Cuando Alberto Fernández escuche las palabras que Juan Schiaretti pronunció este martes, posiblemente reafirme esa vieja idea de pensar a Córdoba como un “territorio hostil” para el Frente de Todos. Durante la 144° apertura de sesiones ordinarias en la Legislatura, el gobernador de Córdoba pronunció un duro discurso contra el gobierno nacional al asegurar que “el país está estancado y en declive". En este sentido, dijo que el kirchnerismo “gobierna con una actitud feudal que nada tiene que ver con el progresismo que recita”.
La organización del discurso quizás fue lo más llamativo de la jornada de este martes. Después de una breve mención a la crisis sanitaria y su consecuente coletazo económico, Schiaretti se metió de lleno en temas que tienen que ver con lo que él llama “agenda federal” y que básicamente apunta a cuestionar “los privilegios del AMBA”.
Exigió que Edenor, Edesur y AySA vuelvan a estar bajo la órbita de las administraciones locales y pidió que se “reparta equitativamente los subsidios al transporte". Incluso, se animó a llamar “burócrata de cuarto nivel” al secretario de Energía de la Nación, Darío Martínez, a quien le reclamó que otorgue al biocombustible de maíz y soja los mismos beneficios que recibe Tucumán para la caña de azúcar.
El gobernador volvió a reclamar que se eliminen las retenciones a las exportaciones agropecuarias, a las que definió como “un impuesto que no existe en ningún lugar del mundo” y “que se acabe inmediatamente el cepo a la exportación de carnes que perjudica a nuestra producción y no logró nunca bajar el precio de la misma en la mesa de los argentinos”.
Como ya anticipó Letra P, los diputados y las diputadas del bloque Córdoba Federal ya tienen un proyecto para presentar en las sesiones ordinarias en el Congreso. Uno busca “resolver los problemas de fondo” y se diferencia con el presentado por Juntos por el Cambio, al que consideran “un maquillaje en el código aduanero”.
Una vez más, Schiaretti intentó ubicarse por fuera de la grieta, aunque los dardos estuvieron dirigidos de manera directa al gobierno nacional. Recostado en una sociedad que él y sus asesores reconocen como profundamente antikirchnerista, sólo cuestionó al macrismo por el incumplimiento de compromisos asumidos, que ahora le exige a la actual gestión.
“Nosotros vamos a avanzar por la vía administrativa y esperemos que, sin mediar ninguna dificultad, no debamos recurrir a la Justicia como ha ocurrido en otras oportunidades. Ahora, si debemos acudir a la Justicia para recuperar esos recursos que le corresponden a Córdoba, que no le quepa dudas a ningún cordobés que lo vamos a hacer. Porque es nuestra responsabilidad en la administración del Estado, para seguir garantizando las obras y servicios que necesitan todos los ciudadanos y para que Córdoba siga creciendo y no se detenga”, advirtió el vicegobernador Manuel Calvo, tras la apertura de sesiones.
También hubo lugar para los golpes por debajo del cinturón. “Los que somos progresistas de verdad y defendemos la necesidad de la justicia social desde el inicio de nuestras vidas, los que peleamos en serio contra la dictadura y le vimos la cara a la muerte varias veces por eso, los que recibimos tiros en nuestro cuerpo por defender la libertad y la democracia, los que fuimos perseguidos o encarcelados, sabemos que gobernar recitando consignas pseudo progresistas mientras se degradan las instituciones y se profundiza la decadencia y la pobreza en el país, demuestra en realidad una actitud feudal y autoritaria que nada tiene que ver con el progresismo que recitan”, aseguró Schiaretti.
Además de no mencionar al Brigadier General Juan Bautista Bustos, el procer cordobés con el que Hacemos por Córdoba se identifica detrás de la bandera de la “Córdoba rebelde”, Schiaretti evitó hacer referencia al acuerdo con el FMI, de hecho ni siquiera lo mencionó. “Es un problema que debe resolver el gobierno nacional”, dicen desde su entorno más cercano y, por ende, a los representantes del espacio en el Congreso. ¿Qué van a hacer? “No poner palos en la rueda”, es lo que dicen. Por lo bajo, tampoco quieren “quedar pegados”. Por esa razón ya anticiparon que se abstendrán al momento de votar el acuerdo.
También anunció proyectos que tienen que ver con la gestión, entre los que se destacan la continuidad en la construcción a rutas, autovías y acueductos troncales. A eso se le sumó la creación de escuelas, hospitales y viviendas. Asimismo, anticipó que el Estado cordobés se convertirá en una distribuidor mayorista de internet.
Antes de comenzar con el repaso de su gestión y los anuncios, lanzó la frase con olor a proyección nacional. “Necesitamos dirigentes que piensen en la agenda de la sociedad y no de la política. Si somos capaces de actuar así, no tengo dudas que nuestra Argentina dejará atrás largos años de decadencia y entrará en la senda del progreso sostenido Nuestro modelo de gestión Córdoba funciona con estos principios y nunca se detiene, porque impulsa siempre la generación de empleo genuino”, dijo el gobernador y volvió a probarse el traje de candidato que parece nunca dejar demasiado tiempo en el placard.