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La guerra del agua: el camporismo rionegrino dispara contra Kicillof

El gobernador e intendentes del sur reclaman un cupo del río Negro. “No somos regadores ni tenemos vocación de patio trasero”, avisa el senador Doñate.

LA PLATA (Corresponsalía Buenos Aires) La reunión realizada días atrás entre el gobernador Axel Kicillof e intendentes del sudoeste por la disponibilidad del cupo de agua del río Negro para la provincia de Buenos Aires reflotó un viejo debate interjurisdiccional por la distribución de este recurso cada vez más escaso. A eso se suman las tensiones que dispara el camporismo desde la provincia que gobierna Arabela Carreras contra el mandatario bonaerense: “Se lo dije a Vidal y se lo repito al compañero Kicillof: no vamos a ceder a esa vieja idea de la dictadura de robar agua del río Negro para llevarla a Buenos Aires”, arremetió vía Twitter el senador nacional Martín Doñate, figura rionegrina de La Cámpora, quien subió el volumen de su irascibilidad y avisó: “Nunca seremos los regadores de la pampa húmeda rica bonaerense, ni tenemos vocación de ‘patio trasero’”.

 

A ese mensaje se montó la liga de concejales rionegrinos del Frente de Todos (FdT), encabezados por su titular de Viedma Luciano Ruiz: “Esperamos que el compañero gobernador Kicillof reflexione y comprenda que las y los rionegrinos vamos a defender nuestro río (…) Así como estuvimos en contra del intento de robar nuestra agua por parte de la gobernadora Vidal, volvemos a reiterar la defensa a ultranza de nuestro preciado recurso, hoy, mañana y siempre, gobierne quien gobierne la provincia de Buenos Aires y la Nación”.

 

Las olas generadas en suelo rionegrino se suscitaron a partir del encuentro que Kicillof mantuvo con los intendentes PRO Héctor Gay (Bahía Blanca), José Luis Zara (Patagones) Mariano Uset (Coronel Rosales) y el vecinalista renovador Carlos Bevilaqcua (Villarino). En un contexto de creciente crisis hídrica en la zona, los jefes comunales y el gobernador coincidieron en la importancia de avanzar en el establecimiento de los cupos de agua para cada provincia integrante de la Autoridad Interjurisdiccional de las Cuencas de los ríos Limay, Neuquén y Negro (AIC), ente creado en 1985 y conformado por las provincias de Neuquén, Río Negro y Buenos Aires, donde también tiene su asiento el gobierno nacional dentro del comité ejecutivo.

 

A pesar de sus décadas de existencia, en este organismo nunca se definieron cupos, aspecto sobre el que ahora posan la lupa los alcaldes del sur bonaerense en medio de la sequía que no solo impacta en los cultivos, sino también en la provisión de agua para consumo humano. Según informaron en el Ejecutivo bonaerense, intendentes y gobernador abordaron además la estrategia “para contar con proyectos concretos de riego y provisión de agua potable en Bahía Blanca y otras localidades”.

 

Mientras se eleva el tono del malestar desde Río Negro, en el sur bonaerense los intendentes recogen el guante y retrucan acusaciones. “La actitud del senador Doñate es absolutamente egoísta, cerrada, de falta de solidaridad, cuando formamos parte del mismo país. Están tirando litros y litros de agua del río Negro al mar y prefieren eso antes que dársela a seres humanos. El primer análisis que hay que hacer tiene que ver con el derecho a la vida, con la solidaridad”, arremetió Bevilaqcua en diálogo con Letra P.

 

En línea con el intendente de Villarino, su par de Coronel Rosales, Uset, advirtió que en la actualidad el río Negro está “derramando en el mar entre 600 y 700 metros cúbicos por segundo de agua dulce de calidad”. Ante eso, sostuvo a Letra P que “están dadas las condiciones para que Buenos Aires pueda reclamar el acceso a 150 metros cúbicos por segundo de agua de ese cauce”.

 

De todas formas, el jefe comunal rosaleño aclaró frente a acusaciones rionegrinas: “No estamos hablando de trasvase (del río Negro al Colorado), sino de discutir en el Comité de Cuenca del río Negro la cuota que necesitamos, que quede formalizada de disponibilidad y accesibilidad para Buenos Aires”. Al respecto, Bevilaqcua ahondó que la idea para hacerse de ese cupo es tomar de la boca última del río Negro, proyectar un acueducto.

 

Uset destacó que compartirlo no es perder soberanía, sino que se trata de un recurso compartido geográficamente, por lo que “no hay margen para que alguien se apropie 100% de ese recurso”. Indicó que la intransigencia no conduce a nada y puso como ejemplo un hipotético caso: que Neuquén haga río arriba una represa hidroeléctrica y seque todo, incluyendo el río Negro.

 

En el sudoeste alertan sobre la falta del recurso para consumo humano, una problemática que lleva 30 años y se agrava. “Bahía tiene problemas y nos tiene que estar dando camiones cisterna, que venga a abastecer a la ciudad cabecera, Médanos, en el momento más crítico, en el verano”, describió el intendente de Villarino.

 

Así, los jefes comunales consideran que la solución es obtener un cupo definido del río Negro. “Para el agua potable de la zona de Bahía y Rosales, de esos 150 metros cúbicos, entre 10 y 15 es una cantidad suficiente para el consumo humano e industrial. El resto, casi el 90% de ese caudal, es lo necesario para el riego, fundamentalmente para Patagones y Villarino”, propuso Uset.

 

El intendente de Rosales sostuvo que, en la reunión realizada en La Plata, Kicillof se comprometió a llevar el pedido. Bevilacqua indicó que lo primordial hablado en el encuentro fue el abastecimiento de agua para consumo humano, porque -aseguró- “tenemos graves situaciones en Villarino, Patagones, Rosales y Bahía”.

 

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