La reforma previsional con la que el gobierno de Gustavo Melella se corrió por completo de los discursos de austeridad que hegemonizan la política argentina por estas horas hizo estallar al expresidente Mauricio Macri, que hasta cruzó a sus propios aliados por la ley que permitirá a trabajadores y trabajadoras de Tierra del Fuego jubilarse con el único requisito de contar con 20 años de aportes. Para pesar del fundador del PRO, las jubilaciones no solo subirán hasta alcanzar una movilidad del 82%, sino que hasta podrían alcanzar un 88%.
El enojo de Macri también se puso de manifiesto en el sur del país, donde la tropa amarilla criticó con dureza a las dos voluntades radicales que terminaron aportando sus votos en la Legislatura para que el proyecto surgido de un acuerdo del oficialismo con los gremios, principalmente el sindicato docente, terminara alcanzando la mayoría necesaria de adhesiones para ser aprobado por unanimidad.
“Una vergüenza lo que hicieron los legisladores de Tierra del Fuego del FdT y JxC. Flexibilizaron requisitos de jubilación para empleados públicos y podrán jubilarse con 20 años de aportes sin importar la edad. La fiesta la pagan los que trabajan”, escribió Macri en su cuenta de Twitter, disfrazando en la sigla de la alianza su bronca con el radicalismo y utilizando la movida fueguina para repetir su slogan que reza “o somos el cambio o no somos nada”. A la crítica se sumaron rápidamente los sectores halconizados del sur argentino que tildaron la reforma de "irresponsable".
Al tanto de que su movida se contrapone con los objetivos del Poder Ejecutivo nacional, que propuso revisar todas las exenciones impositivas y beneficios fiscales que otorga el Estado federal como una posibilidad de echar mano a esas partidas para enfocar el recorte de recursos y que tiene a Tierra del Fuego en el centro de las discusiones, Melella contraatacó y atendió al expresidente, también por medio de un hilo de Twitter. "Le recuerdo que en un país federal como el nuestro, el pueblo fueguino es soberano, toma sus propias decisiones y tiene muy buena memoria. No se olvida que durante su gobierno fueron sus políticas las que perjudicaron a miles de hogares", posteó.
"Usted no representa ningún cambio. Es simplemente un repetidor de frases hechas. Usted es el mejor discípulo del ajuste, el recorte y el hambre del pueblo argentino", espetó el fueguino. "Su insulto, su descalificación y su agravio no hacen otra cosa más que convencernos a las y los fueguinos que vamos y estamos en el rumbo correcto. Muchas gracias por dejarnos en claro que no estamos, y no podremos nunca, estar en la misma vereda", acotó.
Además de su habitual crítica al oficialismo, los dardos del exmandatario no estuvieron destinados a la totalidad del arco cambiemista en Tierra del Fuego sino a la dupla radical que votó al reforma, Liliana Martínez Allende y Federico Sciurano. La legisladora apoya la candidatura del titular del partido, Gerardo Morales, y su par es cercano al sector liderado por Martín Lousteau. Ambos referentes fueron de los que más duro le pegaron a Macri durante el acto que el radicalismo organizó el pasado fin de semana en Costa Salguero.
Las diferencias entre el radicalismo fueguino y algunas de las figuras nacionales de Juntos por el Cambio ya habían tenido su primer capítulo cuando, en medio de la discusión del Presupuesto, un proyecto de la Coalición Cívica quiso terminar con los regímenes tributarios especiales con los que cuenta la isla y que, como definen sus defensores, responden a una “estrategia poblacional” y no a un “beneficio”.
La nueva norma que alcanzará al grueso de los trabajadores públicos fueguinos establece que en el caso del gremio docente, que continuará teniendo un régimen especial, se considerará necesario tener 20 años de aportes a la caja de previsión y 25 en el ejercicio de la docencia, para jubilarse a los 50 años si el trabajador o trabajadora así lo decidiera.
También habrá cambios en la forma de calcular los haberes, que pasará de promediar los 10 últimos años, a sacar un cálculo que contemple las mejores 60 remuneraciones de las últimas 120 percibidas.
Para quienes desempeñen sus tareas en la Administración Central habrá un régimen especial en el caso de los hombres y las mujeres que hayan ingresado a la administración pública antes del 31 de diciembre de 2017 y se jubilen hasta el final de 2027. Los años aportados a la Caja provincial deberán ser 20, más 10 a otros regímenes. A partir de esa base, tendrán la posibilidad de jubilarse a los 55 años, con un haber que arranca en el 72% y suma un punto por año hasta los 59 años.
En ese esquema de suba paulatina del haber es que aparece el artículo 3, fuertemente cuestionado por quienes se oponen al proyecto por su “falta de sustentabilidad”. Lleva el nombre de “bonificación por servicios excedentes”, y establece que una vez al cansado la movilidad del 82% pasivos y pasivas podrán sumar “un 1% más por cada año y medio de servicio que exceda los aportes necesarios para jubilarse”. Es entonces donde el tope se corre y alcanza el 88% móvil.