SAN PABLO (Enviado especial) Una de las principales consecuencias políticas del gobierno de Jair Bolsonaro fue la apropiación que logró del discurso conservador de la política brasileña, que le permitió conquistar a la centroderecha y sumarla a su relato extremo. La oposición moderada al Partido de los Trabajadores (PT) desapareció y, hoy, la única opción electoral de la derecha es la del propio presidente. La diputada federal Rosana Valle, reelecta por el estado de San Pablo, es un ejemplo de este fenómeno: en 2018 conquistó su banca por el Partido Socialista Brasileño (PSB), que en ese entonces era opositor al actual mandatario, pero su rechazo a la izquierda la llevó a sumarse al oficialismo. “Comencé a ver a un país que avanzaba”, dijo en diálogo con Letra P en la previa del ballotage de este domingo, para el que pide el voto por el oficialismo para “terminar de renacer un país que estaba quebrado”.
En las últimas elecciones, Valle fue reelecta con 216 mil votos, más del doble de los que consiguió en 2018, cuando se presentó por primera vez en unas elecciones luego de haber trabajado 25 años como periodista en distintos medios de comunicación.
Para esta mujer oriunda de las costas paulistas de Santos, el electorado brasileño votará al presidente para un segundo mandato porque es un hombre “que lucha contra todo el sistema con mucho coraje”. “Habla sin filtro y dice lo que piensa de verdad”, agregó y relativizó las denuncias por un supuesto fraude que realiza el oficialismo porque, consideró, “la prensa exacerba esos dichos”. “Tenemos mucha esperanza en que el presidente sea reelecto, porque su gobierno avanzó bastante”, completó.
-¿Cómo analiza la segunda vuelta electoral de este domingo?
-Tenemos mucha esperanza en que el presidente sea reelecto, porque su gobierno avanzó bastante. En 2018 teníamos 20 mil obras paradas, de las cuales muchas fueron retomadas y, además, logramos acabar con la corrupción. Durante la pandemia de covid-19 y la guerra en Ucrania, el país sufrió como todos, pero el pueblo brasileño entiende que es un momento muy difícil y que Bolsonaro hizo todo lo que podía.
-¿Qué piensa de las encuestas que pronostican una victoria de Lula?
-Estamos empatados en todo Brasil. Bolsonaro está arriba por 15 puntos en San Pablo y está al frente en Minas Gerais.
-¿A qué cree que se debe el apoyo social de la población a Bolsonaro?
-Es un presidente que lucha contra todo el sistema con mucho coraje. Es un hombre auténtico que habla sin filtro y dice lo que piensa de verdad. La gente sabe que la mala imagen que hay de él es producida por los grandes medios de comunicación de la oposición.
-¿Por qué el presidente busca la reelección?
-Para que Brasil y el pueblo puedan vivir los efectos de las leyes y las normas ya aprobadas, para disfrutar de las obras y la infraestructura ya comenzadas, para terminar de renacer a un país que, cuando llegamos, estaba quebrado y avergonzado ante el mundo. Antes de Bolsonaro, el pueblo brasilero estaba desilusionado. En este sistema político, en el que hay muchos partidos políticos, las diferencias no son muy claras para la población, porque hay muchas opciones. Por eso, la gente vota personas y no partidos. En este caso, la mejor persona es Bolsonaro.
-Usted llegó al Congreso en 2018 por el Partido Socialista Brasileño (PSB), que era opositor a Bolsonaro. ¿Por qué cambió y hoy es oficialista?
-En aquellas elecciones, la polarización no era tan evidente como ahora. En ese momento, el PSB era visto como un partido político de centro. Por eso me postulé con esas siglas, pero, cuando llegué a Brasilia, había muchas figuras que venían del Nordeste y eran de izquierda. Durante ese período voté con mi conciencia y fui conquistando autonomía. Ante los problemas de las personas paulistas que me votaron, fui atendida por distintos ministros muy serios y comencé a ver a un país que avanzaba. También fui recibida por el presidente y ahí terminé de conocer al gobierno y todo lo que avanzó el país. En ese momento, decidí mudarme de partido y sumarme al oficialismo.
-¿Cómo evalúa la respuesta del presidente durante la pandemia de covid-19 al tener en cuenta, por ejemplo, que Brasil fue el segundo país con la mayor cantidad de muertes por esta enfermedad?
-La economía ahora está más estable. Fueron tiempos difíciles para todo el mundo, pero Brasil no sufrió tanto. Los gobiernos estaduales fueron los responsables de las medidas durante la pandemia y, por suerte, ahora los empleos están siendo recuperados.
-¿Cree en las denuncias que realiza Bolsonaro sobre un posible fraude electoral en su contra?
-La prensa exacerba esas denuncias y esos dichos. Durante todos estos años, la izquierda también decía que había que perfeccionar las urnas. Yo confío en las urnas. No debería haber problemas en poder auditarlas.