De hecho, Fernández envió dos mensajes fuertes durante el anuncio: el programa con el FMI está vigente y, como señaló en su momento, su lanzamiento prueba que no supone un ajuste, como le reprocha el cristinismo.

 

Más allá del monto que insuma y que queda por especificar, ¿cómo se concilia un incremento del gasto social con la consolidación fiscal que se pactó con el FMI, la que será seguida trimestralmente y obliga a no sacar demasiado los pies del plato so pena de que se corte el financiamiento para hacer frente a los compromisos sucesivos y eso precipite a la Argentina al default que se pretendió evitar?

 

"La respuesta es clara y la dio el propio ministro: (el financiamiento) vendrá de la inflación. El incremento de la recaudación por el gran aumento de precios del primer trimestre permitió que el déficit primario se achicara a solo 0,25% del PBI. El programa de ajuste del déficit fiscal del FMI cierra con una tasa de inflación que permita licuar gastos y aumentar ingresos por mayor recaudación. De allí saldrán los recursos sin poner en riesgo el cumplimiento de las metas de déficit", explicó Gustavo Reija.

 

Respecto del impuesto a la renta inesperada, hay que volver sobre las dificultades que presenta su aprobación legislativa y sobre los plazos que demandaría incluso en el escenario más favorable al oficialismo.

 

Para el economista, "tampoco resulta demasiado claro en lo técnico y aparece también como un mensaje político. La cifra anunciada por el ministro como base para la imposición a empresas que hayan tenido una renta de más de mil millones de pesos no parece una cifra exhorbitante, son cinco millones de dólares al valor del blue. Además, ¿cuál sería el período fiscal considerado? ¿Será 2021, cuando no se había desatado la guerra entre Rusia y Ucrania, o será 2022? De ser así, solo podría recaudarse después de conocer el cierre de balances de este año".

 

"Hay que insistir en que al Fondo le preocupa más el cumplimiento de las metas fiscales y de acumulación de reservas que la tasa de inflación proyectada en el acuerdo, la que pasado solo el primer trimestre ya no es cumplible", siguió.

 

Así, "seguimos sin tener anuncios de un plan integral que incluya medidas de política fiscal, monetaria y cambiaria que permita cambiar las expectativas y generar las condiciones para el desarrollo y la disminución de la pobreza y la exclusión en nuestro país".

 

Eso lo iremos viendo.

 

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