MALDITA INFLACIÓN

Massa negocia congelamientos de precios, pero no ataca alimentos

Luego de indumentaria, intenta destrabar la paritaria con la industria textil. Góndolas, por ahora no. La UIA critica y reclama plan de estabilización.

El ministro de Economía, Sergio Massa, buscará cerrar esta semana un congelamiento de precios para la industria textil y sumarlo al acuerdo que está fijado desde hace casi un mes con el sector de indumentaria. Sin novedades en el terreno de la alimentación, el Gobierno busca anclar las expectativas inflacionarias para domar las variables futuras, a sabiendas de la imposibilidad de domar, en el corto plazo, los índices de remarcaciones que llevarán al IPC cerca del 100% a fin de año.

 

Fuentes del sector privado confiaron a Letra P que el entendimiento entre la Secretaría de Comercio, el área que conduce Matías Tombolini, y la industria está "encaminado", aunque se retrasó en las últimas horas. Para el viernes pasado, en el entorno de Massa había "altas expectativas" de firmar públicamente el acuerdo en los primeros días de esta semana, aunque el empresariado aclaró que aún estaban en debate los tiempos y la actualización de precios permitida para el próximo semestre. "Estaba todo listo y, por algún motivo, se volvió a abrir el debate", admitió una fuente gubernamental, que confía en la resolución.

 

Las empresas del sector buscan dejar dos puntos bien claros: por un lado, no quiere congelamientos de más de un mes por el aumento de los costos que le quitan rentabilidad al primer eslabón de la cadena industrial; por el otro, exige que lo saquen de banquillo de los responsables de la inflación. "La incidencia de la industria textil en los precios finales de la indumentaria es menor. Lo hemos señalado muchas veces y existe confusión al respecto", aseguró un empresario del sector. Sin embargo, los confeccionistas salieron al cruce y aclararon: "Sin los hilanderos y los textiles es imposible lograr la desaceleración de los precios, ya que el hilo es la base y representa la mitad del costo de la tela".

 

"La industria es la primera apuntada y ya no importa si tenemos la responsabilidad o no. Por eso, el sector busca un acuerdo y, además, porque no estamos en contra de un acuerdo, sino todo lo contrario", le dijo a Letra P un referente textil, quien, sin embargo, aclaró que, si existe efecto en el IPC, recién tendrá impacto dentro de nueve meses: "El INDEC está midiendo precios de ropa de verano y la industria está fabricando y vendiendo telas de invierno". Para la última parte de la cadena, el acuerdo llega "demorado".

 

El centro de la negociación está en el tiempo de congelamiento, que para los textiles no puede superar los 30 días. Luego, la variación se ajustará a un tipo de cambio determinado, que podría ser el dólar oficial, según reconocieron partícipes de la negociación. El sector de la Indumentaria selló el acuerdo por tres meses. Luego, las remarcaciones deberán atarse a la variación del tipo de cambio, que mantiene un ritmo por debajo del IPC.

 

La Unión Industrial Argentina (UIA) resiste los acuerdos de congelamiento. Así lo dejó en claro el presidente de la entidad fabril, Daniel Funes de Rioja, cuando sostuvo que "es una expresión de deseo que pueda tener alguien en mente, pero no es una opción viable en un país con estos índices de inflación, además de los costos internacionales, que están variando". El jefe de los industriales es, también, titular de la COPAL, la central que aglutina a las alimenticias. El Gobierno busca poner en vereda a ese sector que, hasta el momento, resiste.

 

Massa busca desanclar las expectativas de inflación. En su equipo, casi al unísono, repiten que los acuerdos de precios "sirven más para mostrar un camino sostenido de descenso de los precios" y destacan que es necesario desenganchar lo que pasó en el pasado de lo que vendrá en el futuro. "Si seguimos pensando que la inflación fue alta y por eso seguirá así por el piso que tiene, nunca vamos a poder desinflarla. Lo importante es empezar de nuevo y darle un carácter previsible, aportando todos un poco", le dijo a Letra P uno de los funcionarios que se sienta en la mesa chica del ministro.

 

Para lograrlo, el team Massa comenzó a mostrar resultados concretos de la estabilidad económica, luego del cimbronazo de julio y agosto pasados. Si bien continúa la alerta por el índice de precios con base del 6%, las variables financieras del inicio de la semana fueron parte de la buena noticia. "Los dólares paralelos inician la semana estable. El dólar blue cerró en 291 pesos, en tanto que el MEP y el CCL finalizaron la jornada en 291,90 pesos y 303,96, respectivamente. Con estas cotizaciones, los dólares paralelos acumulan tres meses de estabilidad -el 15 de julio el MEP había alcanzado los 292,50 pesos, con un máximo de 330 a fines de mismo mes-", señalaron fuentes del Palacio de Hacienda.

 

En esa misma línea, destacaron la "fuerte suba" de los bonos globales en dólares, la caída del riesgo país en 138 puntos, la continuidad en las compras del Banco Central, el rendimiento positivo de la bolsa porteña, la estabilidad de las cotizaciones de las empresas argentinas en Wall Street y la reducción de la brecha cambiaria entre el dólar oficial  y el MEP/blue al 92%, "consolidando un acortamiento de la brecha por debajo del 100% evidenciado en meses anteriores". "Todas esas razones se ponen encima de la mesa de negociaciones", señalaron.

 

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