SANTA ROSA (Corresponsalía Patagonia) La alianza Juntos por el Cambio (JxC) en La Pampa llegó deshilachada al cierre del plazo para la presentación formal de las coaliciones, ya que perdió en el camino algunos soldados que soñaba con tener de su lado para dar la pelea mano a mano el año próximo contra el peronismo, invicto en elecciones ejecutivas desde 1983. Al radicalismo y al PRO se les frustró la idea de que en las elecciones de mayo del año que viene hubiera únicamente dos boletas en el cuarto oscuro, para forzar al extremo una polarización: no lograron incorporaciones para cobrar mayor volumen electoral y no supieron contener a pequeños partidos que ya eran parte de la coalición.
En la otra vereda, el Frente Justicialista Pampeano ordenó sus melones y presentó el espacio multicolor que ya funciona desde 2019, al que sumó al Partido del Trabajo y del Pueblo. El PJ pampeano encabeza ese frente de unidad en el que también están el Frente Renovador massista, el Partido Humanista, Encuentro por la Democracia y la Equidad, el Partido Comunista, Patria Grande y Pueblo Nuevo.
El peronismo gestiona La Pampa desde la recuperación de la democracia. En 2019, Sergio Ziliotto llegó a la gobernación con una ventaja de más de 20 puntos sobre el radical Daniel Kroneberger, pero la expectativa opositora es que el año próximo haya paridad, a partir de la histórica victoria que obtuvo en las legislativas de 2021.
Los días que sucederán a la final del Mundial de Qatar prometen rosca intensa en las dos grandes coaliciones: el jueves 22 de diciembre vence el plazo para la presentación de listas ante las juntas electorales partidarias, nóminas que incluirán cargos ejecutivos y legislativos provinciales y locales. Ese día se sabrá formalmente si hay unidad o enfrentamientos internos. Las elecciones primarias, que en La Pampa solo son obligatorias dentro de los partidos en los que hay competencia interna, están convocadas para el 12 de febrero. Las generales, para el 14 de mayo.
La otra alianza que se presentó al vencer el plazo es la del Frente de Izquierda, conformada por el Partido Obrero y el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS).
Más portazos que bienvenidas
A Juntos por el Cambio se le cayeron varios naipes del castillo que había anhelado para confrontar con el peronismo.
Uno de los partidos que se apartó del armado es el Movimiento Federalista Pampeano (MoFePa), un partido provincial que perdió fuerzas en las últimas décadas, pero que es tradicional y supo gobernar La Pampa en los años ’50 y ’60 y durante la última dictadura. En la gestión anterior había conseguido representación legislativa. El MoFePa dio un portazo denunciando la “falta de generosidad” de la cúpula de la alianza, que no le facilitó participación en puestos expectables, y acudirá a las elecciones del año que viene sin acuerdo con otras fuerzas.
Finalmente eligió otro andarivel también Pueblo Nuevo, el partido comandado por pastores evangélicos, que se había acercado al PRO y parecía tener todo cocinado para formar parte de la alianza opositora, pero finalmente no solo se desmarcó sino que acordó ser parte del oficialista Frente Justicialista Pampeano.
JxC en La Pampa, entonces, queda conformado por la UCR, el PRO, el Movimiento de Integración y Desarrollo (MID), el Frente de la Gente (un muy pequeño desmembramiento que alguna vez estuvo vinculado al FrePaSo) y el Partido Socialista, que es la única nueva incorporación y que no pudo evitar una fuerte interna y fugas dirigenciales a raíz de ese acuerdo.
De los coqueteos a la desilusión
La gran ausencia en esa conformación es el alfil de Patricia Bullrich, Juan Carlos Tierno: resistido por buena parte de la dirigencia radical y de los pequeños partidos, coqueteó hasta última hora con el ala dura del PRO, pero no pudo adosar a la alianza el sello de su partido, Comunidad Organizada.
Exintendente y exministro del peronismo, Tierno pateó el tablero con feroces cuestionamientos públicos a la dirigencia de la UCR que lo canceló, pero siguió en negociaciones con el macrismo disidente, a punto tal que sus referencias no descartan caminar por otro sendero. Esa dirigencia tiene relativa representatividad: sus caras visibles son la exdiputada Adriana Leher, el exdiputado Maximiliano Aliaga, y el empresario hotelero y exfuncionario nacional en el área de Trabajo Luis Bertone.
Otra grieta se le abrió a JxC por el lado de Javier Milei: Carlos Martín “Caico” Montoya, que tiene el sello del Partido Demócrata y participó de la interna legislativa del año pasado, ahora saltó el cerco para convertirse en uno de los referentes pampeanos del diputado de ultraderecha. Los halcones que tenían la expectativa de amuchar a toda la oposición antiperonista sostienen ahora vínculos y conversaciones con ese espacio.
La caída de esos gajos movilizó críticas internas en Juntos por el Cambio y en algún punto modificó el clima de acotado triunfalismo con que la alianza espera las elecciones. La dirigencia de Encuentro Republicano Federal, el sector de Miguel Pichetto, ya se dijo desilusionada. “Vamos a votar en contra del gobierno, pero sin la ilusión de un buen gobierno que cambie a esta provincia. Otra vez elegiremos al menos malo", dijo el referente local Miguel Solé, un histórico dirigente del menemismo que se fue del PJ cuando se “kirchnerizó”.
El panorama de la alianza vuelve dificultosa una lista de consenso: al menos el senador radical Kroneberger y el diputado nacional Martín Maquieyra, delfín de Horacio Rodríguez Larreta, están envalentonados en su pelea y no dan señales de bajarse para buscar la unidad. El jueves 22 es el último día para develar esa incógnita.