El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, recibió a Letra P en su despacho y, en media hora de entrevista, habló de toda la agenda productiva. Además de defender las restricciones actuales a la exportación de carne -"no estamos cómodos, pero son medidas necesarias", dijo-, hizo frente a las críticas de empresarios sobre la política económica y la presión tributaria y sostuvo que crece la inversión en la economía real.
-Nosotros no hemos cambiado en absoluto nuestra vocación de diálogo constructivo y de consenso. Desde que empezamos el Gobierno, implementamos decenas de medidas a favor del sector industrial. Muchas de ellas conversadas con diferentes cámaras sectoriales de la industria. De ahí vienen, por ejemplo, la ley automotriz, que está por ingresar al Congreso, o el decreto de derecho de exportación cero para el incremental de exportaciones de autos. Más de 15 líneas de financiamiento al sector productivo. Todo lo que hicimos durante la pandemia.
-Le transmitió a Funes de Rioja que no reconocieron esas cosas.
-Encontramos una actitud un poco más beligerante. Nos resulta incomprensible el cambio de actitud porque seguimos con la misma línea. Nos ha preocupado la falta de reconocimiento de las medidas adoptadas que han sido positivas para el sector y que explican que Argentina esté produciendo por encima de los niveles previos a la pandemia. Con esto no estoy diciendo que la agenda esté resuelta. Hay mucho para seguir conversando. Pero me sorprendió el cambio de tono de esta nueva conducción.
-¿A qué lo atribuye?
-Es una pregunta que tienen que responder ellos.
-Funes de Rioja habla de triple cepo laboral y de la necesidad de una reforma impositiva. ¿La reforma laboral y la carga tributaria son temas a resolver?
-Tenemos más de 16 mesas sectoriales donde se discuten todos los temas. En el Consejo Económico y Social no hay ningún tema vedado o prohibido y se discuten con los sindicatos y los empresarios de cada sector los convenios laborales, cuestiones impositivas. Nosotros tenemos que balancear las necesidades de ordenamiento de las cuentas públicas, que venían muy desordenadas en un país sobreendeudado, con los estímulos productivos. Hay que encontrar esos puntos de encuentro.
"La inversión productiva crece sostenidamente y genera empleos concretos"
-¿Argentina tiene una carga tributaria elevada para las empresas?
-Hay que analizar los diferentes sectores. Hay sectores que tienen regímenes especiales y ahí la carga tributaria es más bien reducida. En el impuesto a las Ganancias tenemos una alícuota un poco más alta que la media y menos carga sobre dividendos. No creo que sea un análisis lineal. Argentina está en un 33% del Producto en cuanto a regulación tributaria. Eso es un poquito más que el promedio de países vecinos, y 10 o 15 puntos menos que los países desarrollados. Argentina es el país número 65 o 66 del mundo en este indicador de presión tributaria. No hay una presión asfixiante, como sostienen algunos. También algunos son militantes de la evasión o de que no existan impuestos, lo que no tiene nada que ver con la realidad mundial. Argentina no es ni un paraíso fiscal ni hay una presión fiscal asfixiante.
-¿Los incentivos fiscales serían entonces sector por sector?
-Hay mucho para seguir trabajando. Confiamos en el diálogo sectorial para ver qué incentivos hay en cada sector. De hecho, los tenemos. Economía del Conocimiento tiene una carga tributaria reducida y está habiendo buenos incentivos y buenas inversiones.
-¿Ese 33% que menciona incluye impuestos nacionales, provinciales y municipales?
-Son nacionales, que es donde hay comparación internacional.
-¿Agregan mucho los distritos?
-Agregan, pero no hay comparación internacional posible. Insisto, en donde la hay, Argentina queda en el puesto 65 o 66 sobre 200 países. Ni por casualidad somos un país que se sale de la norma.
-Hace unos meses, el Gobierno esperaba para esta altura del año una inflación mensual del 1,5 o 2%. Hay críticas al manejo de la macro e incluso aparecen aliados, como Sergio Palazzo, criticando la eficacia de los controles de precios. ¿Qué falló?
-Para ser bien claros, no creo ni que estén fallando la política macro ni los controles de precios. Hemos vivido un shock internacional muy fuerte. Los precios de los commodities subieron entre septiembre pasado y junio un 52%. Y teníamos una macroeconomía que venía muy desordenada. ¿Por qué otros países tienen este mismo shock y no se ve reflejado de la misma manera? Justamente, porque tienen una macro ordenada que permite tener factores de contrapeso que Argentina lamentablemente no tiene, porque tiene un sector externo mucho más débil.
-¿Los controles de precios proliferan por eso?
-Hemos absorbido este shock con algunas políticas que han tenido su utilidad. Acuerdos de precios y salarios, Precios Cuidados, ahora hemos lanzado Súper Cerca, para tener una canasta protegida que llegue a todos los sectores del comercio minorista y dar previsibilidad de aquí a fin de año. Administramos con las herramientas que tenemos a mano.
-¿Cuál es la nueva estimación de inflación para 2021 en este contexto?
-Las estimaciones las hace el Ministerio de Economía. Es una pregunta para mi colega Martín Guzmán.
-Con el nuevo sendero de paritarias, ese horizonte parecería estar en torno al 45%.
-Hemos planteado que el salario le tiene que ganar a la inflación. Entonces cualquier desvío que se vaya corroborando implica una revisión de los acuerdos. Este es un año de recuperación del salario real.
Exclusiva. Kulfas en diálogo con Letra P.
-¿Qué espera de la economía de acá a las elecciones, con el rebote cruzado por la pandemia y la inflación?
-Vemos una economía que funciona a dos velocidades. Hay un conjunto de sectores muy golpeados por la pandemia, aquí y en el mundo, como la actividad turística, la gastronomía, la actividad cultural y buena parte del comercio minorista, la movilidad. Y por otro lado, hay muchos sectores que crecen incluso a niveles por encima de los previos a la pandemia. Fundamentalmente la industria manufacturera, donde hay entre 12 y 16 ramas con fuerte crecimiento, 11 meses consecutivos de recuperación del empleo privado, más de 25.000 empleos creados, en la industria hay más empleo hoy que en el último año de gobierno de Mauricio Macri. La construcción también está muy dinámica, recuperada por diferentes factores, entre ellos los incentivos generados por el nuevo marco legal. La economía del Conocimiento está volando por los incentivos de la ley y por los nuevos desafíos de digitalización de la pandemia. Hoy hay 9000 búsquedas activas e inversiones todas las semanas. También hubo una muy buena campaña agroindustrial. Y la recuperación de la inversión en el sector energético gracias al Plan Gas.
-¿Hacia adelante?
-Esperamos que en los próximos 30 o 45 días podamos ver una desaceleración bien clara de esta segunda ola. Luego de finalizada, esperamos que también los sectores más golpeados tomen otra velocidad y tengamos una recuperación plena.
-El último dato del INDEC mostró un repunte de la inversión cercano al 40%. Pero las expectativas empresarias van en sentido contrario y advierten sobre un escenario inhóspito para invertir. ¿A qué atribuye esa contradicción?
-Se le ha dado una relevancia exagerada a la nueva calificación de Standalone, de la semana pasada, que en realidad es consecuencia de un proceso de deterioro de los indicadores financieros del país que se inició en abril de 2018, con otro gobierno. Hay sectores que asocian el desarrollo de la inversión en la economía real a los indicadores de los mercados financieros. Argentina hace rato que está afuera del mercado de capitales internacionales, justamente por el exceso de endeudamiento insostenible que generó el gobierno de Macri. Tenemos que normalizar el frente financiero para poder crecer a largo plazo. Pero en el corto plazo la inversión productiva crece sostenidamente y genera puestos de trabajo bien concretos. Existen tensiones o presiones de algún sector más vinculado a lo financiero y que pretenden opacar los muy buenos resultados que se están obteniendo en la economía real. La inversión real crece. No solo lo destaca el Indec. También, por ejemplo, Orlando Ferreres, que sigue estos indicadores.
-En los últimos meses aumentó el ritmo de importaciones. ¿Hay dólares para que ese flujo continúe?
-Sí. Los principales crecimientos de importaciones están asociados a bienes de capital e intermedios, a tecnología e insumos para producir más. Son indicadores sanos, de una Argentina que está aumentando su capacidad productiva y que por ende va a poder producir más en el futuro e incluso ahorrar una divisas de importaciones y reemplazar la producción nacional.