Llegaron al Congreso de la mano de Juan Manzur, expar y actual jefe de Gabinete. No sólo eso. Los 14 mandatarios provinciales tuvieron una previa en la Casa Rosada donde vieron al presidente Alberto Fernández en el Salón Eva Perón. Después de la foto de rigor, un respaldo simbólico al entendimiento del Gobierno con el FMI, la comitiva de mayoría peronista pero con representantes radicales fue a exponer en la Cámara de Diputados ante el plenario de las comisiones de Presupuesto y Finanzas. La agenda de la segunda jornada de exposición, antes de la pelea por el dictamen del miércoles, incluyó también al sindicalismo, al sector empresarial con el G6 y movimientos sociales.
El primer representante opositor en tomar la palabra fue el jujeño, Gerardo Morales, quien se distanció de los sectores más duros de la alianza de Juntos por el Cambio (JxC) al reconocer la responsabilidad del anterior gobierno de Cambiemos en la toma de deuda con el FMI. “Esta deuda la tomamos nosotros. Algunos halcones me pegan por esto, pero no me importa”, aseguró y también responsabilizó al peronismo y al Frente de Todos (FdT) por los problemas en la balanza de pagos de la Argentina. “Todas las fuerzas políticas que hemos tenido responsabilidad de gobierno tenemos una gran responsabilidad sobre esta situación”, profundizó y pidió salir del debate en la Cámara baja “con ley impidiendo el default” porque “el default va a complicar la economía”.
El llamamiento, que causó sorpresa incluso en propios, llegó después de la cumbre por Zoom de JxC del domingo, cuando en teoría la Mesa Nacional de la coalición había preparado una resistencia al artículo 2 del proyecto. Sin medias tintas, este martes el mandatario sentenció: "De acá tenemos que salir con la ley, con la aprobación del acuerdo para impedir el default porque cuando se complica la economía los que se joden son los más pobres". "Tampoco puedo abstraerme de mi condición de gobernador y las consecuencias que un default podría traer para nuestras provincias", añadió el también presidente de la Unión Cívica Radical (UCR).
A diferencia de una primera jornada de debate que tuvo varios momentos picantes, este segundo día fue más tranquilo. Sin embargo, eso no impidió que hubiera un momento tenso cuando las bancas del Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT), Nicolás del Caño, Myriam Bregman y Alejandro Vilca, interrumpieron a Morales para acusarlo de "detener trabajadores" y "atacar a las mujeres" en la provincia del Norte. Como respuesta, el gobernador le pidió al presidente de la comisión, Carlos Heller, poner orden y convocó a la "tolerancia".
Además de Morales, otros mandatarios tomaron el micrófono. El salteño Gustavo Sáenz remarcó que "el acuerdo no es el mejor", pero también lo apoyó porque "es lo que se pudo" alcanzar luego de dos años de negociaciones. "Hay que cumplir y honrar las deudas", consideró y pidió "darle a aquellos que nos prestan la tranquilidad y la confianza" de que la Argentina "es previsible y tiene seguridad jurídica". "¿El acuerdo está bueno? No, pero es lo único que después de dos años pudo llegarse", se preguntó y pidió abandonar los "intereses partidarios que muchas veces son mezquinos" y que "no resuelven los problemas de la gente".
Otro en exponer fue el entrerriano Gustavo Bordet, quien se plegó al apoyo al acuerdo porque “es el mejor entendimiento al que se pudo arribar” y porque no exige reformas previsional ni laboral. “La reducción del déficit fiscal hace que sean metas posibles de cumplir”, valoró el representante justicialista y consideró que “lo contrario a aprobar este acuerdo sería sacar a la Argentina del mundo”, lo que calificó como algo “muy negativo para las provincias”.
“Es mucho más beneficioso ir a este entendimiento que no lo buscamos, pero que resolvemos”, agregó y profundizó: “Como se tomó este préstamo de manera irresponsable, nosotros tenemos que resolverlo de manera responsable”.
Sindicalismo y empresarios, en la misma balsa
Después de que el contingente de gobernadores abandonó el plenario, el representante de la Confederación General del Trabajo (CGT), Héctor Daer, destacó que el acuerdo alcanzado es el primero "en la historia de las discusiones del FMI que no se hace sobre el lomo de los derechos de los trabajadores y la seguridad social" y que es "el mejor al que se podía llegar para no caer en default". De todas maneras, también puso sus reparos: "No hay acuerdo con el FMI que se pueda festejar, esto es salir de la tragedia, es encontrar un punto de partida de proyección", manifestó.
Además, el presidente de Coninagro, Carlos Iannizzotto, sostuvo que el acuerdo se debe aprobar porque se necesita “un país integrado” con “acceso a los créditos internacionales y a la vida internacional” porque la “Argentina está destinada a vivir en un mundo civilizado”. Por último, y como cierre de la segunda jornada de debates, Diego Cifarelli, del Consejo Agroindustrial Argentino, también se manifestó a favor porque “quitará incertidumbre” sobre la actualidad económica nacional y permitirá generar “certezas” para los empresarios y los sectores productivos del país. “La agroindustria necesita exportar y para eso necesitamos entrar a mercados internacional y financiarnos como se financian los principales países”, afirmó y completó: “Queremos seguir generando mano de obra y riquezas”.
El representante de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Alfredo González, también bregó por la aprobación del acuerdo ya que “la cesación de pagos no es una opción” y convocó a “priorizar el desarrollo interno de la Argentina impulsado básicamente por las pequeñas y medianas empresas, que son el motor de trabajo y riqueza del país”. Por su parte, los directivos de la Asociación de Empresarios y Empresarias Nacionales para el Desarrollo Argentino (ENAC), manifestaron su “apoyo institucional, pero no incondicional” al acuerdo y demandaron un “plan para desmonopolizar la economía” para evitar que el ajuste caiga sobre la clase trabajadora. Su portavoz, Leo Bilanski, generó algunos aplausos en la sala cuando demandó investigar “la deuda espuria e ilegítima” y “juzgar a sus responsables” para construir “un verdadero nunca más económico”.
Por parte de los sectores privados de la economía nacional el representante de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMRCO), Gustavo Wiss, también pidió aprobar el memorándum de entendimiento porque está "absolutamente de acuerdo en el no default" ya que sus "consecuencias económicas y sociales serían dramáticas y enormes". "El acuerdo es muy superador a cualquier otra alternativa posible hoy sobre la mesa", profundizó. Asimismo, el delegado de la Cámara de Comercio, Natalio Girdman, sostuvo que "es imprescindible" acordar con el Fondo y consideró que lo "ideal sería que (la ley) pudiese salir por unanimidad".