LA ERA DEL DESHIELO

Fernández y Perotti, una tregua imperfecta en el peronismo núcleo

Compartieron un acto donde el respeto mutuo y los elogios del gobernador de Santa Fe no salvaron las diferencias recientes. Contrapunto y mimos a Kulfas.

SANTA FE (Corresponsalía) El presidente Alberto Fernández  escuchó atento. El gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, le extendió un trato amable y palabras elogiosas, una suerte de ofrenda de paz tras las tensiones  por la suba de retenciones a los subproductos de la soja. En el acto que compartieron este jueves en la localidad de Las Parejas, el rafaelino evitó la confrontación y destacó “la voluntad de escuchar del Presidente" cuando tienen diferencias. Sin embargo, en un episodio imperfecto de la era del deshielo que el Gobierno busca llevar adelante para encauzar su gestión y consolidar apoyos, el mandatario santafesino reiteró que no está de acuerdo con que se tomen medidas que recaigan en “el sector agroalimentario” y que es momento de “aprovechar la oportunidad” que brinda el contexto internacional. Dueño de la última palabra, Fernández se mantuvo en sus trece y no retrocedió en su postura: “Hay una pelea por ver qué tipo de país queremos construir".

 

En su primer encuentro cara a cara tras la reunión en Casa Rosada en la que Perotti le pidió a Fernández un plan B a las retenciones, los mandatarios participaron del lanzamiento de dos nuevos programas de la Casa Rosada, Desarrollo de Proveedores (Prodepro) y Desarrollo de Parques Industriales, en la fábrica de maquinaria agrícola Ombú. “Creemos en la producción, en el desarrollo y en la distribución equitativa del ingreso”, dijo el Presidente y explicó que “hay una pelea por ver qué tipo de país queremos construir, si uno que sea el granero del mundo y que solo se dedique a primarizar su economía, o uno que quiera desarrollar la producción, el trabajo, la industria y aprovechar el potencial que tiene para producir cereales, oleaginosas y la carne”. Fue su respuesta tras escuchar las palabras de Perotti, que lo trató públicamente durante todo el acto como "el Presidente". El modo contrastó con las alusiones por el nombre de pila al ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, a quien encomió por su gestión. 

 

“Tenemos la posibilidad de tener un Presidente con el que se habla, se discute, se coincide y tiene la voluntad de escuchar plenamente cuando tenemos diferencias”, reconoció momentos antes del discurso de Fernández el gobernador santafesino, que en varias oportunidades admitió no acordar con las medidas tomadas para combatir la inflación. 

 

“Todos ustedes saben que no queremos y no nos gusta el tema de la suba de retenciones al sector agroalimentario, porque creemos que todo ese sector puede traer mucho más con reglas de juego, que ojalá los legisladores nacionales puedan darle, que definan un horizonte de mediano y largo plazo que nos ponga a producir plenamente”, argumentó. Escuchaban el intendente local, Horacio Compagnucci; el titular de la empresa y de la Asociación de Industriales Metalúrgicos (Adimra), Orlando Castellani, y la subsecretaria de Industria, Julieta Loustau.

 

En ese sentido, Perotti aseguró que las políticas como las que se presentaron este jueves “son las señales más efectivas y concretas de estar acompañando a quienes son las responsables de los mayores niveles de empleo, es decir nuestras pequeñas y medianas industrias". Aprovechó la ocasión para insistir con la necesidad de incentivar la siembra, como está haciendo su gestión a nivel provincial. 

 

Con gesto adusto y sin mirar a Perotti, Fernández escuchó estoico. A su turno, planteó que "la discusión no es si la industria es más importante que el campo, hay que pensar que todos deben crecer en armonía". También dijo que para el Gobierno “hacer crecer la industria es generar más empleo, y generar más empleo es distribuir mejor el ingreso. Por eso insistimos tanto en que los salarios deben ganarle a la inflación, porque tenemos que recuperar el salario de la gente”. Los aplausos de ocasión le dieron cierre al encuentro. Sin embargo, el deshielo entre la Casa Gris y la Casa Rosada demandará nuevos capítulos

 

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