La discusión interna por el futuro de Juntos por el Cambio va ganando temperatura en cada uno de los rincones del país. En Córdoba, luego de la implosión de finales de 2021, las piezas parecen comenzar a acomodarse pensando en la mejor forma de saldar las diferencias internas para definir candidaturas de cara al año próximo. En ese marco, un proyecto radical duerme en la legislatura provincial a la espera de un tratamiento que, como todo, dependerá del peronismo: la incorporación de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) al cronograma electoral mediterráneo.
Su autor es Dante Rossi, un dirigente reconocido en la tradición alfonsinista que apuesta a la herramienta como forma de “ayudar a la mejora de los partidos políticos, la política en su conjunto y la calidad institucional”. “No hay que tenerle miedo a la participación, cuando la gente mete mano en las listas de los partidos, los mejora, los pone de cara a la sociedad y los obliga a analizar cuáles son los problemas verdaderos que deben ser resueltos”, dice a Letra P. A la vez, advierte un problema en las posibilidades de avance de la iniciativa, precisamente por la mayoría oficialista que tiene en sus manos las llaves para el tratamiento. “El peronismo está acostumbrado a que el gobernador elija a los candidatos a dedo, sin ningún tipo de participación de la gente”, asegura.
Rossi tenía 15 años cuando vio por primera vez a Raúl Alfonsín. Fue en un acto en Redes Sanitarias, en la Argentina de posguerra que presenciaba la retirada militar, aunque todavía no definía el momento exacto para el regreso democrático. Era 1982 y Rossi quedó “encantado” con la figura que tomó como su principal referencia política y con quien mantuvo una relación “muy cercana” hasta los últimos días de la vida del expresidente.
“A partir de ese acto comencé a leer sobre la historia del radicalismo y desde entonces siempre abracé las ideas de corte socialdemócrata, vinculadas a las problemáticas sociales”, describe el actual vicepresidente primero de la Legislatura de Córdoba y principal referente de Identidad radical, uno de los nueve núcleos internos de la UCR del centro del país.
A la par de la historia del alfonsinismo, fue acompañando al líder radical desde las filas de Renovación y Cambio, y el Modeso (Movimiento para la Democracia Social). Tras la muerte del expresidente y la dispersión de los referentes de su espacio, siguió defendiendo sus ideas en la interna cordobesa, en la que fue ganando espacio hasta ubicarse como uno de los espacios con mayor representación dentro del partido.
Entiende que el caso cordobés no tiene su réplica a nivel nacional, a pesar del ensayo que en esa dirección articula la dirigencia referenciada en los bloques de Evolución. Las líneas internas se sostienen alrededor de las figuras de mayor peso que se van sumando a las huestes boinablanca. En ese campo, asegura estar “entusiasmado con la posibilidad de que el radicalismo dispute el liderazgo dentro de JxC”.
“Durante el gobierno de Macri ocupamos un rol absolutamente secundario y eso generó que el radicalismo pierda su identidad”, afirma y apunta a algunas de las figuras que han ido tomando un mayor protagonismo, sobre todo a partir de las últimas elecciones y procesos internos: Facundo Manes, Martín Lousteau y el propio titular del partido a nivel nacional, Gerardo Morales.
Persiguiendo ese fin, Rossi valoriza aún más la posibilidad de implementar las PASO, que en las últimas elecciones “demostraron ser una herramienta importante para avanzar en la renovación y la reforma de los partidos”. “Eso siempre le sirve a la política porque aporta a su oxigenación”, sentencia.
En su visión, la disputa interna opositora durante las legislativas de 2021 “terminó zanjando disputas políticas que, pese a las advertencias, en ningún momento atentaron contra la unidad del espacio”. Siguiendo una lógica que se replicó en todo el país, también confía que la democracia interna sea el mecanismo que se termine imponiendo, tanto en las mesas políticas provinciales como a nivel nacional.
Sabe que las elecciones del 14 de noviembre colocaron a Luis Juez y a Rodrigo De Loredo como los dos dirigentes más importantes para disputar las candidaturas en Córdoba, pero no pierde de vista su intención de que el radicalismo sea la fuerza que encabece el proceso. “A mí me gustaría que el próximo gobernador venga del radicalismo, pero también sé que hay que trabajar para no debilitar el espacio. No hay ninguna posibilidad de ganarle al peronismo si no estamos todos juntos”, afirma.
Tras ese objetivo, la UCR se reunirá periódicamente hasta desembocar en un gran plenario en Villa Giardino a mediados de abril. Después de un primer encuentro realizado semanas atrás en la ciudad de Vicuña Mackenna, continuarán otros cuatro cónclaves que comenzarán a desandarse este fin de semana en la capital provincial.